domingo, 30 de diciembre de 2018

Reflexionando sobre la Alegría


Tradicionalmente, Júpiter y Sagitario se encuentren asociados a la jovialidad y a la alegría. Sin embargo, son Saturno y Capricornio, los que simbolizan estos estados del alma en su más profunda significación.

En principio, Júpiter y Sagitario, simbolizan la jovialidad o la alegría, fruto de un estado de confianza y optimismo pero que muchas veces surge como resultado de la negación de la realidad. Es más fácil sentirse alegre y optimista cuando se niega la realidad. Pero… ¿podemos llamar a eso genuina alegría?

Saturno y Capricornio, en cambio, son difíciles –en principio- de asociar a estos dos estados de conciencia. Me imagino la reacción de algunos lectores ante estas palabras !!

Sin embargo, creo que la diferencia radica en la actitud que cada uno asume ante la realidad. ¿Soy capaz de vivir en aceptación de la realidad o mi relación con la misma es mediante la negación? Dos actitudes polarizadas frente a una misma cuestión.  

Cuando estas cualidades están asociadas a Júpiter y Sagitario, podemos pensar que negar la realidad puede conducir a un estado de alegría o jovialidad pero, evaluando en profundidad, terminamos descubriendo que se trata de un espejismo.

El Zodíaco, en su inmensa sabiduría, nos recuerda el orden de signos y planetas.   Sagitario, regido por Júpiter, se ubica antes de Capricornio, regido por Saturno. El círculo zodiacal simboliza el proceso de la vida y de todos los procesos humanos, desarrollado en doce etapas.

La madurez se asocia a un Saturno vibrado en luz, al que se llega aprendiendo a vivir en armonía con la realidad, no negándola.

Sagitario y Júpiter, simbolizan solo un estado emocional pasajero parecido a la alegría o la jovialidad que, ante la primera prueba de confrontación con la realidad, puede hacerse trizas. No existe aquí la madurez que otorga la aceptación a menos que ya se haya conquistado la sabiduría por haber afrontado la adversidad.

Saturno y Capricornio, plantean el desafío de vivir en armonía con la realidad, independientemente de lo que ésta nos proporcione, lo cual requiere el desarrollo consciente de la jovialidad o alegría, como herramienta para conservar la entereza frente a la adversidad.

Sabemos, seguramente por experiencia directa, que es un trabajo el poder afrontar la realidad con alegría, cuando la adversidad nos visita. El resultado es la frustración, la insatisfacción, la vivencia de que somos impedidos de lograr aquello a lo que aspiramos y que la vida nos niega lo que anhelamos. Caemos en un estado de amargura y decepción. ¿Cómo elevarnos hacia la alegría o la jovialidad ante semejante drama?

La alegría –una cualidad del alma-  construída mediante un entrenamiento elegido conscientemente y sostenido en respuesta ante la adversidad, puede conducirnos a otro nivel de Sagitario y Júpiter: el que simboliza la sabiduría adquirida a través de la experiencia, en donde ya no existe la negación de la realidad.  Esa alegría es genuina y constante y nos permite experimentar esos estados de conciencia que conocemos como prosperidad y abundancia.

domingo, 16 de diciembre de 2018

Reflexionando sobre Saturno


Es frecuente, tanto en ámbitos de estudio y formación como entre quienes se acercan a solicitar la interpretación (no la lectura) de su carta natal, referirse a Saturno con temor, malestar o rechazo.

También están quienes se refieren a él con cierta admiración, denominándolo el “maestro” o el “juez”.

Saturno, como energía planetaria, posee muchos símbolos a los cuales se alude en Astrología, pero no voy a referirme a ellos ahora. Quiero, en cambio, escribir sobre lo que me parece más enriquecedor para ayudar a comprender esta energía. Y para eso, hablaré de sus tres niveles de expresión.

En este caso, el primer nivel se considerará como el de mayor sombra o, dicho de otro modo, menor conciencia. El segundo, como una transición de la sombra a la luz. Y el tercero, para quien haya logrado el privilegio de alcanzarlo, será el de mayor luz o conciencia.

En el primer nivel –de mayor sombra- Saturno es experimentado como frustración, se diría que como insatisfacción crónica. 

Considerando el principio de polaridad, que dice que todo tiene su opuesto, seguramente coincidiremos en que el opuesto de la insatisfacción es la plenitud. Esto equivale a pensar que, si logramos llevar lo que simboliza la energía de Saturno a la luz, podríamos relacionarlo con el potencial para alcanzar la plenitud mediante la realización.

En el segundo nivel, experimentamos lo que se conoce como “conciencia de atleta”. Aquí nos fijamos un objetivo  y mediante la persistencia, realizamos el esfuerzo necesario hasta alcanzarlo. Este nivel  no se experimenta como placentero sino como una sensación constante de entrenamiento, de tener que resistir y persistir para llegar al final recibiendo así la recompensa del logro.

En el tercer nivel, el de mayor luz y conciencia, aprendemos a vivir en armonía con la realidad mediante la aceptación de lo que ES. De este modo, el logro alcanzado es la madurez. Es una nueva manera de ser y estar en el mundo. Llegados a este nivel, el regalo de Saturno es la fluidez.

En las consultas, siempre trato de explicar estas claves porque contienen un conocimiento imprescindible para desarrollar y sostener el proceso de construir lo propio, la flexibilidad, la solidez, la fluidez y la capacidad de disfrutar. 

Sí, leyeron bien: se puede disfrutar con Saturno. Se puede fluir y ser flexible con Saturno. La condición es, repito, aprender a vivir en armonía con la realidad.

Es así como nos vamos descubriendo en un maravilloso proceso que nos lleva a alcanzar la mayor cosecha a la que podemos aspirar en la vida.

¿Y saben cuál es esa cosecha? Nosotros mismos, una vez que aprendemos a expresar la naturaleza de nuestro verdadero ser.

viernes, 3 de agosto de 2018

El Gran Sextil


Texto extraído del libro "Dinámica y análisis de los aspectos", de Bil Tierney.

