miércoles, 17 de diciembre de 2008

Reflexionen sobre esto


El libro “Reflexionen sobre esto” (editado por la Fundación Lucis) contiene una selección de textos – por temas - extraídos de diversos libros de Alice Bailey. Lo recomiendo especialmente a todos aquellos que deseen iniciarse en la lectura de las obras de esta autora, que ha sido esencial para mi formación. Descarga gratuita de sus libros ingresando en http://hermandadblanca.org/biblioteca/libros-del-tibetano/

1.- ASTROLOGIA:
“La Astrología es una ciencia, y en verdad una ciencia del futuro. Es también verdad que la Astrología, en su aspecto más elevado y en su verdadera interpretación, permitirá finalmente al hombre enfocar su comprensión y actuar correctamente. Además es correcto que en las futuras revelaciones de la Astrología se hallará el secreto de la verdadera coordinación entre alma y forma.”

“No puedo insistir demasiado en que la Astrología Esotérica concierne totalmente a las fuerzas y energías que afectan al aspecto conciencia del ser humano y condicionan la vida de la personalidad. Este punto debe ser considerado por sobre todo lo demás. En otras palabras, la Astrología Esotérica concierne al alma y no a la forma y, por lo tanto, todo lo que tengo que decir se refiere a la conciencia, a su expansión, al efecto que produce sobre sus vehículos, la forma y –en último análisis (como se comprobará más adelante)- a la Ciencia de Iniciación.”

2.- HOROSCOPO: “Un horóscopo frecuentemente es exacto en su pronóstico para quienes no han evolucionado ni están aún despiertos, siendo completamente erróneo y falso respecto al hombre altamente evolucionado.”

“Un individuo evolucionado puede contrarrestar la influencia de los planetas y dominar así la vida de su personalidad, de tal manera que la predicción y la certeza en lo que respecta a la actividad y las circunstancias ya no son posibles. El alma domina y los planetas cesan de condicionar la vida.”

“A medida que el hombre evoluciona, se perfecciona también constantemente el mecanismo de respuesta, o los vehículos de la conciencia. Por lo tanto, sus reacciones a las influencias planetarias y a la energía de las distintas constelaciones cambian con igual persistencia, y esto debe tenerse en cuenta. En consecuencia, es esencial que el astrólogo moderno empiece a estudiar el punto de evolución del sujeto, previamente a la confección del horóscopo, asegurandose el lugar que ocupa en el sendero de evolución.”

3.- CONCIENCIA: “El desarrollo del ser humano consiste en el paso de un estado de conciencia a otro. Es una sucesión de expansiones, un desarrollo de la facultad perceptiva. Es el progreso de la conciencia centralizada en la personalidad, yo inferior o cuerpo, hacia la conciencia centralizada en el yo superior, ego o alma y, de allí, pasa a centralizarse en la mónada o espíritu, hasta que oportunamente la conciencia llega a ser divina.”

“Estos conocimientos o expansiones de conciencia, están regidos por la ley natural, y toda alma, sin excepción, los experimenta a su debido tiempo.”

4.- ENERGIA Y FUERZA: “Las notas clave sobre las cuales se ha construído la filosofía esotérica son:
a) En la manifestación sólo existe energía organizada.
b) La energía sigue al pensamiento o se adapta a él.
c) El esoterista trabaja dentro de la energía y con energías.”

“El trabajo del esoterista y del aspirante es llegar a comprender estas fuerzas y aprender así su naturaleza y empleo, potencia y grado de vibración. Además debe aprender a reconocer su origen y a distinguir entre fuerzas, energías y rayos. El principiante puede hacer una clara diferenciación entre fuerzas y energías, reconociendo el hecho de que las personalidades nos afectan por medio de la fuerza que emana de su aspecto forma, pero estas mismas personalidades purificadas y alineadas, pueden ser transmisoras de las energías del alma.”

5.- LA PALABRA: “Procure saber cuándo hablar y cuándo guardar silencio, recordando que al eliminar la posesividad y toda referencia de sí mismo reducirá la conversación a sus esenciales puntos espirituales.”

6.- TIEMPO: “El tiempo es el registro secuencial, por el cerebro, de estados de percepción y de contactos progresivos con los fenómenos. En los planos internos no existe tal cosa como el tiempo, según lo entiende la humanidad. Hay sólo ciclos de actividad y de no-actividad.”

7.- REFLEXIONES FINALES:

“Para ser verdaderamente eficaz tal como se desea, debe adoptar la actitud de que es un canal libre e ininterrumpido y no debe obstruirlo con sus ideas, sus planes y sus actividades del plano físico.”

“En el centro del huracán hay un punto de paz. Así reza la historia. Puede descubrírselo. Así sucede en todas las tormentas de la vida: conducen a la paz siempre que no seamos como hojas al viento.”

“No tema a la soledad. El alma que no puede sostenerse sola nada tiene para dar.”

“En sentido esotérico, todo en el futuro se tornará más liviano, sutilizado y etéreo.”



domingo, 7 de diciembre de 2008

Reflexiones sobre el momento actual


Recuerdo haber escuchado, en mi infancia, la palabra “incrustación” asociada a la joyería. Era muy chica cuando mi padre me regaló un anillo, explicándome que era de oro con incrustaciones de rubíes.

Curiosamente, el año pasado en un seminario de astrología, esta expresión volvió en la voz de la profesora que, impactándome especialmente, hizo referencia a “incrustarse en la realidad”.

Hoy transito un momento muy particular de mi vida y siento que soy yo quien se está incrustando en la realidad.



Lo primero que despierta la palabra “incrustar” es la idea de un movimiento intenso, casi violento.


En estos tiempos se habla mucho de los tránsitos de Saturno en Virgo y Plutón en Capricornio, en un intento de explicar la realidad que estamos viviendo y la crisis general que soporta el planeta. Y me parece muy apropiada esta expresión para intentar una interpretación de los mismos desde una mirada diferente.


Tomando la idea de los rubíes incrustados en oro, veamos a la realidad como el oro y a nosotros como rubíes o piedras preciosas. Y pensemos en la posibilidad que esta crisis de la humanidad nos brinda para tallarnos, pulirnos y refinarnos, en un intento de expresar lo mejor de nosotros e incrustarnos en la realidad para modificarla.


La fuerza de las palabras es inexorable: la palabra construye realidades. También sabemos que la energía sigue al pensamiento.


Desde esta dimensión es que podemos comenzar a modificar la realidad. El proceso comienza en los planos más sutiles, porque lo sutil es la verdadera sustancia de todo lo concreto.


Los tránsitos de Saturno en Virgo y Plutón en Capricornio nos hablan de austeridad.


Austeridad no es sinónimo de privación ni de carencia. Más bien me refiero a la idea de sobriedad o moderación: una disposición interior a vivir de un modo simple, sabiendo que existe una notable diferencia entre lo que deseamos y lo que necesitamos verdaderamente.


La pobreza no siempre es sinónimo de austeridad. En la conciencia del pobre puede existir el deseo irrefrenable de poseer mientras que la austeridad sugiere la aceptación de poseer sólo aquello que se necesita, lo que lleva a un estilo de vida basado en la simplicidad.


Este es un momento de la humanidad en el que podemos aprender a construir simplicidad por medio de la austeridad, considerada como sinónimo de sobriedad o sencillez, y sin que implique dureza o rigidez. La austeridad no excluye el placer: enseña a disfrutar de otra manera.


Estos tránsitos también me llevan a reflexionar acerca de la diferencia que existe entre controlar y organizar. Podemos organizar la realidad pero no podemos controlarla.


El control surge del miedo a la pérdida. El que controla y manipula no posee poder: controla porque siente que lo ha perdido. En cambio el que organiza, lo hace desde la libertad interior, ejerciendo su poder de elegir y su voluntad de accionar.


El control proviene del apego y nos incrusta en él; la organización nace del desapego y nos incrusta en la libertad.


