Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del
Horóscopo, de Tracy Marks
Llevar a cabo una sesión astrológica es una tarea
exigente, no solo en función del conocimiento necesario para interpretar y
sintetizar una carta sino también debido a que existe una responsabilidad
interpersonal. Al carecer de instrucción rigurosa y constante sobre temas
psicológicos, y sobre aptitudes y elementos éticos propios del asesoramiento,
muchos astrólogos permiten que sus necesidades y problemas conscientes e
inconscientes se entrometan con el consultante. Nadie que profesionalmente
aconseje, ya sea un psicoterapeuta, un asistente social o un consejero de salud
mental, es completamente capaz de vencer esas tendencias; todos somos humanos y
todos nosotros estamos bajo la influencia de nuestros “puntos ciegos”,
compulsiones, complejos y problemas emocionales del pasado que quedaron sin
resolver. Sin embargo, a fin de ser lo más responsables y útiles que podamos,
debemos desarrollar valentía para enfrentarnos con nosotros mismos, para
evaluar con exactitud nuestras limitaciones y dedicarnos a vencer a las que son
una clara interferencia en nuestros objetivos y responsabilidades.
Las siguientes preguntas, presentadas de otra forma y
consideradas de manera pormenorizada en Astrología del Autodescubrimiento,
tienen como finalidad servir de pautas que le ayuden a identificar y aclarar
algunos problemas que puedan ser una interferencia en su competencia y
constructividad como consejero astrológico. Aunque usted tan solo comience a
interpretar cartas y prepare para sus amigos unos intentos de breves
interpretaciones, es probable que quiera responder a estas preguntas y aclarar
las actitudes y los comportamientos que
corrientemente influyen sobre usted. Son mayoría los astrólogos que, tras su
primer año de consultas, desarrollan métodos habituales de interpretación y
asesoramiento que son difíciles de modificar. Cuanto más consciente sea usted
de su estilo y de su procedimiento cuando empieza, y cuanto más
intencionalmente desarrolle sus objetivos, es más probable que usted adopte un
estilo de asesoramiento e interpretación que le sirva durante muchos años.
1.- ¿Se siente superior a su consultante, en virtud de
lo que usted sabe y entiende, y/o en virtud de su estilo de vida? ¿Se expresa
como un sabelotodo, como un gurú que tiene todas las respuestas, usando la
carta como una autoridad que enmascara su propia necesidad de poder y autoridad,
y su propia irrespetuosidad o desvalorización en lo que atañe a los
conocimientos, necesidades, sentimientos y experiencias de vida de su
consultante?
2.- Debido a que usted ansía ser necesario y que se lo
considere valioso por la ayuda que presta, ¿estimula usted la dependencia en
sus consultantes? ¿Prefiere que confíen en el consejo que usted les da en vez
de volverse hacia sí mismos y confiar en su propia guía? Debido a que usted
ansía complacer a los demás, ¿da a sus consultantes y amigos lo que éstos
aparentemente quieren, en lugar de lo que ellos tal vez necesiten realmente?
3.- ¿El deseo de llamar la atención lo induce a que
sea usted quien lo diga todo durante una sesión? ¿Lo que usted hace es exhibir
su pericia en vez de sintonizarse con las necesidades de la otra persona y de
evaluar continuamente si usted está respondiendo a aquéllas? ¿Es capaz de
mantener una ilusión acerca de su considerable capacidad de ayuda escuchando
solamente su propia voz, respaldándose en la autoridad de arquetipos astrológicos
en vez de obtener antecedentes y mostrarse deseoso de internarse en las
realidades del mundo de su consultante?
4.- ¿Su propósito es comunicar la verdad como usted la
concibe e inmiscuir así su propia filosofía en sus consultantes? ¿Disfraza sus
ideas y valores como si fueran autoridad astrológica?
5.- ¿Su propia impotencia, su propia dependencia de la
guía planetaria y su propia falta de confianza en sus propios recursos con
independencia del conocimiento astrológico lo inducen a inhabilitar a sus
consultantes, comunicando actitudes deterministas en lugar de alentar y poner
en movimiento la voluntad y la confianza de ellos en sí mismos? ¿Sus
negatividades y su temor respecto de ciertos planetas y signos influyen sobre
su interpretación y tienen como resultado que usted formula pronunciamientos
que podrían convertirse en profecías que, de por sí, serían destructivas?
6.- ¿Le falta a usted percibir de manera real sus
emociones, diferenciándolas de un conocimiento intelectual, y esto lo induce a
proyectar sus propios conflictos sobre sus clientes, de modo que durante la
sesión usted se topa con su propia sombra en vez de encontrarse con la persona
real que está frente a usted?
7.- ¿Está usted, en el plano emocional, desconectado
de sus propios sentimientos y de los sentimientos de los demás, y en
consecuencia se siente inclinado a sobrevalorar su mente y a intelectualizar?
¿Es incapaz de dar conocimiento de una manera que se conecte con la emoción, o
que facilite una percepción entrañable que sea capaz de traducirse en acción?
8.- ¿Usted habla en una jerga astrológica que su
consultante no puede entender, usando un lenguaje de autoridad mística para
crear la ilusión de que está comunicando verdades elevadas cuando en realidad
lo que usted está diciendo es de poca importancia? ¿Habla con generalizaciones
vagas y sin fundamento, evitando abordar los problemas concretos, reales, y del aquí y ahora, con los que su consultante está lidiando?
9.- ¿Usted es una víctima de la compulsión informativa
y se siente impulsado a alimentar su mente y las mentes de los demás, sin tener
en cuenta las capacidades de asimilación, integración y aplicación a la vida
cotidiana? ¿Le interesa más revelar cuánto es lo que usted sabe y cubrir todas
las facetas de la carta en vez de interesarse realmente en usar la astrología
para ayudar a su consultante?
Son mayoría los astrólogos profesionales culpables, al
menos ocasionalmente, de haber incurrido en varios de estos hechos inadecuados,
debido a la dinámica de sus personalidades y a sus conflictos sin resolver.
Cuanto más valientemente quiera usted encarar y poner en movimiento sus
recursos para mejorarse en aquellos campos en los que usted es deficiente, es
más probable que incremente el respeto para consigo mismo, y la confianza y
eficacia como consejero astrológico.
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