Esta configuración no es muy común. Relaciona al menos a seis planetas ubicados en seis puntos diferentes de la carta. Todos ellos deben hacer sextil entre sí, lo que crea una reacción en cadena. El Gran Sextil crea un gran hexagrama a través de la carta. Esta configuración está compuesta por dos Grandes Trígonos y tres oposiciones. Al existir tantos trígonos, la gracia salvadora del Gran Sextil son las tres oposiciones. Estimulan la conciencia de que necesitamos devolver al medio ambiente lo que con tanta facilidad desarrollamos dentro nuestro si queremos utilizar tantas oportunidades de forma constructiva y equilibrada. Debido a la grandeza de esta configuración, nos serviremos mejor de ella cuando ayudamos al crecimiento de una causa social que nos lleve a usar todos nuestros talentos y habilidades. La ayuda y la asistencia llegarán de diferentes áreas del medio ambiente en tanto se mantenga abierto, cooperativo, y sea capaz de complementar las necesidades de los demás. Estas oposiciones nos recuerdan que debemos coordinar nuestras actividades y dirigirlas hacia objetivos externos, en vez de realizarlas sólo para nuestro exclusivo beneficio. Somos estimulados para movilizar creativamente nuestras fuerzas y para utilizarlas en el mundo externo.

Con dos Grandes Trígonos, los recursos creativos son abundantes y necesitan ser conectados. Existe una enorme sobrecarga de capacidad que exige ser explotada activamente. Si permite que se desarrolle la dispersión o el estancamiento (ayudado por la pasividad de los múltiples trígonos), será como si desperdiciase una fruta en su sazón. Talentos que están a punto para expresarse comienzan a disminuir debido a su falta de activación. La tentación de perder el tiempo, volverse perezoso o indiferente a los poderes de esta configuración, deberían evitarse a cualquier costo. Este individuo despide un magnetismo especial que podría tener una influencia benéfica, y carismática sobre los demás. Hace las cosas mejor cuando se permite una variedad de experiencias en la vida (debido al efecto ramificador de los seis sextiles). Sin embargo, con al menos seis planetas unidos en esta configuración, el horóscopo presenta pocas cuadraturas. Por lo tanto, el Gran Sextil nos exigirá un esfuerzo consciente para trabajar más duramente en el desarrollo de la disciplina interna, la resistencia, la paciencia, y el impulso ambicioso necesarios para utilizar más plenamente nuestros dones especiales. De lo contrario, al carecer del impulso y del ímpetu de las cuadraturas, puede convertirse en un diletante privilegiado y dotado, demasiado inquieto y sobre estimulado como para manejar con maestría ninguna habilidad. El Gran Sextil indica la presencia de una influencia «dispersante», aunque con un mayor acceso social que los sextiles natales comunes.


EL GRAN SEXTIL FUEGO-AIRE

Con estos elementos energéticos y fluidos, la tendencia a llevar a cabo actividades estimulantes con entusiasmo apasionado, optimismo, y confianza expresiva es muy fuerte. Sin embargo, la persistencia para trabajar esos impulsos estará debilitada. Los talentos descritos aquí son evocados y activados durante los períodos de actividad crítica, y usualmente cuando la inspiración y el impulso están en su fase álgida. De otro modo, este individuo no se siente inclinado a obrar de manera metódica, sistemática o planificadora. En cambio, es espontáneo en su autoexpresión y florece en el aquí y ahora, al que sabe sacarle partido. La parte práctica (especialmente los detalles) no la tiene en cuenta cuando inicia una actividad nueva y excitante. Es capaz de ignorar o darle poca importancia a sus propias limitaciones. Puede servirse de estas cualidades especiales con olfato, estilo, colorido y energía, y puede ser muy original en el uso de las mismas.

Es una persona usualmente muy extrovertida, animada, y mentalmente estimulante, suele atraer sobre sí una mayor atención social de naturaleza positiva que la mayoría de la gente. Los demás se sentirán estimulados por su presencia, aunque también un poco agobiados por su excesiva apertura. Esta configuración puede ser de gran valor personal, si la persona aprende a controlar un poco su tendencia a saltar de una actividad a la otra y se dedica a estudiar las cosas con más cuidado. Este tipo de Gran Sextil puede realizar más cosas en vez de girar como una peonza en cientos de direcciones si Marte, Júpiter, y Urano no están implicados en la configuración, ya que estos planetas aumentan la inquietud y la impaciencia con los resultados más lentos de lo previsto.


EL GRAN SEXTIL DE TIERRA-AGUA

Con los signos receptivos e introspectivos que aparecen aquí, la inclinación normal será aproximarse a las áreas de potencial creativo de forma conservadora, industriosa, y cuidadosamente organizada. La persistencia será grande, este tipo de Gran Sextil posee un gran poder productivo que puede beneficiar muchas áreas de la vida individual. Los talentos y las oportunidades iniciados son perseguidos con el ánimo de aplicarlos de manera práctica así como para obtener una gratificación emocional y una seguridad material. Con esta configuración, el individuo se siente motivado para retener los frutos de sus esfuerzos, a diferencia del Gran Sextil aire-fuego que rara vez llega a poseer lo que crea o inicia. La estabilidad y el propósito de los signos de tierra minimizan el peligro de que este Gran Sextil oscile en demasiadas direcciones a la vez. Las actividades sociales enfatizadas aquí coordinan mejor entre sí.

Las tres oposiciones requerirán que el individuo interactúe con el medio social con más flexibilidad. En general, la tierra y el agua se adaptan muy poco a los cambios ya las alteraciones del mundo exterior, a diferencia de los signos de aire y fuego. Se sienten impulsados a preservar ya asegurar en vez de a expandirse ya soltar. Por lo tanto, una persona con esta configuración es menos propensa a innovar, experimentar, o a actuar guiada por sus impulsos repentinos. Tendrá también menos intereses y no abarcará tantos temas. La energía nerviosa es menos esporádica, temperamental, y desequilibrada. Debido a la presencia de los dos Grandes Trígonos de Agua y Tierra, la naturaleza sensual estará muy desarrollada y podrá canalizarse de formas muy creativas. Las rutinas necesarias para el desenvolvimiento de las empresas creativas son mejor aceptadas y llevadas a cabo por el individuo. Pero debido a la naturaleza poco energética de estos elementos, Marte, Júpiter, y Urano benefician a fa expresión ya la vitalidad de este Gran Trígono.