Finalmente, otra idea que surge de estos tránsitos tiene que ver con los métodos. Un método es un plan o programa de trabajo para alcanzar una meta.


Y pienso en que cada uno podría diseñar sus propios métodos para alcanzar sus metas y objetivos, construyendo una realidad a su medida e incluyéndose en el mundo para ocupar el lugar que le corresponde, desde el cual será útil a los demás.


Creo que ya no es momento de formar parte del proyecto de otros sino de construir el propio proyecto, a partir de aquello que nos individualiza y para lo cual hemos venido a la vida.


Hace falta valor para despejar el camino de todo aquello que ya no sirve y tomar la decisión de iniciar un camino individual, en donde podamos expresar nuestra singularidad aunque eso signifique salirnos del sistema. La vocación no sabe de sistemas, sólo responde a la pasión.


Muchas de las personas que me rodean ya están caminando hacia la construcción de su propio proyecto porque han entrado en contacto con su alma y han escuchado su voz, respondiendo a su llamado.


Recordemos la primera ley de curación esotérica –enunciada en el libro “Curación Esotérica” de Alice Bailey-: “Toda enfermedad es el resultado de la inhibición de la vida del alma”. Creo que los tránsitos de Saturno en Virgo y Plutón en Capricornio, sin olvidar los de Urano en Piscis y Neptuno en Acuario, nos están recordando que ya es hora de darle expresión a la vida del alma. En lo individual nos servirá para construir la realidad que nos brinde plenitud y realización: en lo colectivo, quizás más lenta y trabajosamente, sirva para modificar la realidad convirtiendo el planeta en un lugar de aprendizaje a través de la libertad y la solidaridad.

Les dejo una última reflexión: si reemplazamos la letra “t” de la palabra “solitario” por la letra “d”, surge la palabra “solidario”. No se trata de un juego de letras, sino de
un cambio de conciencia.

La elección, como siempre, es nuestra.




sábado, 18 de octubre de 2008

Sinastría: Acerca de los Vínculos

La Astrología nos enseña que nos vinculamos para conocer nuestras energías. Desde esta concepción, encontramos tres modos de vincularnos, dependiendo del grado de proyección que incluyan nuestras relaciones.

Cuando nos vinculamos proyectando no vemos al otro tal como el otro realmente es. Lo vemos en base a lo que necesitamos ver para satisfacer nuestras expectativas y necesidades. Entonces proyectamos cualidades, deseos o sentimientos nuestros en el otro, que luego le atribuímos. Así establecemos vínculos simbióticos.

Llega un momento en el que descubrimos que los vínculos nos ofrecen un campo de intercambio y complementación. En este punto tenemos que aprender a ir soltando las proyecciones. Ingresamos así en una etapa alquímica en la que nos hacemos cargo de transformar concientemente nuestra manera de relacionarnos. Se trata de un proceso de limpieza de las proyecciones que se convertirá en un entrenamiento en el terreno de lo vincular.

Como resultado de esta ejercitación conciente y persistente, pasamos a una etapa en la que comenzamos a ver al otro tal como en realidad es. Recién en este momento estamos en condiciones de vincularnos desapegadamente, considerando al otro como un verdadero complementario.

Una vez que comprendamos estos tres modos que nos informan acerca de la dinámica energética de lo vincular, reconoceremos cuál es nuestra manera de hacer encuentro, pudiendo modificarla para que nuestros vínculos puedan ser sanados. La idea es que prevalezca la unión, la complementación y la interdependencia, en lugar de la separación, el antagonismo y la dependencia.

De esto se trata la recta relación entre los seres humanos.

Esta concepción es válida para todo tipo de vínculos. Mediante la creativa modalidad vincular que busca el desapego, podrán ser construídos y sostenidos vínculos sanos, evitando o disminuyendo las situaciones que incluyen luchas de poder, control y manipulación.

Visualicemos un jardín: algunas plantas crecen tanto que se doblan y es necesario colocarles un tutor para sostenerlas y darles un punto de apoyo. Este tutor permanece a su lado sin interferir en su crecimiento ni controlarlo.

De la misma manera, en el encuentro con el otro la función del ser humano es la de acompañar, sostener y dar apoyo, sin interferir en su crecimiento, sin dominar o someterse perdiendo el contacto con su verdadera potencia, esa que sólo se descubre al hallar el justo equilibrio entre la impotencia y la omnipotencia. Este es el concepto de poder como recurso interno.

Vincularnos significa, simplemente, caminar junto al otro, estar a su lado y colaborar en su proceso de evolución, creativamente, en libertad de ser y dejando ser.

martes, 14 de octubre de 2008

Acerca de las Crisis

Nos cuesta contemplar las crisis como oportunidades de cambio, porque a muchos nos es difícil aceptar la pérdida, correr riesgos y rectificar el rumbo.

Nuestra primera reacción es la resistencia. Cuanto más se resiste el ego, más controla, más se cierra y endurece, aumentando la posibilidad de que el quiebre sea mayor que si se mantuviera flexible mediante la aceptación.

Los tránsitos de Saturno y de los planetas transpersonales -Urano, Neptuno y Plutón- simbolizan en Astrología las principales crisis de la vida.

Cada uno de estos planetas se relaciona con procesos de larga duración en los que seremos conducidos hacia diferentes desafíos:

Con Saturno, la maduración y el aprendizaje de la responsabilidad personal en un contexto de orden y de solidez. Hablamos de la construcción de lo propio.

Con Urano, el desarraigo y la pérdida de lo familiar que impone toda renovación de la existencia. Aquí el logro es la libertad.

Con Neptuno, el sentimiento de caos y disolución asociados a toda crisis y, al mismo tiempo, la oportunidad de integrarnos a la dimensión espiritual de la vida.

Con Plutón, la reorientación, repolarización y renacimiento hacia nuevas formas del ser, mediante procesos de limpieza y purificación.

La Astrología identifica las experiencias arquetípicas que todos debemos atravesar en nuestro proceso hacia la individuación en las diferentes etapas de la vida. Esta información nos ayudará a comprender y resignificar el dolor que toda crisis provoca, a fin de que podamos encontrar el sentido y el propósito para responder creativamente y seguir adelante, siendo cada vez más reales.

martes, 30 de septiembre de 2008

La Leyenda del Sol y de la Luna

Antes de que hubiera día en el mundo, se reunieron los dioses en Teotihuacan.
- ¿Quién alumbrará al mundo?- preguntaron.
Un dios arrogante que se llamaba Tecuciztécatl, dijo: -Yo me encargaré de alumbrar al mundo.
Después los dioses preguntaron: -¿Y quién más?
Se miraron unos a otros, y ninguno se atrevía a ofrecerse para aquel oficio.
- Sé tú el otro que alumbre -le dijeron a Nanahuatzin, que era un dios feo, humilde y callado.
Y él obedeció de buena voluntad.

Luego los dos comenzaron a hacer penitencia para llegar puros al sacrificio. Después de cuatro días, los dioses se reunieron alrededor del fuego.
Iban a presenciar el sacrificio de Tecuciztécatl y Nanahuatzin.
Entonces dijeron: - ¡Ea pues, Tecuciztécatl! ¡Entra tú en el fuego!
Y él hizo el intento de echarse, pero le dio miedo y no se atrevió. Cuatro veces probó, pero no pudo arrojarse.
Luego los dioses dijeron: - ¡Ea pues Nanahuatzin! ¡Ahora prueba tú!
Y este dios, cerrando los ojos, se arrojó al fuego.

Cuando Tecuciztécatl vio que Nanahuatzin se había echado al fuego, se avergonzó de su cobardía y también se aventó.
Después los dioses miraron hacia el Este y dijeron: - Por ahí aparecerá Nanahuatzin hecho Sol.
Y fue cierto.
Nadie lo podía mirar porque lastimaba los ojos. Resplandecía y derramaba rayos por dondequiera. Después apareció Tecuciztécatl hecho Luna. En el mismo orden en que entraron en el fuego, los dioses aparecieron por el cielo hechos Sol y Luna.

