jueves, 22 de febrero de 2018

Los Problemas del Astrólogo que oficia de Consejero


Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del Horóscopo, de Tracy Marks

Llevar a cabo una sesión astrológica es una tarea exigente, no solo en función del conocimiento necesario para interpretar y sintetizar una carta sino también debido a que existe una responsabilidad interpersonal. Al carecer de instrucción rigurosa y constante sobre temas psicológicos, y sobre aptitudes y elementos éticos propios del asesoramiento, muchos astrólogos permiten que sus necesidades y problemas conscientes e inconscientes se entrometan con el consultante. Nadie que profesionalmente aconseje, ya sea un psicoterapeuta, un asistente social o un consejero de salud mental, es completamente capaz de vencer esas tendencias; todos somos humanos y todos nosotros estamos bajo la influencia de nuestros “puntos ciegos”, compulsiones, complejos y problemas emocionales del pasado que quedaron sin resolver. Sin embargo, a fin de ser lo más responsables y útiles que podamos, debemos desarrollar valentía para enfrentarnos con nosotros mismos, para evaluar con exactitud nuestras limitaciones y dedicarnos a vencer a las que son una clara interferencia en nuestros objetivos y responsabilidades.

Las siguientes preguntas, presentadas de otra forma y consideradas de manera pormenorizada en Astrología del Autodescubrimiento, tienen como finalidad servir de pautas que le ayuden a identificar y aclarar algunos problemas que puedan ser una interferencia en su competencia y constructividad como consejero astrológico. Aunque usted tan solo comience a interpretar cartas y prepare para sus amigos unos intentos de breves interpretaciones, es probable que quiera responder a estas preguntas y aclarar las actitudes y  los comportamientos que corrientemente influyen sobre usted. Son mayoría los astrólogos que, tras su primer año de consultas, desarrollan métodos habituales de interpretación y asesoramiento que son difíciles de modificar. Cuanto más consciente sea usted de su estilo y de su procedimiento cuando empieza, y cuanto más intencionalmente desarrolle sus objetivos, es más probable que usted adopte un estilo de asesoramiento e interpretación que le sirva durante muchos años.

1.- ¿Se siente superior a su consultante, en virtud de lo que usted sabe y entiende, y/o en virtud de su estilo de vida? ¿Se expresa como un sabelotodo, como un gurú que tiene todas las respuestas, usando la carta como una autoridad que enmascara su propia necesidad de poder y autoridad, y su propia irrespetuosidad o desvalorización en lo que atañe a los conocimientos, necesidades, sentimientos y experiencias de vida de su consultante?

2.- Debido a que usted ansía ser necesario y que se lo considere valioso por la ayuda que presta, ¿estimula usted la dependencia en sus consultantes? ¿Prefiere que confíen en el consejo que usted les da en vez de volverse hacia sí mismos y confiar en su propia guía? Debido a que usted ansía complacer a los demás, ¿da a sus consultantes y amigos lo que éstos aparentemente quieren, en lugar de lo que ellos tal vez necesiten realmente?

3.- ¿El deseo de llamar la atención lo induce a que sea usted quien lo diga todo durante una sesión? ¿Lo que usted hace es exhibir su pericia en vez de sintonizarse con las necesidades de la otra persona y de evaluar continuamente si usted está respondiendo a aquéllas? ¿Es capaz de mantener una ilusión acerca de su considerable capacidad de ayuda escuchando solamente su propia voz, respaldándose en la autoridad de arquetipos astrológicos en vez de obtener antecedentes y mostrarse deseoso de internarse en las realidades del mundo de su consultante?

4.- ¿Su propósito es comunicar la verdad como usted la concibe e inmiscuir así su propia filosofía en sus consultantes? ¿Disfraza sus ideas y valores como si fueran autoridad astrológica?

5.- ¿Su propia impotencia, su propia dependencia de la guía planetaria y su propia falta de confianza en sus propios recursos con independencia del conocimiento astrológico lo inducen a inhabilitar a sus consultantes, comunicando actitudes deterministas en lugar de alentar y poner en movimiento la voluntad y la confianza de ellos en sí mismos? ¿Sus negatividades y su temor respecto de ciertos planetas y signos influyen sobre su interpretación y tienen como resultado que usted formula pronunciamientos que podrían convertirse en profecías que, de por sí, serían destructivas?

6.- ¿Le falta a usted percibir de manera real sus emociones, diferenciándolas de un conocimiento intelectual, y esto lo induce a proyectar sus propios conflictos sobre sus clientes, de modo que durante la sesión usted se topa con su propia sombra en vez de encontrarse con la persona real que está frente a usted?

7.- ¿Está usted, en el plano emocional, desconectado de sus propios sentimientos y de los sentimientos de los demás, y en consecuencia se siente inclinado a sobrevalorar su mente y a intelectualizar? ¿Es incapaz de dar conocimiento de una manera que se conecte con la emoción, o que facilite una percepción entrañable que sea capaz de traducirse en acción?

8.- ¿Usted habla en una jerga astrológica que su consultante no puede entender, usando un lenguaje de autoridad mística para crear la ilusión de que está comunicando verdades elevadas cuando en realidad lo que usted está diciendo es de poca importancia? ¿Habla con generalizaciones vagas y sin fundamento, evitando abordar los problemas concretos, reales, y del aquí y ahora, con los que su consultante está lidiando?

9.- ¿Usted es una víctima de la compulsión informativa y se siente impulsado a alimentar su mente y las mentes de los demás, sin tener en cuenta las capacidades de asimilación, integración y aplicación a la vida cotidiana? ¿Le interesa más revelar cuánto es lo que usted sabe y cubrir todas las facetas de la carta en vez de interesarse realmente en usar la astrología para ayudar a su consultante?

Son mayoría los astrólogos profesionales culpables, al menos ocasionalmente, de haber incurrido en varios de estos hechos inadecuados, debido a la dinámica de sus personalidades y a sus conflictos sin resolver. Cuanto más valientemente quiera usted encarar y poner en movimiento sus recursos para mejorarse en aquellos campos en los que usted es deficiente, es más probable que incremente el respeto para consigo mismo, y la confianza y eficacia como consejero astrológico.

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