EL GRAN SEXTIL DISOCIADO

Con el Gran Sextil Disociado, la influencia del semi-sextil, la cuadratura y el quincucio operan cuando sólo uno de los seis planetas está fuera de signo. Si más de un planeta está disociado (lo que me sugiere automáticamente que el Gran Sextil tendrá dificultades para integrarse), estas influencias se enfatizarán aún más. A un nivel psicológico, esta condición será beneficiosa debido a la presencia de las relaciones de cuadratura, aun cuando el matiz del quincucio pueda implicar que las actitudes del individuo tienden a ser vacilantes, de ajuste, difícil, o contraproductivas. En la práctica esta versión del Gran Sextil es más común. En ciertos niveles el Gran Sextil Disociado puede ser problemático y menos fluido, pero también vuelve al individuo más consciente de los efectos benéficos de la tensión, a la que considerará como un instrumento para lograr el éxito. Puede sentir una cierta ansiedad y tensión interna cuando no utiliza la capacidad de expresión del Gran Sextil. Cuando un individuo elige responder a esta composición de energías, el horóscopo no lo señala.

domingo, 1 de julio de 2018

Libros Digitalizados

Estimados lectores:

Quienes deseen obtener una copia digitalizada de algunos de los libros de astrología de los principales autores de nuestro tiempo, pueden solicitar el listado de los mismos escribiendo al e-mail astrologiaparacomprenderlavida@gmail.com

Algunos de los títulos, a modo de ejemplo, son:

Astrología, Psicología y los Cuatro Elementos, de Stephen Arroyo
Barreras y límites, de Liz Greene
Ciclos del devenir, de Alexander Ruperti
Los dioses del cambio, de Howard Sasportas

Otros autores: Jeff Green, Tracy Marks, Robert Jansky, Martin Shulman, entre otros.

Les envío un cálido abrazo!

Ana

Interpretación y métodos de trabajo del astrólogo


Como ya saben los lectores de este blog,  yo no utilizo la Astrología como herramienta de predicción, tal como lo menciono frecuentemente. Fui formada en mis comienzos en las diversas técnicas predictivas que posee la Astrología, las utilicé y me fui dando cuenta de que debía de existir un enfoque mucho más profundo, que ofreciera a los consultantes la información necesaria  - sin incluir predicciones- para que fueran ellos quienes  utilizaran dicha información, en base a su propia elección y nivel de conciencia, o la descartaran.

No obstante, hoy quiero incluir  este fragmento del libro de Carol Rushman “El Arte de la Astrología Predictiva”, porque considero que cada uno debe hallar su propio método de trabajo. Y algunas veces, hay marchas y contramarchas. Se trata de experimentarlo todo y ver los resultados.

Para quienes están dando sus primeros pasos y buscando su propio estilo, a veces resulta iluminador ver cómo trabajan otros astrólogos más experimentados, en este caso, una astróloga cuyos servicios se orientan a lo predictivo. 

Por eso los invito a leer el siguiente texto pertenece al libro de la citada autora y a sacar sus propias conclusiones.

Dice Carol Rushman:

Mis estudiantes, tarde o temprano siguen progresando y, al hacerlo, deben decidir qué sistema astrológico van a utilizar. Tener un método personal es fundamental para asesorar a los consultantes, pues les otorga a los astrólogos estructura, congruencia y consistencia en su trabajo, tres características que estos aprecian. Lo más importante es que cada astrólogo se sienta cómodo con su propio sistema.

Tal vez sea porque mi Sol está en Virgo y tengo a Capricornio ascendente, que creo en las estructuras y los sistemas, más que la generalidad de las personas. Pienso que los astrólogos deben establecer una base firme antes de poder enseñar o asesorar, por eso presento este material de una manera pragmática. No importa cuál sea el sistema particular que usen los astrólogos, lo valioso es que tengan una guía que deben seguir fielmente si es que van a ayudar a sus consultantes. Eso hará que ambos se sientan seguros.

También es importante que haya un comienzo, una parte media y una conclusión en cada sesión, así, tanto el consultante como el astrólogo, se sentirán plenos cuando el primero se retira. Yo prefiero que mis clientes me consulten solo una vez al año, porque de ese modo, la sesión será completa y valdrá la pena. Solo si llega a ocurrir algún suceso trascendente durante el año, los aliento a venir más seguido. Me gustaría que la Astrología fuera como una muleta para todos, y pienso que puede ser peligroso que los astrólogos se erijan en gurúes, o se presenten ante la gente como si tuvieran todas las respuestas.

Mi sistema empieza con la carta natal y con lo que yo denomino la promesa natal. Esta es la totalidad de los componentes de la carta que, al combinarse, muestran el potencial de cada vida, aunque tal vez no todos se realicen. Por ejemplo, la promesa natal de un cliente puede mostrar el potencial para tener varios matrimonios, pero el individuo puede elegir tener solo uno. Es en ese potencial, en esa promesa natal, donde empieza la predicción astrológica. Sin la comprensión de la carta natal y de lo que promete, las predicciones no se manifestarán.

Luego, a los fines de poder realizar las predicciones de manera precisa para determinadas fechas, los astrólogos deben comprender la constitución psicológica de sus clientes, porque la gente responde a la energía en forma distinta, y sus perfiles mostrarán las diferencias. Esa diferencia, al asesorar a un cliente que predominantemente es fijo en comparación con otro que es cardinal, suele resultar decisiva.

Para las fechas, yo empleo las progresiones secundarias, poniendo énfasis adicional en la Luna de progresión y en las cúspides de las casas en progresión. Me fijo en los planetas en progresión que aspectan a planetas natales y en progresión. También trabajo mucho con los planetas en tránsito y estacionarios, haciendo hincapié en las lunaciones (Lunas Nuevas y Llenas) y los eclipses. Este es mi sistema y me ha sido muy útil durante tres décadas. Sigo un orden lógico que me ayuda a sentirme organizada y cómoda.

Una vez más, he aquí mi método:

1.- Carta natal.
Me fijo en la carta natal para determinar qué es lo que impulsa a cada consultante. Estudio su constitución psicológica que aparece indicada en la carta y evalúo lo que promete.

2.- Progresiones secundarias.
a) La Luna en progresión
b) Planetas en progresión que aspectan a planetas natales
c) Planetas en progresión que aspectan a planetas en progresión
d) Cúspides de casas en progresión que aspectan a planetas natales y en progresión

3.- Planetas en tránsito
Luego, me fijo en el movimiento de los planetas por los signos y las casas, y los aspectos o relaciones que tienen con los planetas natales y en progresión, con un especial énfasis en los planetas estacionarios.

4.- Lunaciones y eclipses
Las Lunas Nuevas y Llenas, así como los eclipses, son sumamente importantes en los acontecimientos en determinadas fechas; también sirven para evaluar aquello que está realizando la persona en el momento de la consulta.

Si bien este sistema no resulta complicado es exhaustivo y un astrólogo competente puede obtener lo que necesita para hacer una lectura correcta y precisa.