Desde entonces hay día y noche en el mundo.
Leyenda mexicana http://www.redmexicana.com/leyendas/elsolylaluna.asp



martes, 19 de agosto de 2008

El Sol y la Luna




Cuando las tinieblas cubrían la Tierra, una muchacha era visitada por la noche por alguien cuya identidad no podía descubrir. Determinó averiguar quién podría ser. Mezcló un poco de hollín con aceite y se pintó el pecho con ello.
La próxima vez descubrió, horrorizada, que su hermano tenía un círculo negro de hollín en torno a la boca. Lo reprendió y él lo negó. El padre y la madre se enfadaron mucho y regañaron a ambos con tanta severidad que el hijo huyó de su presencia.
La hija tomó un tizón del fuego y lo persiguió. El corrió hacia el Cielo para escapar de ella, pero ella voló en pos de él. El hombre se transformó en la Luna, y la muchacha que llevaba la antorcha se convirtió en el Sol. Las chispas que saltaron del tizón se convirtieron en las Estrellas.
El Sol continuamente persigue a la Luna, que se oculta en la oscuridad para evitar ser descubierta.
Cuando se produce un eclipse, se cree que ambos se encuentran.




Mito esquimal sobre el origen del Sol, la Luna y las Estrellas, extraído de:
http://agalma.wordpress.com/2007/05/23/el-sol-y-la-luna-mito-esquimal-sobre-el-origen-del-sol-la-luna-y-las-estrellas

martes, 5 de agosto de 2008

Las Casas Astrológicas


Complementando la nota "La Carta Natal y su Interpretación", publicada en este blog el 17 de Julio de 2007, hablaré ahora sobre las casas astrológicas, que constituyen un sistema simbólico descriptivo de los ámbitos en los que se desarrollan todas las experiencias de la vida humana. La entrada a las casas se conoce con el nombre de “cúspide”.

Dada la complejidad del tema, sólo citaré algunos de los significados principales atribuídos a las mismas. Otros significados no incluídos en esta nota se deducirán de los mencionados:

Casa Uno: la imagen que proyectamos, es decir, el yo externo –a diferencia del yo esencial, que se halla representado por el signo solar-, la apariencia física, la manera personal de iniciar un proceso. La cúspide de la casa uno se denomina Ascendente.


Casa Dos: la manera de materializar y conservar; los recursos externos como ser: dinero, posesiones y bienes. Los recursos internos como ser: dones, talentos y habilidades.

Casa Tres: la dinámica mental con la que nos desenvolvemos en lo cotidiano; los primeros estudios; la comunicación oral y escrita; los viajes cortos; hermanos y vecinos.

Casa Cuatro: las raíces y las bases emocionales del ser; la familia de origen y los años de la infancia; los ancestros; el pasado; el sentimiento de pertenencia; el final de la vida. Tradicionalmente, en esta casa estaría simbolizada la madre. La cúspide de la casa cuatro se denomina Fondo de Cielo.

Casa Cinco: la autoexpresión y la capacidad creadora; el sentimiento de ser únicos; el principio de placer; los hijos (biológicos y simbólicos); el amor y el romance; los juegos de azar; especulaciones e inversiones.

Casa Seis: los hábitos de vida que conducirán a la conservación de la salud o a la pérdida de la misma; las rutinas diarias; el trabajo; subordinación y servicio.

Casa Siete: la capacidad de hacer encuentro y, por lo tanto, las uniones y separaciones; la capacidad de compartir y cooperar; las uniones legales, como ser sociedades comerciales y matrimonio; juicios. La cúspide de casa siete se denomina Descendente.

Casa Ocho: los recursos de los otros (herencias, legados, créditos, etc.), la capacidad de regeneración y reorientación; las experiencias simbolizadas por el arquetipo de muerte y renacimiento; la intimidad y la sexualidad; temas vinculados con el poder y el control.

Casa Nueve: la capacidad de encontrar sentido y propósito, de comprender; la cosmovisión y el sistema de creencias –filosóficas, religiosas, morales, etc.-; los estudios superiores; las experiencias que conducen a la expansión de la conciencia; la sabiduría; la vocación; los viajes al exterior.

Casa Diez: la profesión u ocupación con la que contribuímos a la sociedad y ocupamos un lugar en el mundo; la posición social y la reputación; la relación con figuras de autoridad; la experiencia de autorrealización. Tradicionalmente, en esta casa estaría simbolizado el padre. La cúspide de casa diez se denomina Medio Cielo.

Casa Once: la conciencia grupal y el concepto de comunidad; las aspiraciones y proyectos; las amistades y el círculo social; la participación en instituciones abiertas –clubes, fundaciones, partidos políticos, etc.-.

Casa Doce: las dimensiones trascendentales de la vida; la espiritualidad; los lenguajes simbólicos y el arte; la vivencia de unidad de la vida; el inconciente; las instituciones cerradas y lugares de retiro o aislamiento como ser hospitales, prisiones, conventos, etc.; experiencias de disolución del ego; adicciones y conductas autodestructivas; introspección, meditación, servicio y devoción.

En lo referente a las casas cuatro y diez, a las que tradicionalmente se asigna la madre y el padre respectivamente, en la práctica puede no ser así. En mi experiencia, las figuras paternas pueden estar incluídas en cualquiera de las dos casas, sin reglas fijas, por lo que se debe indagar en la entrevista astrológica, para determinar cuál es la figura que corresponde a cada una.

Como se puede observar, las casas contemplan las dimensiones internas y externas de la existencia humana, ofreciendo la posibilidad de interpretar la carta natal en diferentes niveles: biológico, socio-cultural, individual y transpersonal.


sábado, 26 de julio de 2008

El Tránsito de Saturno en Virgo


En esta ocasión, comparto la conferencia que ofreció el Prof. José Dulce, el Sábado 5 de Julio de 2008, en la Vanguardia Teosófica de la calle Arcos 1191, Ciudad Autónoma de Bs. Aires. El texto es la desgrabación completa de la conferencia.


Introducción a cargo del Sr. Ulises Casinelli:

Muchas personas que han estudiado astrología piensan que existen planetas benéficos y planetas maléficos. En esta clasificación hay una arbitrariedad total porque en la Creación no existe nada absolutamente benéfico ni maléfico. Son expresiones que devuelven al ser humano el resultado de lo que viene haciendo, es decir, si yo siembro vientos recogeré tempestades. Si yo en determinado orden de la vida ejerzo mi libre albedrío en forma arbitraria, con violencia por ejemplo, me aparece un “señor Plutón” o un “señor Saturno” que me mostrará que mi libre albedrío es irresponsable y, por lo tanto, tendré que pagar las consecuencias de no ser responsable de mis actos.
Bueno, hay mucho que hablar de las característica de Saturno. Yo simplemente lo tengo presente como el señor del karma y el guardián del umbral, es decir, el que nos abre las puertas hacia nuestra divinidad. Así que papel más elevado que el de Saturno no existe en todo el sistema solar.
El prof. José Dulce nos trae hoy una reflexión sobre este tránsito. El ha profundizado en el tema, no desde un punto de vista exterior sino profundizando en el verdadero sentido que tiene la astrología. La astrología es la ciencia de la evolución, es la ciencia del alma y él nos lo va a demostrar con sus explicaciones esta tarde.

Habla el Prof. José Dulce:

Antes de empezar a desarrollar el tema de este tránsito de Saturno en Virgo, veremos qué nos trae para la humanidad, no para cada uno de nosotros; tratemos de sacar cualquier tipo de expectativas personales que tengamos al respecto. Mi objetivo es elevar el pensamiento e intentar comprender desde un lugar situado más allá de la mente concreta o racional lo que significa el proceso de este tránsito para la humanidad.