Pienso que interpretar una carta es como jugar al bridge. Hay algunos jugadores muy buenos que entienden la gran variedad de herramientas y técnicas de este juego, pero solo utilizan las mejores. Hay otros que tratan de incorporar todas las convenciones y técnicas del juego y terminan por confundirse y confundir a sus compañeros. Esto también puede aplicarse a los astrólogos. He visto cartas de astrología con tanta información escrita en ellas, que no pude leerlas. En mi mente, todo lo que se necesita es una buena comprensión básica de la Astrología y de las técnicas mencionadas precedentemente. Los buenos astrólogos las aprenden todas y luego eligen el mejor sistema que ellos han de aplicar, después de un gran trabajo de experimentación e investigación."

Sugiero a los lectores interesados buscar en el tag "interpretación" otros textos similares para comparar métodos de trabajo e interpretación.

domingo, 24 de junio de 2018

La Esperanza

Fragmento del capítulo "Prepararse para las posibilidades", extraído del libro "Ser Generosos", de Lucinda Vardey y John Dalla Costa.

En nuestro inflexible foco en el pragmatismo, la esperanza a menudo está desacreditada como un sueño o pensamiento vano. Sin embargo, la esperanza es esencial para imaginar lo que es posible. En su núcleo, toda generosidad es un acto de esperanza, porque sin esperanza no habría expectativa de que ser generosos vaya a tener algún efecto.

La esperanza:

Asume que la manera en que son las cosas no será el estado final o definitivo.
Motiva los riesgos de lograr algo mejor.
Es la razón para dar a aquellos que lo necesitan.
Es la razón para recibir lo que se nos ofrece.
Proporciona la confianza de que lo que se haga desde un corazón generoso o a través de la práctica de cualquiera de las virtudes de la generosidad hará, de hecho, una diferencia.
Niega el cinismo.
Desecha la sospecha.
Inspira la belleza.
Promete un futuro posible.
Es el optimismo practicado intencionalmente.
Alimenta el fuego del amor.
Expresa las aspiraciones básicas de todos.
Genera la agitación que fogonea el progreso.

martes, 19 de junio de 2018

Acerca del Dar

Fragmento del libro "Ser Generosos", Lucinda Vardey y John Dalla Costa.


La gente desea compartirse a sí misma y su creatividad. "Dame la habilidad para ver cosas en lugares inesperados y talentos en gente inesperada", dice una plegaria anónima del siglo XVII. 

Necesitamos la colaboración de los otros para hacer esto, no solo darnos a nosotros mismos, sino recibir los regalos de los otros en nuestras comunidades, familias y lugares de trabajo. Cualesquiera sean nuestros objetivos y metas, los resultados y la buena voluntad del grupo dependen de algún catalizador, una mezcla constructiva y creativa de dar lo mejor nuestro y recibir lo mejor de los otros.

En el trabajo, muchos individuos son presionados para trabajar en equipo. Muchos de nosotros conocemos la desilusión o alienación que sentimos cuando lo que les ofrecemos a otros, ya sea en tiempo, atención, creatividad o ideas, es ignorado o desechado. 

Lo que es generoso y se siente generativo es hacer que nuestra contribución se vea, escuche y sea bienvenida. Lo que nos mejora es que otros nos reciban. Nos volvemos confiables cuando nosotros también estamos abiertos y somos receptivos a los otros.

lunes, 7 de mayo de 2018

La Humildad

Fragmento del capitulo "Prepararse para las posibilidades", extraído del libro "Ser Generosos", de Lucinda Vardey y John Dalla Costa.


Ser humilde no significa ser un felpudo. Tampoco implica automáticamente responder a las necesidades de todos a medida que surgen caprichosamente. 

La humildad, en cambio, representa un sentido honesto de la proporción. Este sentido de escala y conexión es vital porque, sin humildad, dar puede convertirse fácilmente en un ejercicio de poder, mientras que recibir puede, a menudo, sentirse como si hubiera disminuído la dignidad propia. 

La generosidad es una interacción de potencial creativo, no un poder. Necesita de la humildad para dar libremente, sin condicionamientos ni demandas adheridas. Es necesaria la humildad para dar lo que de hecho se necesita en lugar de lo que podamos querer dar. Y para dar sin esperar reconocimiento público. Si no somos humildes, entonces el supuesto acto generoso puede decir más sobre nosotros que sobre la realidad que necesita transformación.

La humildad parece pasiva y poco enérgica. Sin embargo, es necesario fuerza y resiliencia para domesticar el ego y sus, a veces, erróneas presunciones. La sociedad da mucha importancia a la autoestima. La humildad no niega el valor del ser; de hecho, lo acentúa al colocar su valor y potencia en la red propia de interdependencia que ninguno de nosotros puede negar, aunque el ego a veces se olvide. Tenemos que ser humildes al discernir la generosidad porque, a menudo, hay en juego algo más grande que nosotros.

La humildad nos invita a ayudar a los otros sin ambición egoísta y a considerar los intereses de los otros más que los propios. Practicarla es ser, a veces, invisible al dar de modo de evitar el deseo de gratitud, aceptación o recompensa.

jueves, 3 de mayo de 2018

La Valentía

Fragmento del capítulo "Prepararse para las posibilidades", extraído del libro "Ser generosos", de Lucinda Vardey y John Dalla Costa.

La valentía significa ser fuerte de corazón. Significa animarse, luchar por lo que valida la esperanza humana. Uno necesita ser valiente para romper las trabas del status quo, en particular cuando resulta muy familiar y cómodo no esperar nada mejor. Lleva valentía admitir la verdad y luego actual sobre ella para crear mejores posibilidades para uno y los otros. 

La valentía es generativa en el sentido de que ayuda a crear las condiciones o asegurar las circunstancias que sirven a lo que es correcto en la vida. Se entiende que todas, la dignidad, la maestría y la libertad, necesitan tomar riesgos para llegar a lograr o cumplir algo. Si bien pueden también requerir fortaleza y coraje, es la valentía la que subyace a la habilidad creativa para cambiar.

Cualquier esfuerzo en el crecimiento personal, ya sea cambiar de actitud o profundizar en el autoconocimieto, conlleva una vulnerabilidad que puede enfrentarse solo con valentía. Los asuntos que más ponen a prueba en la vida -como dejar un trabajo, terminar una amistad o relación rota, o desafiar la cultura dominante- involucran tomar riesgos y enfrentar la incertidumbre de satisfacer la inquietud de algo mejor.