En esta perspectiva de “arriba y abajo” y en esta perspectiva de tiempo –justamente Saturno/Cronos marca el tiempo- el tiempo representaría el ordenamiento en nuestra vida material, pero también está relacionado con nuestra conciencia finita.

Los números racionales tienen una razón de ser en la matemática. En la matemática hay números racionales e irracionales. Los racionales nos dan la posibilidad de ser concientes de nuestros actos y de vivir concientemente un tiempo que no se repite nunca en el universo. El hecho de nacer en un tiempo determinado es algo irrepetible porque tiene en el inconciente colectivo, como programa, un determinado símbolo que crea el ser humano o la mente racional por un ordenamiento de imágenes. Nacer en tal día es que hay una fecha, un número de día, de mes y de año. Entonces vemos que hay una coordenada llamada espacio-tiempo que nos proyecta hacia la tierra, nos ordena, nos dice quiénes somos y de dónde venimos. No somos concientes de dónde venimos; de repente tomamos conciencia de que estamos en la tierra pero no sabemos de dónde venimos ni por qué venimos y nos encontramos con un cuerpo, con una estructura familiar y tampoco sabemos cuándo nos vamos a ir. Evidentemente, hay algo más que no manejamos ni en lo que pensamos. Hay algo que nos trae y hay algo que nos lleva. En ese lapso de entrada y salida que tiene que ver con la conciencia temporal, que tiene que ver con la sucesión de imágenes que está representada con los números racionales, nos ordena cronológicamente la historia que traemos de otras etapas de la vida en donde perdimos la conciencia, luego la recuperamos pero no nos acordamos de dónde venimos. Hay una coordenada que hace que todos esos procesos que hemos vivido o que han vivido nuestros ancestros, o han entendido o no, etc. se grabe como mecanismo en los números llamados irracionales o en el mundo de las sombras que es el inconciente.

Por eso la coordenada espacio-tiempo tiene que ver con una cruz: la cruz de Saturno, que representa el límite entre la conciencia y la inconciencia, o dicho de otro modo entre los números racionales y los números irracionales. En la cruz, la horizontal representa el espacio y la vertical representa el tiempo.

En base a esa cruz, llamada también los cuatro puntos cardinales, los cuatro elementos de la naturaleza en donde desarrollamos nuestra conciencia finita y que tienen que ver con las cuatro estaciones, con el número 4 que es la materia. O sea, lo que representa el cuadrado es una forma humana porque no hay en la naturaleza nada que tenga una forma exactamente cuadrada. ¿Ustedes vieron alguna vez una flor cuadrada, o una luna o un sol cuadrados o cualquier cosa que tenga un ángulo exacto de 90 grados en sus vértices?

El cuadrado es una creación arquitectónica del ser humano. El cuadrado o el número 4 o la cruz o, si quieren, el tiempo o la perspectiva espacio-temporal, es un código que tiene el inconciente colectivo humano creado para no desordenarnos en la vida terrestre. Así como tenemos un número de documento o una determinada hora que nos organiza la rutina, estos son códigos, son coordenadas que nos ordenan. Así gracias a esta coordenada nos sentimos seguros y contenidos porque está todo ordenado, pero todo esto es conciente.

Volviendo al cuadrado: para el cuadrado perfecto necesitamos herramientas creadas también por la mente racional para poder llegar a hacer la forma perfecta del cuadrado. Por lo tanto, decimos que todos los elementos vinculados con el espacio-tiempo, o sea con la razón, son elementos creados por la mente humana en los que nos sentimos contenidos. Pero hay algo que está más allá, y representaría lo atemporal. Saturno marcaría la forma – es una llave – entre el tiempo y lo atemporal.
Si miramos la cruz que integra el símbolo de Saturno, su rama vertical es una barrera que divide el conciente personal del inconciente personal. Del lado conciente, somos concientes de que tenemos un nombre y un apellido, una fecha de nacimiento, una casa ubicada en determinado lugar, sabemos qué haremos mañana, en fin, un ordenamiento en el tiempo en donde nos sentimos seguros porque tenemos una coordenada espacio-temporal.

Pero, ¿qué hay del otro lado del tiempo, de la mente? ¿Qué hay más allá de la órbita de Saturno? Lo transpersonal, lo que se llama “infinito desordenado” o sea el caos. En el primer párrafo del Génesis dice que en el principio era el caos. Y en el caos se forma el cosmos. ¿Qué es el cosmos? Es el orden perfecto y cronológico del caos. Pero en el caos, donde no existe el tiempo, más allá de la órbita de Saturno está grabado lo que hemos vivido hace miles de encarnaciones, o lo que nos han transferido nuestros ancestros en forma de ciertos mecanismos de defensa. Muchas veces aparecen ciertas imágenes o ciertos mecanismos (pulsiones) que nos marcan una determinada defensa en la vida temporal que muchas veces no coincide con nuestras necesidades.

No sé si soy claro: está grabada en este mundo atemporal la memoria de la creación del mundo, desde el Big Bang hasta el momento actual. Pero también están grabadas las vivencias personales, genéticas, que traemos del pasado en la mochila, la sombra. No hablo del inconciente colectivo sino del inconciente personal, que representaría todo lo que traemos grabado como proceso genético.

Si en mis genes llevo como mecanismo de defensa una persecusión porque algún ancestro mío fue perseguido por actuar o pensar de determinada manera, queda grabado en este mundo atemporal que actuar de esa determinada manera es igual a sentirme perseguido. Por lo tanto, yo no tendré registrada esa imagen en el mundo temporal (conciente) que corresponde a lo que mis ancestros o yo mismo en otras encarnaciones hemos creado, pero queda como mecanismo de culpa el salir de ese programa.

Todo lo que nos queda grabado en el inconciente, sea por hechos personales o ancestrales, relacionados con la genética, queda como mecanismo culposo si uno sale. Por lo tanto, sucede que yo quiero desarrollarme en determinadas cosas a nivel personal y veo que no puedo. Si, por ejemplo, yo me desarrollo hacia un nivel en el que no me sienta perseguido actuando de determinada manera y cuando me siento perseguido veo que las cosas se dificultan o se traban y no sé porqué, es porque allá atrás hubo ancestros que han vivido mal eso que yo vivo bien. Entonces para salvarme de ese hecho que fue hace miles de años –porque es atemporal- yo nunca voy a poder desarrollarme en la vida personal.

Retomando entonces para ver qué pasa con este tránsito de Saturno en Virgo, decimos que Saturno es mitad luz y mitad sombra por representar el límite de sanidad de la mente para poder mantenerse fuera de todo lo que pueda ser psicosis, porque nos defiende como barrera entre lo racional y la mente irracional. Tenemos que tener una barrera sana y protectora entre lo que está grabado en nuestro mundo inconciente y el mundo temporal.

La enfermedad aparece a veces cuando esa línea o barrera protectora se disuelve. Algunas actividades realizadas cuando uno no está preparado disuelven esta barrera, por ejemplo regresiones. Yo no estoy en contra de estas actividades pero existe peligro cuando podemos disolver la mente conciente entrando en un mar turbulento del cual no podemos salir jamás, y aparece la locura. La locura aparece porque en el conciente aparecen imágenes ligadas con lo ancestral, con historias del pasado, que se mezclan a nuestra vida racional y la desordenan llevándola al caos. Entonces me puedo convertir en un pájaro, en Napoleón, en Superman y eso es una realidad para mí pero es una realidad que no existe en la realidad temporal.

Es importante tener presente que Saturno representa este límite y que es sólo un símbolo. Ningún planeta nos influye como planeta en sí: es un símbolo que tiene nuestra lógica, nuestra conciencia, para poder tener un camino integrativo de la vida. Cuando nos integramos a la conciencia ya no hay más tiempo, vivimos concientemente en un mundo atemporal en donde integramos la conciencia crística o divina, no hay más deseos.

¿Por qué aparece el deseo? Aparece, muchas veces, por esa necesidad de contención que tiene el tiempo-espacio, la necesidad de sentirnos seguros y contenidos en esta vida temporal al sentir que nada nos faltará, que estamos encuadrados en algo que aparentemente es seguro.

Pero nada permanece para siempre. Del cuadrado tenemos que salir, porque si no seremos cuadrados y no circulares (eternos). ¿Por qué decimos de alguien que es un cuadrado? Porque se encuadra en un pensamiento que le da miedo, se encierra, y al no poder salir no entra en la eternidad, no entra en la conciencia circular que es donde no existe el tiempo, o sea en el infinito que está simbolizado por el Ouroboros. El infinito es atemporal. Cuando alcanzo la conciencia de lo atemporal ya no participo en el tiempo porque ya me integré con todo y entonces me identifico con todas las cosas, con la Tierra, con la Luna, con Saturno, con las estrellas, yo soy eso y entonces entro en la conciencia divina o crística.

Volviendo nuevamente a Saturno. Nos marca un límite para no desordenarnos, para hacernos ver la sombra que traemos. Donde está Saturno en la carta natal o transitando nos muestra la sombra que venimos arrastrando pero también la posibilidad de trascender el tiempo.

En la mitología Saturno (Cronos) se comía a sus hijos. Esto simboliza que el tiempo nos devora si nosotros queremos ser devorados. Para no ser devorados por el tiempo tenemos que trabajar el Héroe, que existe en todos los mitos y cuentos. El Héroe vence al tiempo a partir del amor (plexo cardíaco).

Saturno actualmente transita la constelación de Virgo. Veamos la polaridad Virgo/Piscis: son dos dimensiones opuestas y complementarias.

Cuando nosotros acometemos algún acto por el cual cargamos una culpa ¿cómo sabemos que es una culpa? Porque en el inconciente colectivo hay mandamientos que nos graban la culpa y el perdón. Nosotros conocemos los diez mandamientos: sirven como programa colectivo para ordenar nuestra conciencia y trabajar los sentimientos de culpa y no-culpa.

Si yo acometo un acto por el cual me siento culpable, aunque no tenga conciencia, como está grabado en el inconciente colectivo que eso que he cometido es culpabilizable, se crea una imagen en el mundo inconciente personal en el cual se me va a transformar en un fantasma y se convertirá en obstáculo.

Si yo acometí un determinado acto, en esta encarnación o en una anterior, queda como imagen culposa hasta que lo resuelva. Es decir, hasta que yo me enfrente con esa imagen concientemente. Si no, queda en lo inconciente. Puede ser personal o ancestral. Lo que está en ese lugar inconciente atemporal, se me va a presentar de frente. Si yo cargo una culpa, eso se me presenta de frente para poder purgar, purificar, ese hecho que me trae culpa.

Parece ser que el momento de encarnar es una oportunidad que tiene nuestro ser para poder purificar la imagen que lleva cargada como sentimiento de culpa. Yo sugiero siempre mirar la película “Línea mortal”, con Julia Roberts o si no “La Misión”, con Robert De Niro. Ahí está claro que hasta que no se haya trabajado el perdón esa imagen sigue pesando en nuestro mundo inconciente. Por lo tanto Saturno, a través del tiempo, nos marca el momento en el cual tenemos la posibildiad de purificar esa imagen que nos atrapa en lo que se llama karma. Karma es todo aquello que traemos como elemento de peso, de culpa, que no hemos purificado.

Saturno en Virgo nos da, a nivel colectivo, la posibilidad de purificar la imagen colectiva como elemento de culpa. En cada signo va teniendo una determinada actividad, pero ocurre que Virgo representa la naturaleza y la tierra y la capacidad de purificación de imágenes a través de la liberación de la energía tóxica.

Vean que el planeta Tierra representa a Ceres, la madre de Perséfone. De ahí viene el tema de los cereales… ¿les suena? Los cereales están vinculados con esta imagen de Ceres, Saturno en Virgo, el campo, la alimentación, el mundo y la crisis alimentaria, el problema del hambre ¿les suena? Esto está ocurriendo a nivel colectivo, de conciencia planetaria. Si no nos ponemos bien en orden… hum… todo esto lo está mostrando el tránsito de Saturno, que marca la sombra y la luz.

En Virgo la pregunta es ¿qué le hicimos a la naturaleza? Esto es un karma colectivo. Saturno nos dice: esto que estuvieron haciéndole a la naturaleza ahora se les viene al conciente como una imagen desde la sombra para que purguen y purifiquen lo que hicieron mal. Nos da una oportunidad para volver a la tierra, a la naturaleza, a la conciencia de la alimentación.

Pero a nivel inconciente tiene que ver con la oportunidad de poder purgar esa imagen culposa que traemos en otra dimensión. Vean que en el signo opuesto a Virgo está Piscis. Piscis tiene que ver con la culpa porque es el último signo, la última señal que tiene nuestra conciencia. Piscis está detrás de Aries, que representa la conciencia, la cabeza mientras que Piscis representa los pies, en donde nos apoyamos en la vida.

Y la pregunta es ¿en dónde nos apoyamos en la vida? Respuesta: en todo aquello que no sabemos que traemos. Nuestros puntos de apoyo que tienen que ver con los pies nos dicen que en la vida nos apoyamos en toda la historia de nuestros ancestros y que constituyen nuestros elementos inconcientes aunque pareciera lo contrario, es decir, que nos apoyáramos en una vida en que tenemos conciencia de determinadas cosas y estamos bien.

En realidad creemos que estamos o actuamos o pensamos bien, pero no conocemos la historia que está atrás. Entonces se nos va a presentar a través de situaciones que no conocemos para que podamos modificar –esto se llama karma- la imagen de culpa o peso. De lo contrario, siempre vamos a trabajar Piscis -como opuesto a Virgo- que según leemos en los libros de astrología tiene que ver con las culpas, con los hospitales, con instituciones en las cuales necesitamos un retiro para poder unificar la conciencia y reflexionar de dónde venimos y adónde vamos, expiando esos elementos culposos que traemos. Para eso son también las cárceles, instituciones asociadas con Piscis. ¿Quién va a la carcel? El que necesita purgar una culpa. Los hospitales están llenos de culposos, porque la culpa también trae enfermedades, cuando no se es conciente de porqué trae la culpa. ¿Me explico? Yo me enfermo cuando hay un peso que tengo que pasar por el dolor para expiar eso que hice. Yo estoy expiando. Expiar es tener un dolor para poder purificar el dolor de lo que acometí a otra persona o a mí mismo. Pero no soy conciente de eso. Cuando ya no existe el dolor, cuando ya el inconciente se purificó, se aclaró, ya no necesito encarnar. Vuelvo como un ser atemporal a la tierra, si es que tengo que volver.

Hoy por hoy, si estamos acá quiere decir que algo cargamos. Todos tenemos una cruz que cargamos. Pero ahora viene el tiempo de descargarla. ¿Cómo? Tomando conciencia y haciéndonos responsables, enfrentándonos a la sombra que todavía no vemos, enfrentándonos a nosotros mismos y no proyectando en el otro lo que nosotros tenemos que enfrentar, si no es violencia.

Por eso que no sólo está transitando Saturno en Virgo sino también Marte. Marte en Virgo implica que tenemos que transitar este camino a través de una actitud enérgica, vigorosa. No implica una actitud violenta sino una actitud vigorosa.

Cuando se trata de subir un peldaño evolutivo en Virgo, la violencia se convierte en vigor, y el vigor siempre va a favor de la moral, y la moral va a favor de la vida. Yo me hago cargo de mi vida cuando activo el vigor y transmuto la violencia en vigor. Ahí estoy trabajando la caridad. Me hago cargo de lo que traigo y lo enfrento sin miedo.

Porque después suceden determinados acontecimientos por los cuales yo me tengo que enfrentar con esa sombra que traigo y aparece el miedo. Entonces no quiero ver. Aparece lo fóbico y entonces me quedo paralizado. Si estoy paralizado, no quiero ver lo que traigo, asumirlo y purificarlo, me retraigo y lo que estoy haciendo es acercarme más al miedo que ya tenía, porque el miedo no está afuera sino adentro de mí. El miedo jamás viene de afuera.