Su Santidad el Dalai Lama dice en su libro "El poder de la compasión" que la gente se vuelve más valiente al ser más altruista, ya que la compasión es la que, en última instancia, alimenta nuestra fuerza interior y aumenta nuestra determinación. Con la claridad, el objetivo es a menudo compensar un problema, equilibrar una injusticia o tragedia. Con la generosidad, la convicción es más creativa, para de hecho resolver el problema y romper el riesgo de la deshumanización de modo de generar oportunidades más justas y dignas. 

Esta valentía para cambiar lo que está mal en el mundo depende del coraje para cambiar también lo que está mal dentro del propio corazón.

domingo, 29 de abril de 2018

Interpretación de la carta natal

Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del Horóscopo, de Tracy Marks

Como astrólogos, ¿QUÉ debemos interpretar? En primer lugar, los factores y problemas más significativos que la carta refleje: las más fundamentales necesidades, motivaciones, debilidades, oposiciones, fuerzas y posibilidades. En segundo lugar, lo que en ese momento es, en lo emocional, más apropiado y útil para el consultante. Debe prestarse atención a dos cuestiones: CUÁNTO habrá que interpretar (para no abrumar al consultante) y QUÉ validez y certidumbre asignamos a nuestra interpretación. Si ofrecemos muchas interpretaciones inseguras o dudosas, entonces debilitamos el impacto de aquellas interpretaciones que, dentro de la experiencia de nuestro consultante, tienen una profunda resonancia. 

¿CUÁNDO debemos interpretar? En virtud de que en nuestra labor astrológica usamos preponderantemente a la interpretación, no podremos ser tan sensitivos como podrían serlo los psicoterapeutas, respecto del estado emocional del consultante. 

Algunas interpretaciones nuestras, que evidentemente no captamos en el momento, es probable que las oigamos más profundamente después, al pasar la grabación o incluso meses o años más tarde, cuando la semilla que plantamos es regada por experiencias futuras y germina. No obstante, para que una interpretación tenga lugar en tiempo y oportunidad habrá que darla: 

1.- Cuando el consultante esté distendido y sin trabas, y se haya establecido una confianza. 
2.- Cuando el consultante expresó qué es lo que siente y le interesa, y no se preocupa más o  dejar una emoción sin descargar; y 
3.- Cuando el consultante ya expresó en parte algo que él comprendió y busca a tientas una percepción más profunda de este problema. 

¿CÓMO debemos manifestar verbalmente nuestras interpretaciones? En primer lugar, necesitamos comunicar emocionalmente nuestra actitud de aceptación, valiéndonos de nuestra postura, gestos y de lo que nuestro rostro y nuestra voz expresen. En segundo lugar, a nuestro consultante le podrá resultar de muchísimo más provecho que le sugiramos en lugar de que le indiquemos, brindándole una interpretación tentativa para que sea él quien la acepte o rechace libremente, o la elabore más. Desde luego, esto exige que renunciemos a la aureola de autoridad que tal vez nos dé –y dé a nuestros consultantes- una sensación de seguridad tranquilizadora, pero que en realidad es falsa. Sin embargo, lo que a la larga resulta de valor más profundo es nuestro anhelo de comprometer a nuestro consultante en una exploración mutua, a medida que le presentamos interrogantes y afirmaciones que son de carácter interpretativo. (Por ejemplo, preguntas como éstas: “¿A veces descubre usted que está haciendo tal y tal cosa? ¿A qué se parece?”). Y afirmaciones como estas: “Este patrón planetario sugiere que usted tiende a hacer tal y tal cosa en esta zona de su vida. Me pregunto cómo experimenta usted esa tendencia”. A veces, la presentación de una interpretación general y la solicitud de antecedentes podrá permitir que usted y su consultante juntos descubran patrones específicos que puedan inducir una percepción y una acción que sean útiles. 

Debido a la gran cantidad de significados de cada posición astrológica y a los diversos niveles en los que un consultante pueda estar experimentando y expresando particulares influencias, es probable que deseemos brindar una vasta gama de posibilidades cuando describamos una posición planetaria, un aspecto o una configuración en especial. Por ejemplo, una T cuadrada con Neptuno en Libra en la casa 9 puede sugerir anhelo “de elevarse”, pero, ¿esta persona procura trascenderse valiéndose de drogas, meditación, viajes o experiencias espirituales? Podríamos decirle a este consultante: “Es probable que usted experimente ansias profundas de trascenderse y tenga ganas de elevarse de alguna manera. Eso podría hacer que usted recurra a las drogas o se abisme en fantasías, o se sienta inclinado a meditar, a participar en búsquedas espirituales, a estudiar música o enseñar música o literatura, o incluso a viajar a sitios que lo inspiren. Usted tendería a sentirse atraído por lugares espirituales o idílicos, por lugares que estén en el agua o posean una belleza natural. ¿Alguna de estas posibilidades es particularmente atractiva para usted?”. Más tarde, después que nuestro consultante confirmó varias impresiones nuestras, podemos preguntarle si él consideró algunas de las otras opciones que le presentamos. 

¿Cómo sabemos cuándo una interpretación tiene resonancias en la experiencia de nuestro consultante de modo que éste la recibe plenamente? En primer lugar, es probable que él indique con gestos o con expresiones faciales que ha sido “tocado” o afectado. En segundo lugar, es probable que responda verbalmente con asociaciones y ulteriores elaboraciones. Si no reacciona para nada, es probable que seamos inexactos en nuestra interpretación o ineficaces en el modo con que expresemos verbalmente o traduzcamos las posiciones planetarias: por otra parte, es posible que nuestra interpretación sea exacta pero que, en ese momento, no cause impacto emocional en el consultante porque tal interpretación es demasiado superficial o porque presenta algo que él ya conoce o algo que todavía no es capaz de escuchar. Son variadas las explicaciones posibles, si un consultante rechaza u ofrece resistencia a nuestras interpretaciones. Es probable que usted haya tocado un punto sensible que él no está dispuesto a encarar: en este caso, podemos dejar este tema, puesto que no somos terapeutas y posiblemente logremos poco si seguimos sondeando. Siempre existe la posibilidad de que el consultante se torne más receptivo, cuando él solo escuche la grabación de nuestra sesión. Por otra parte, podemos ser inexactos en nuestra interpretación de los símbolos astrológicos o suponer equivocadamente que el consultante está obrando desde un nivel de consciencia o de acción que es demasiado bajo o demasiado alto. El hecho de que el consultante rechace activamente nuestra interpretación no indica necesariamente que lo que le comunicamos sea la verdad; a veces las personas no oponen una ardiente resistencia a una interpretación porque ésta sea demasiado veraz, sino porque hemos pisoteado apreciables aspectos de ellas mismas, y se enojan o se sienten lastimadas como reacción, porque se las interpreta y comprende de manera equivocada. 