Fíjense que las situaciones sociales que estamos pasando son de violencia. Saturno nos está indicando que algo tenemos que ver, algo tenemos que trabajar desde la humildad. Ser humilde no quiere decir tener un sentido de desvalorización sino asumir humildemente nuestra vida, diciendo “acepto lo que traigo, me puedo entregar a eso que traigo –que representa el karma- y lo puedo iluminar”.

No huir de eso, porque siempre hay miedo a los elementos culposos, a enfrentarlos porque eso trae dolor. Pero trae dolor cuando no soy conciente. Por eso si yo no trabajo el proceso de asumir lo que debo asumir, y hacerlo sin temor, vienen procesos desagradables.

La palabra “agradar” viene de grada y en este proceso se suben gradas o peldaños evolutivos. La palabra “desagradable” en este sentido, quiere decir bajar un peldaño de conciencia, bajar una grada. El proceso es desagradable porque no me da beneficios sino problemas porque sigo actuando desde la sombra y voy al pasado. Tengo que ver, mirar, el pasado para saber qué tengo y qué tendré, para poder modificarlo, transmutarlo, purificar una imagen que no me sirve y ser así libre de mis actos.

Pregunta – Si yo tengo algo que no sé qué es ¿cómo puedo purificarlo?

Respuesta – Para eso hay herramientas. Una es la astrología. La carta natal, en lo transpersonal, es el pasado. No me refiero a lo que me va a pasar, me refiero a lo personal que indica simbólicamente todos los condicionamientos de los que hemos hablado y a través del tiempo, de los procesos futuros de tiempo y espacio, uno va viendo que se van dando acontecimientos que nos permiten ver qué tenemos que asumir (no qué nos va a pasar) y poder transmutarlo. Entonces eso alivia. Ahora, cuando uno pasa estos procesos sin saber el porqué, se desespera o piensa que tiene mala suerte o se pone en víctima pensando en lo que “le tocó en la vida”.

Pregunta - ¿Tenemos la oportunidad de hacer estos procesos cada treinta años, no?

Respuesta – No. Vos hablás del retorno de Saturno. No. Tenemos siempre la oportunidad. Ahora, con el tránsito de Saturno en Virgo que durará hasta mediados de 2010, a nivel colectivo tenemos una gran oportunidad de purificarnos y volver a la vida.

Por eso Virgo Piscis son los arquetipos de la Virgen y el Cristo respectivamente. Vino Moisés, después vino Cristo –la era de Piscis- y después de Cristo vino Acuario –después de la revolución francesa-, que representa un sentido de libertad, igualdad y fraternidad.

El sentido de la era de Acuario es ser libre, pero para ser libres tenemos que ser primero responsables de lo que venimos trayendo. Tenemos que responder y no huir de nuestra vida. Replantear, responder, vivir y enfrentarnos a nosotros mismos, no proyectando esa sombra en el otro diciendo que el problema es el otro. Esto es lo que hacemos como sociedad, tanto en el país como en el mundo: siempre hay dos bandos enfrentados. Ambos proyectan en el otro y ninguno se hace cargo de lo propio.

Por eso ahora los procesos de la Tierra están representados por todos los sucesos de purificación que tiene la Tierra ahora. La Tierra es un ser vivo y necesita su purificación.

No olvidemos que Saturno y todos los planetas orbitan alrededor del Sol. Pero nosotros nos apoyamos en la Tierra, por lo tanto, nuestro punto de apoyo es la Tierra. Vemos que el Sol parece girar alrededor de la Tierra, pero la realidad no es así. Entonces pensamos que esta historia temporal es la realidad, pero en realidad no lo es. Volvamos a la conciencia solar, de donde emana nuestro Yo.

¿Me van siguiendo? Tenemos un elemento geocéntrico y un elemento heliocéntrico. El geocéntrico se refiere a la conciencia terrestre como punto de apoyo psíquico y el heliocéntrico –que es el real- se refiere a la conciencia como punto de apoyo de luz. Entonces no sólo Saturno, la Tierra, aparentemente giran alrededor del Sol, sino todos los planetas. Pero estamos tan apoyados en nuestra personalidad terrestre que creemos que somos el centro del mundo y todo orbita a nuestro alrededor. Nos creemos el centro y en realidad lo somos, pero a nivel personal siempre estamos deseando ser el centro de nuestras necesidades: primero nos resguardamos nosotros y después vemos.

A nivel de la personalidad, a nivel del tiempo –no de la conciencia temporal sino de Saturno para abajo-, parece ser que somos seres individuales que buscamos nada más que nuestro deseo personal, tratando de estar seguros. Pero cuando eso desaparece por un proceso evolutivo, yo me identifico con el otro y con el universo, saliendo de mi centro, pierdo el centro personal y gano el centro universal. En realidad somos el centro del universo a un nivel atemporal, porque si decimos que todo es infinito vemos que más allá de la barrera creada por el hombre están los números irracionales -que también son infinitos- y más acá tenemos los números racionales, ordenados en lo temporal. O sea se mezclan las imágenes que tienen que ver con la sucesión de tiempo-espacio. El tiempo lo marcan los números racionales. El tiempo es una sucesión de imágenes que van marcando ordenadamente los procesos de vida conciente, que quedan grabados desordenadamente en un mundo atemporal para luego ordenarse a través del tiempo (el mundo conciente y temporal).

¿Se entiende esta idea o es muy complicada?

Es muy importante que esto se entienda bien porque marca muchas cosas en este tema. Decimos que el tiempo es una sucesión de imágenes. Claro, una imagen aparece en un punto uno, después viene el punto dos, el tres, el cuatro, etc.

Si acometemos un acto en el punto uno, este es el conciente actual, es la conciencia que yo estoy teniendo ahora de un hecho determinado que en ese momento se está grabando en mi conciente. Pero cuando pasa el tiempo -porque el tiempo no es estable y pasa, o sea, la sucesión de imágenes pasa- tengo la conciencia del punto dos. En el punto dos soy conciente, pero ya me he olvidado de lo que pasó en el punto uno. Es decir, lo que he acometido en este encuadramiento de imágenes del punto uno, es pasado cuando llego al punto dos. Cuando llego al punto tres, no me voy a acordar ni del dos ni del uno. Entonces el dos y el uno se van grabando en el inconciente, lugar en el que se desordena la imagen ordenada en la vida conciente. Después aparece el punto cuatro y así sucesivamente.

Vamos grabando toda la historia en la mente inconciente. Esa sucesión de imágenes y esas historias quedan grabadas como culpa o no. Sabemos que a nivel colectivo, a nivel de Saturno, tenemos mandamientos colectivos que nos permiten conocer la idea del bien y del mal.

¿Qué pasaría si no hubiera moral?

¿Qué pasaría si no hubiera un ordenamiento paternal, de padre –Jupiter-, de pater, paternidad, de los padres espirituales de la humanidad? Estos son símbolos que pudieron ser elementos físicos o no, que alguien ha determinado –quizás extraterrestremente- un ordenamiento moral para que la humanidad no se destruya. Si no hubiera moral, si no hubiera mandamientos colectivos, la humanidad se hubiera destruído. ¿O no? ¿No estaríamos destruídos si no hubiera un ordenador saturnal o jupiteriano que simbolice el poder del pater, del padre, considerado como padre mosaico, padre universal?

Entonces, aunque no sepamos el elemento moral que nos ordena en una sociedad, el inconciente sí lo sabe. Por lo tanto, actuará como si lo supiésemos. Entonces estos hechos como “no robarás”, “no matarás”, “no mentirás”, quedan grabados como elemento de culpa en forma desordenada y van a aparecer en forma ordenada en una encarnación determinada con la posibilidad de modificación. Van a aparecer ordenadamente. Ahora, aparecen al conciente como posibilidad de purgar, de purificar eso que acometí como un acto inmoral.

Definamos: lo moral va a favor de la vida y lo inmoral va a favor de la muerte. La moral nos ordena a nivel conciente.

Por supuesto, todo esto es aplicable a lo que es la vida humana terrestre, porque en otras dimensiones para ser buenos y acometer actos no morales no necesitamos la existencia de leyes o normas que estén grabadas en el inconciente. Pero mientras estamos dentro de un proceso de integración de la personalidad a lo atemporal, estamos en este proceso de purificación.

Volviendo al tema del tránsito de este Saturno que limita estos hechos concientes al inconciente, o sea todo lo que tenemos grabado en el inconciente que aparece en el conciente como posibilidad de purificación.

Saturno está ahora transitando por Virgo, que es el signo de la purificación. Es la madre naturaleza la que nos da la posibilidad de purificar. ¿Qué hace la Tierra? Regenera los elementos orgánicos en descomposición. Se encarga, junto con el agua, de descomponer los elementos químicos de algo que es tóxico.

Virgo rige los intestinos, sobre todo el delgado, lugar en donde se produce la separación de los nutrientes que luego se distribuyen por todo el organismo humano. Si ustedes ven un intestino y ven un cerebro, tienen la misma forma. El cerebro metaboliza, regenera ideas y el intestino lo hace con los nutrientes, regenerando nuestro cuerpo.

La Tierra se regenera a sí misma a través del procesamiento de todos los elementos tóxicos que usamos nosotros, que todavía no tenemos conciencia de nuestros actos y de nuestros pensamientos inmorales –recordemos que inmoral es lo que va contra la vida-.

No sólo intoxica la Tierra tirar una pila sino que nuestros pensamientos también la intoxican. Y como la Tierra es un ser vivo, esos pensamientos que emitimos también son purificados a través de historias colectivas, a través de la historia social en la cual hemos nacido, porque cada lugar, cada pueblo, cada país, cada continente tiene una historia kármica determinada que no será igual a la de otro lugar. Cada uno de nosotros nacemos donde tenemos que nacer porque la sincronicidad está más allá de nuestra voluntad y es perfecta –gracias a Dios-.

Y hoy hablamos de todo esto sin saber que, además de Saturno y Marte, mañana la Luna también estará en Virgo conjunta a estos planetas. Hay mucha carga en Virgo y la oportunidad de purificar y trabajar el opuesto -Piscis,el perdón- es grande.

En la película “La Misión” la imagen más trascendente es cuando De Niro lleva cargado un montón de peso atrás. Había matado muchos indígenas ¿se acuerdan? Tenía orden de la corona para matar, entonces cargaba con la culpa de esas muertes. Pero un indígena con un cuchillo lo enfrentó a él. Y él, cargando todo eso, se había arrepentido y cuando vio al indígena con el cuchillo pensó que si lo mataba se lo merecía. Pero ¿qué hizo el indígena? En vez de atacarlo, le cortó la cuerda de lo que llevaba como peso en la espalda.

Eso es de lo que estamos hablando ahora. Cuando se trabajó el perdón, el indígena lo había perdonado porque él se había arrepentido, entonces se puso a favor. El había purificado lo que venía arrastrando como elemento de culpa. Por eso el perdón es fundamental.

Primero tenemos que tener conciencia de qué es lo que hay que perdonar, porque si no, son fantasmas, sombras, que siempre van a estar atacando y no sabemos porqué.

Ahora ¿por qué se producen las sombras? Son hechos, situaciones obstaculizantes de la vida que nos impiden avanzar porque no han sido purificadas. Me fui de lo establecido colectivamente. ¿Está clara la idea o es muy intrincado?

Pregunta – En realidad lo difícil es perdonarse a uno mismo. Mi pregunta es ¿por qué es tan difícil perdonar?

Respuesta – Bueno, ahí está el Héroe. Tiene que perdonar pero primero tiene que ser perdonado. Primero tiene que comprender que el otro es uno. Si no partimos de la base de que el otro es una proyección mía todo esto no sirve para nada. Si yo no comprendo que me estoy proyectando en el otro, todo lo hablado sobre Saturno no nos sirve. Entonces, el otro que aparentemente me hace mal a mí y no lo puedo ver, ojo, si no lo puedo ver lo mando a la sombra. Todo lo que no puedo ver del otro lo mando a la sombra.

Ahora piensen que, en vez de huir de lo que no puedo ver, decido abrazarlo y amarlo. Miren qué diferencia. Esto me vuelve conciente de que ése soy yo. Entonces lo desarmo. Si alguien viene y me quiere atacar, y yo no me defiendo, lo desarmo porque no tiene parámetro donde poner la violencia. Es como una flecha que se proyecta sin un blanco. Ahora si yo soy blanco de eso que viene y que es una proyección mía, obviamente que se va a producir una herida y me va a herir el corazón. Ahí viene el Héroe.

Dentro de nosotros tenemos la luz y la sombra. El Héroe se quiere manifestar en algún momento para ser feliz.

Cuando yo no tengo más culpa proyecto luz, no sombra. Entonces ya no voy en contra de, sino a favor de algo. No voy en contra de la violencia. Si yo voy en contra de algo que no quiero ver, lo estoy alimentando porque estoy sumando dos energías que son iguales y se potencian.

A Saturno hay que interpretarlo a nivel atemporal, porque si no lo llevamos al nivel de la personalidad, en donde existe la separatividad, y volvemos al tema de luz y sombra. Volvemos a lo que es Saturno como elemento de sombra y lo volvemos a leer como el que tira malas ondas (el maléfico) y por favor basta de tener ese concepto de Saturno!!

Saturno es el tiempo que nos ordena y nos da la posibilidad de reiterar una imagen que traemos como elemento de culpa para purificarla. El tiempo nos da la posibilidad de reiterar algo que estaba mal hecho. ¿Vieron cuando uno repite de grado para cursar nuevamente y hacerlo bien?

Hay que volver a la imagen, revisarla, replantear, reorientar, reorganizar y seguir bien. Pero si no repetimos, no podemos aprender.

Entonces ¿eso es bueno o malo? Es lo mejor que nos puede pasar. Saturno –el tiempo- nos da siempre una nueva oportunidad de revisar y purificar alguna imagen que quedó en el inconciente y si no fuera a partir del tiempo no podríamos hacerlo. O sea, volver nuevamente a la cronología del espacio-tiempo: todo lo que queda en el inconciente vuelve al conciente. Si cuando pasa al conciente no lo puedo modificar, vuelve nuevamente al inconciente y acumula peso, carga.

Siempre tenemos oportunidades pero, si las perdemos, tendremos que hacernos cargo de la historia que ya traíamos más la que estamos creando al perder la oportunidad. Entonces se nos hace un paquete enorme y difícil de dejar.

La oportunidad está aquí y ahora, en esta vida, no en la próxima. Porque si yo no me hago cargo de estos hechos que aparecen en el conciente con la posibilidad de purificarlos y trabajar en el perdón, en la próxima cargaré más peso porque se van acumulando imágenes, tanto las mías como las que ya traía de mis ancestros.

Y ahí viene Virgo, la oportunidad de hacer una revisión y un replanteo, trabajar la pureza en el alma saliendo liberados a Libra, que viene después de Virgo. Libra es la gente, el medio. Yo tengo que salir puro y limpio al medio para enfrentarme con mi imagen, con mi espejo una vez que ME VEA bien a mí mismo para relacionarme rectamente con el otro.

El espejo es Libra, son los otros. En la vida, antes de salir me tengo que mirar al espejo, bañar, afeitar, arreglarme, hay un acicalamiento para verme bien. Si yo me veo bien, los otros también me verán bien. ¿Por qué Libra está después de Virgo? Porque primero tengo que pasar por un proceso de limpieza y purificación en Virgo, purgando lo que traigo en el inconciente, para no tener problemas con la sociedad y que las cosas me vayan bien no teniendo un problema vincular, sino todo lo contrario.