viernes, 13 de abril de 2018

El Gran Trígono ( Parte final )


Fragmento perteneciente al Capítulo 4 del libro “Dinámica y análisis de los aspectos”, de Bil Tierney


EL GRAN TRIGONO DISOCIADO

No todos los Grandes Trígonos están formados por planetas de la misma triplicidad. Cuando está compuesto por dos signos del mismo elemento y uno de otro, aparece la influencia de la cuadratura y del quincuncio, debido al planeta ubicado en otro elemento. Esta condición crea al Gran Trígono Disociado. En general, el Gran Trígono Disociado posee un poco más de impulso y actividad que el Gran Trígono normal. Pero, también puede disminuir el poder protector asociado con esta configuración. Pero aunque fluya con un poco menos de facilidad. Las influencias que recibe le brindarán la suficiente tensión como para impedir que opere de manera demasiado pasiva. A veces funcionará de forma esporádica, su complejidad lo vuelve un desafío mayor para el individuo. Se lo denominará según el elemento que prevalezca. Hanz Christian Andersen tenía un Gran Trígono Disociado de Agua, lo que le ayudó a estimular su fantasía e imaginación creativa. El novelista Sinclair Lewis poseía un Gran Trígono Disociado de Aire, y escribió libros cuya temática eran los abusos sociales de su época. El tiempo dirá cómo utiliza el Príncipe Carlos su Gran Trígono Disociado de Tierra. No fui capaz de encontrar un ejemplo para el Gran Trígono Disociado de Fuego.  

EL COMETA

Esta configuración rara vez discutida es un Gran Trígono modificado. En este caso, un planeta se ubica en el cuarto lugar en oposición a uno de los planetas del Gran Trígono. Al mismo tiempo, hace sextil a los dos planetas restantes. Además de la dinámica correspondiente al Gran Trígono en sí mismo, el Cometa recibe el estímulo añadido del sextil y la oposición. Es una configuración formada por tres trígonos, dos sextiles, y una oposición. Según mi interpretación, es un indicador más dinámico de éxito en la vida. El planeta que hace sextil a los dos puntos del Gran Trígono representa una salida estimulante (a menudo mental) para el caudal creativo de esta configuración. Los beneficios especiales indicados por el Gran Trígono se suelen canalizar en las actividades naturales señaladas por los impulsos de este planeta focal, a menudo filtrándose a través de la Casa que lo contiene. El Cometa es más versátil en su aplicación creativa, dado que la influencia del sextil estimula el deseo de autoexpresarse y provee de oportunidades externas más amplias para tal acción. El área natal que se opone al cuarto planeta puede indicar dónde se dirigirán los talentos y las habilidades; el planeta sugerirá la naturaleza del impulso a expresar, pero el cuarto planeta actuará como un catalizador. La estimulación derivada de la presencia de estos aspectos suplementarios servirá para realzar la percepción individual del vasto potencial creativo o espiritual del Gran Trígono, alentando una activación más plena de sus promesas en una gama más amplia de circunstancias. Con la inclusión de la oposición, habrá una percepción mayor de cómo puede ser aplicado este Gran Trígono al medio social. Este tipo de configuración se vuelve menos autorrepresiva.

EL GRAN TRIGONO MENOR

Esta configuración es muy común, ocurre cuando un planeta hace sextiles a otros dos que a su vez están en trígono. El que hace sextiles a los otros dos debería estar idealmente en el punto medio. Este planeta del punto medio facilita el intercambio natural del trígono, permitiéndole atraer de manera más consciente oportunidades para expresar sus talentos en el medio ambiente. El individuo está más alerta a las alternativas potenciales de expresión creativa que le proporciona el trígono, Incluso puede ser más inventivo o versátil en la forma en que libera sus habilidades. El Gran Trígono Menores menos estático y pasivo que el Gran Trígono contenido, y por lo tanto más inclinado a utilizar sus energías constructivas. En general el Gran Trígono Menor brinda una mayor inteligencia y objetividad, ayudando al individuo a mostrar sus aptitudes naturales a los demás de manera más adaptable, Es más capaz de comunicar hábilmente sus energías, y con una cierta dosis de intuición.

domingo, 8 de abril de 2018

Desarrollo Personal

Fragmento del capítulo "Un sí a lo que soy", del libro "Los cinco hechos que no podemos cambiar", de David Richo.

Decir sí a nuestro desarrollo psicológico personal es emprender el trabajo que requiere erigir un ego más sano, es decir, una manera más sana de funcionar en el mundo.

Si no hemos sucumbido a una vida de odio, desesperación o resentimiento, por el momento hemos sobrevivido victoriosamente a los golpes de la infancia y de la edad adulta. La salud psicológica es una combinación de pensamiento y acción en el mundo, que nos mantiene evolucionando. Es, en primer lugar, la clave de la autoestima que nos aporta serenidad y felicidad. Segundo, la salud psicológica significa relaciones eficaces en las que es posible amar sin miedo. 

Como parte de tu propio trabajo personal, utiliza esto como lista de verificación para evaluar tu progreso hacia la salud psicológica:

Asertividad en nuestras relaciones con los demás para poder expresar nuestras necesidades, valores y deseos más profundos sin inhibición y respetando a los demás.

Reconciliarnos con los temas pendientes de la infancia para que ya no controlen tanto nuestra vida presente o determinen nuestro estilo de relacionarnos con los demás.

Un programa para afrontar el miedo, la culpa, la ira y la adicción para que no nos dominen o nos refrenen.

Reconocer que nuestro ego puede inflarse o imponerse y, al reconocerlo, tomar decisiones no regidas por esas distorsiones.

Un programa interno fiable al que nos comprometemos para tratar con nuestras necesidades, conflictos, sufrimientos, pérdidas, retos y la toma de decisiones.

Comprometerse con atender, procesar y resolver los problemas que surgen en nosotros o entre nosotros y otras personas.

Ser conscientes de que la gente -y nosotros- tiene un lado oscuro de sombra y, por consiguiente, tener un programa para tratar con esa sombra de una manera creativa, lo que incluye reparar el daño cuando hemos hecho algo que no está bien.

Reconocer que nuestras reacciones intensas ante los demás, ya sean de aversión o de atracción, pueden ser proyecciones basadas en nuestra propia sombra, nuestro ego, o en temas no resueltos de nuestra infancia.

Un sentido creciente de auto-respeto y respeto por los demás, con todas sus virtudes y vicios diversos.

La capacidad de mantener límites personales y, no obstante, ser auténticos en nuestras relaciones con los demás.

La capacidad de intimar sin ser refrenados por el miedo o empujados por la compulsión.

Un creciente y fiable sentido intuitivo y una atención a los comentarios de los demás, sin ponernos a la defensiva.

La capacidad doble de relacionarnos con personas nuevas que entran en nuestra vida y poder decir adiós, serenamente, a las que se van.


El reconocimiento de que estas cualidades pueden requerir la ayuda de la terapia, libros de autoayuda, clases o programas de doce pasos, así como la disposición a acudir a esos recursos.

martes, 3 de abril de 2018

El Gran Trígono ( Parte III )

Fragmento perteneciente al Capítulo 4 del libro “Dinámica y análisis de los aspectos”, de Bil Tierney.

EL GRAN TRIGONO DE AIRE

Con el Gran Trígono de Aire, se enfatizan el idealismo, la expansión, y la sabiduría del trígono. El elemento aire se conforma viviendo en un nivel mental sin necesidad de expresarse abiertamente en el mundo externo. El elemento y el trígono comparten un común denominador: la inclinación natural a conceptualizar y a crear a nivel abstracto. Por lo tanto, el lado impráctico del trígono puede hacerse más evidente con esta configuración si el individuo es incapaz de acercar sus percepciones idealistas a la realidad. Será socialmente muy curioso, de mente amplia y tolerante (los trígonos son benevolentes y de trato agradable). Pero no se relacionará con los demás de manera profunda o apasionada, ni demasiado íntima. La inclinación natural será al desapego, adoptará la posición del observador, del que no se compromete, aquel que permanece libre para explorar lo que atrae su atención. Se sentirá muy satisfecho internamente cuando cuenta con una gran variedad de relaciones que no le exigen mucho. Esto significa que una persona que posee un Gran Trígono de aire considera un desafío permanecer emocionalmente fiel a otro, para él será una complicación asfixiante.

Sin embargo, este Gran Trígono confiere la posibilidad de alcanzar un nivel educativo superior, un intelecto vivaz, y la habilidad para ver la vida desde una amplia perspectiva. Disfrutará aprendiendo acerca del mundo en que vive. Es, en cierta forma, el «eterno estudiante». Sus facultades racionales están muy desarrolladas, es capaz de considerar objetivamente todas las facetas de un tema determinado (a veces este proceso será eterno) antes de llegar a cualquier conclusión duradera. Pero la vida rara vez lo presiona para que tome decisiones, sino que lo estimula para que siga buscando nuevas percepciones. Le resulta fácil desapegarse y funcionar impersonalmente; le gustan las generalizaciones.

Una persona con un Gran Trígono de Aire despedirá un gran carisma social, que realzará su personalidad. Posee magnetismo en las relaciones personales. Con facilidad atrae la cooperación amistosa de los demás, debido a su manera de ser agradable ya su habilidad camaleónica. En general, esta configuración indica encanto natural, una manera de ser atrayentemente extrovertida, y una capacidad innata para comunicarse. Cuando este trígono lo posee una persona de carácter débil, utilizará su enorme poder persuasivo y su talento (el típico embaucador) para engatusar a otros a hacer cosas que lo beneficien o le brinden ventajas personales. Por otra parte, verá la vida desde, un punto de vista superficial, percibirá las condiciones humanas sólo a partir de la apariencia. Debido al sentimiento de bienestar que destila el Gran Trígono, creerá que sus evaluaciones superficiales son intelectualmente superiores a las observaciones de los demás. Aunque una de las cualidades de este Gran Trígono es la capacidad de pensar creativamente, puede que el individuo no se tome el trabajo de asegurar sus ideas, ideales, o percepciones abstractas de una forma que las haga fácilmente comprensibles y operativas en el mundo externo. La realidad de su mente quizás no roce nunca la realidad de su medio ambiente social. Es aconsejable que trabaje en los campos de la comunicación o en aquéllos que estimulan los contactos sociales de manera que pueda circular dinámicamente y expresarse en vez de permanecer aislado en una torre de marfil.

EL GRAN TRIGONO DE AGUA

Con el Gran Trígono de Agua, se enfatiza el poder pasivo, receptivo, y protector del trígono. El agua, así como el trígono, busca la tranquilidad y un intercambio pacífico y calmo. Tanto el elemento como el aspecto comparten el disfrute de la satisfacción sensual y la sensibilidad a los estados interiores de conciencia. El individuo con un Gran Trígono de Agua aprecia la riqueza emocional y, como quien posee el Gran Trígono de Tierra, valora la prosperidad en el terreno material. Responde con facilidad a las corrientes subterráneas de la vida. Sus poderes de detección son superiores a la norma, sugiriendo un cierto grado de sensibilidad psíquica. Sin embargo, su impresionabilidad puede transformarse en una cualidad creativa, y productiva, una vez que aprenda a proteger su delicada emocionalidad. La expresión fluida de sus sentimientos le permite retirarse con facilidad en su mundo interior y privado, en el que se siente contento en un plano de profunda subjetividad. Se sentirá gratificado personalmente cuando explora el vívido mundo de su imaginación, o reflexiona sobre el pasado. Durante sus períodos de reclusión, intimidad, quietud y descanso, se siente interiormente nutrido y seguro. Pero a menos que existan principios dinámicos en el horóscopo (por ejemplo, planetas de fuego en Casas angulares, cuadraturas cardinales, oposiciones, o incluso una Cuadratura en T Fija para mayor estabilidad y determinación), este Gran Trígono puede alentar un temperamento  escapista demasiado vulnerable para canalizar efectivamente su sobrecarga emocional de forma constructiva. Hay una tendencia a una exagerada dependencia, necesidad de cuidados, seguridad contra las amenazas o peligros, y aislamiento psicológico de las facetas más duras de la realidad. Cuánto más sutilmente se expresen estas necesidades, más insidiosas serán en potencia. En mi opinión, éste es el único Gran Trígono que con facilidad se vuelve problemático, ya que la autorrepresión emocional que produce hace que sea muy difícil conocer íntimamente a este individuo. Negativamente, puede llegar a sentir que está separado del mundo externo (ya que el agua es un elemento unificador que, cuando es bloqueado, puede sentirse desconectado de su medio ambiente), Puede perder el contacto con su percepción consciente de sí mismo y dejar de manera pasiva dominen las fuerzas del inconsciente. Pero por otra parte, la habilidad para conectar con las impresiones inconscientes puede convertir a este Gran Trígono de Agua en un terreno muy fértil cuando se lo utiliza para arar en el interior del ser humano.

Dado que uno de los rasgos prominentes del Gran Trígono de Agua es su habilidad misteriosa para sentir las energías subterráneas de la gente, su presencia en la carta puede indicar éxito en los campos del servicio social. Debido a su desarrollado sentido de empatía y simpatía, puede ayudar y nutrir a otros por procedimientos curativos y terapéuticos. Un Gran Trígono de Agua puede representar el florecimiento evolutivo de la habilidad para sintonizar con las necesidades de la conciencia colectiva con mucha compasión. Se puede convertir en el consolador oculto, o en el sanador de los enfermos, los débiles de espíritu, los desequilibrados, o los marginados sociales. Por lo tanto, esta configuración es un tesoro para el trabajo psiquiátrico, la medicina, o la psicología. Pero, debido a la naturaleza absorbente de este Trígono, el individuo debe aprender a separarse de sus sentimientos si desea funcionar constructivamente, dado que tiene tendencia a verse afectado por las penas del mundo. En el caso de alguien con carácter débil, la persona podría sentirse fácilmente derrotada, rechazada, insegura, sola, y totalmente incapaz de hacer frente a lo que exija esfuerzo de su parte. En general, el Gran Trígono de Agua señala al soñador que se retira a su mundo de fantasías, ilusiones e imaginación. Si canaliza positivamente esos impulsos, puede obtener logros excepcionales en el terreno de la creatividad, la belleza, el encanto o las artes. También puede alcanzar el éxito en las áreas que le permitan investigar los misterios ocultos de la vida, en las cuales se necesita una percepción aguda de los matices.

Continuará…

domingo, 1 de abril de 2018

Interpretación de cartas natales


Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del Horóscopo, de Tracy Marks.

Antes de que tratemos los usos constructivos de la interpretación, consideremos de manera más completa los inconvenientes de atenernos demasiado a ella cuando prestemos nuestro asesoramiento astrológico y cuando la usamos inadecuadamente. En primer lugar, es probable que, como astrólogos, nos relacionemos menos con el consultante que con la carta, sin considerar la capacidad de éste para usar la interpretación. En segundo lugar, es posible que usemos la interpretación para demostrar nuestra superioridad o poder, o fomentar nuestros egos, y también podemos ocultar con ella nuestra hostilidad y nuestras propias opiniones. En tercer lugar, la interpretación puede crear distancia, impidiendo el compromiso y el contacto emocionales con los que tienen lugar el impacto y la intuición reales. En cuarto lugar, la interpretación puede usarse indefinidamente para intelectualizar los problemas de aquí y ahora, en vez de encararlos activa y emocionalmente.

La interpretación puede ser un medio para ayudar a un consultante a evitar que asuma su responsabilidad y se empeñe en patrones de conducta que sean constructivos.

Sin embargo, existen otros inconvenientes. Como astrólogos que nos respaldamos en la supuesta autoridad de la carta natal, es probable que saquemos conclusiones con demasiado apresuramiento, brindando una interpretación tras otra, como si fueran una verdad evangélica, abrumando y desvalorizando al consultante al no permitirle que participe en estas autodefiniciones o que las confirme. Cuando nos atenemos demasiado a la interpretación, es probable que actuemos así porque partimos de estas ilusiones: 1.- solo el conocimiento intelectual produce crecimiento y cambio, y 2.- la información que nosotros damos es la que produce crecimiento y cambio.

Es necesario examinar estas suposiciones a la luz de las teorías psicológicas que se concentran sobre los nexos necesarios entre perceptividad, receptividad emocional y buena disposición psicológica para utilizar activamente un conocimiento. También es importante considerar el profundo impacto de un conocimiento que obtenemos desde dentro de nosotros mismos, en contraste con una interpretación intelectual que otra persona nos brinda. La interpretación de otra persona puede inducir en nosotros una percepción, pero la interpretación sola es ineficaz si el momento oportuno no es adecuadamente elegido. Es probable que los consultantes se resistan a una interpretación o a demasiadas interpretaciones cuando están muy inquietos, cuando no son satisfechas sus necesidades emocionales y cuando en el orden emocional están pasando por una crisis o un problema particularmente profundos. En estos casos, necesitamos limitar la cantidad de interpretaciones que brindemos, escoger cuidadosamente nuestras palabras y prestar atención a la capacidad de nuestro consultante para asimilar y usar la interpretación a fin de que sea él quien obtenga por sí mismo una interpretación que le sea útil.

La interpretación es realmente valiosa cuando la damos aceptando el estado psicológico del consultante y mostrándole que uno es sensible a sus inquietudes. La interpretación puede ayudar al consultante para que convierta en conceptos, aclare y, en consecuencia, a su debido tiempo domine aquellos sentimientos y modalidades de conducta que en él son vagos e indefinidos. Mediante un incremento de los dominios del ego sobre los del id o inconsciente, una persona llega a ser más consciente de sí y, por lo tanto, más capaz de dirigir sus acciones cuando opta por esto. la interpretación puede ayudar a los consultantes a que se den cuenta de cuándo están actuando sobre la base de suposiciones anticuadas o inadecuadas, o de patrones de conducta que, cuando se los comprende, son más fáciles de abandonar.

Las interpretaciones también pueden ayudar a los consultantes a definir y reorganizar la percepción que ellos tienen acerca de sí mismos y de la realidad que los rodea, y a sentirse más sólidos y capaces. Algunas interpretaciones ayudan a los consultantes a que estén al tanto de otras perspectivas, actitudes, opciones y acciones, de modo que el alcance de sus comportamientos aumente y se amplíen las posibilidades que se les presenten. Todo esto depende, en gran medida, de si una interpretación se expresa de manera negativa o positiva, con el propósito de comunicar “esto es lo que usted es”, como si fuéramos entes inmóviles y cristalizados, determinados completamente por factores condicionantes y astrológicos del pasado, o de si una interpretación comunica “esto es lo que usted ha sido… y esto es lo que usted podrá ser”.