Todo tiene una razón de ser en el Zodíaco.

Pregunta - ¿Uno puede ver su sombra en una carta natal?

Respuesta – Obviamente. Cuando una persona viene ordenada en su conciencia, generalmente este límite que simboliza Saturno ya está purificado y no hay sombras. Y si las hay las tiene muy purificadas.

Ahora cuando viene con un Saturno atomizado, es decir, con una aspectación determinada, ese ser tiene todo un trabajo para poder purificar esa sombra detrás, ya viene con un peso para poder enfrentarse en esta vida con eso y poder salir hacia las alturas.

Primero tenemos que bajar al infierno, morirnos a todo eso que no nos sirve, resucitar al tercer día y subir al cielo. Pero no puedo subir al cielo si tengo peso. Algo que tiene peso no puede subir, por ley de gravedad. Y las cosas que nos pesan son esas imágenes de lo no resuelto. Las cosas que nos pesan en la conciencia, a nivel colectivo y personal, son los intrincados culposos. Hasta que no los resolvamos, se nos hace un nudo en la garganta. Por eso cuando tenemos una angustia, lo primero que aparece como síntoma físico es un nudo en la garganta ¿o no? La garganta es el centro que separa el centro de los límites temporales de los atemporales. Saturno. De Saturno para abajo está todo lo inconciente. Es la cabeza lo conciente. Vemos que hay más masa física inconciente que tiene que ver con los números irracionales que marcan las imágenes en el cuerpo.

Jung decía muchas veces que soñaba con el codo, con la rodilla o con el pie. Salían de ahí las imágenes. Hay mucha más masa física y psíquica debajo de la garganta que arriba de la garganta. Reitero, la zona inconciente a nivel anatómico va de la garganta para abajo. Todos los centros que no son intelectuales están más ligados con lo atemporal, con lo que traemos como marca. Por eso las posturas corporales y el trabajo del movimiento corporal también mueven esas imágenes. ¿Está claro?

Entonces, esta gran oportunidad nos da a nosotros, a través del cuadrado cósmico que está ligado con los signos mentales o intelectuales, de mover Sagitario y Geminis. Habíamos hablado de la polaridad Virgo-Piscis antes. El cuadrado cósmico ligado a los signos mentales o intelectuales incluye además a la polaridad Sagitario-Geminis. Como elemento de trabajo, esto tiene que ver con el sentido de las ideologías, entre lo que es la lógica y lo irracional. La fe de Sagitario con la comunicación de Geminis. La forma de pensar y expresar nuestras ideas: están en juego nuestras imágenes ordenadoras. Por eso hay todo un movimiento cultural y se acrecientan ideologías, porque están en juego los opuestos.

Entonces es un gran momento para la humanidad y tenemos que trabajar en nosotros porque no podemos resolver lo de afuera si no resolvemos lo de adentro, nunca. ¿Está claro?

Pregunta – Cuando Saturno está en conjunción con otro planeta ¿cómo se interpreta?

Respuesta – Está unido a otro planeta. Las conjunciones son sumatorias de las energías de los planetas que las integran.

Les doy mi e-mail y mi celular para que me escriban si tienen alguna pregunta.
José Dulce
lasalseides@gmail.com
156 296 7205

Pregunta - ¿cómo trabajar o qué trabajar en la carta natal?

Respuesta – Saturno marca el límite con lo transpersonal, que es lo que está más allá de Saturno. Hay que trabajar desde Saturno hasta Plutón, todos los transpersonales. Lo que quiere el ser interno es que vos evoluciones y no que te quedes siempre encerrada en algo cuadrado y temporal.

Pregunta - ¿Cómo conocer el deseo de la mónada?

Respuesta - ¿De la mónada? La mónada no tiene deseos, no hay deseos en la conciencia monádica. El deseo aparece en la vida temporal.

Pregunta – ¿No sería mejor preguntar cómo seguir los dictados del alma?

Respuesta – No hay un instructivo…

Pregunta – No, ya sé, pero si vos escuchás la voz del alma, si te conectás con tu individualidad, que está más allá de Saturno… a eso me refiero.

Respuesta – Claro, pero eso es un superavit que trae nuestro psiquismo para poder percibir las cosas que tenemos que enfrentar como elementos de sombra o luz. Porque en todo esto tenemos la intuición.

Comentarios finales acerca de transmutar la violencia en vigor, para lo cual seria bueno desarrollar un enérgico progreso en el sentido del orden (válido para Marte en Virgo).

Comentario final del profesor: Hablando de la rev. solar de Argentina que se hace el 9 de julio, tiene el Ascendente en Piscis y tiene que ver con esto de la culpa de la que estuvimos hablando durante toda la conferencia. Gracias a Dios todo eso la Argentina tiene que vivirlo. Y digo “gracias a Dios” porque es la posibilidad de purificar un estado de conciencia colectiva.

Y si no, mientras tanto, cada uno de nosotros tendrá que ser conciente para sí mismo de esto sin echarle la culpa al afuera o a los otros (gobierno, autoridades, etc.)

martes, 22 de julio de 2008

Las Imágenes Arquetípicas




A continuación comparto con ustedes algunos fragmentos extraídos del prólogo del libro "Espejos del yo: imágenes arquetípicas que dan forma a nuestras vidas" de Christine Downing, que ofrece un excelente material para abordar la teoría de los arquetipos de Jung. 


Pueden solicitarme este libro en formato .pdf enviando un e-mail a: astrologiaparacomprenderlavida@gmail.com



… Jung denominó a las imágenes a través de las cuales se manifiesta el inconsciente «imágenes arquetípicas». Empleó la palabra arquetípico a fin de comunicar el poder que tienen ciertas imágenes para conectarnos con lo que se muestra como la fuente misma de nuestro ser. La palabra griega "arjé" indica principio, origen; "tipo" deriva de un verbo griego que significa «modelar» y del correspondiente sustantivo que indica una imagen o modelo. Así arquetipo significa el modelo a partir del cual se configuran las copias, el patrón subyacente, el punto inicial a partir del cual algo se despliega. Aunque Jung a veces menciona los arquetipos como algo impreso en nuestras psiques, también emplea esta etimología de forma más dinámica cuando define las imágenes arquetípicas como aquellas que pueden impresionarnos: «Estas asociaciones e imágenes típicas... nos impresionan, influyen y fascinan».
Jung distinguía entre arquetipos e imágenes arquetípicas. Reconoció que lo que llega a nuestra conciencia son siempre imágenes arquetípicas -manifestaciones concretas y particulares que están influidas por factores socioculturales e individuales. Sin embargo, los arquetipos mismos carecen de forma y son irrepresentables; hablando con propiedad son más psicoides que psíquicos: «El arquetipo como tal es un factor psicoide que pertenece, por así decir, al extremo invisible y ultravioleta del espectro psíquico... No debemos olvidar que lo que denominamos “arquetipo” es en sí mismo irrepresentable, pero podemos visualizarlo a través de sus efectos, es decir, las imágenes arquetípicas». Los arquetipos mismos, dice Jung, son vacíos y carentes de forma, nunca podemos verlos excepto cuando se vuelven conscientes, cuando se llenan de contenido individual…




… El interés de Jung por las imágenes arquetípicas refleja más énfasis en la forma del pensamiento inconsciente que en su contenido. Nuestra capacidad para responder a la experiencia como criaturas creadoras de imágenes es heredada, se nos da con nuestra humanidad. Las imágenes arquetípicas no son restos de pensamiento arcaico ni un depósito muerto, sino parte de un sistema viviente de interacciones entre la psique humana y el mundo exterior. Las imágenes arquetípicas que aparecen en mis sueños brotan de la misma capacidad humana que dio lugar a las antiguas mitologías de nuestros remotos antepasados. Los mitos no son causas de las manifestaciones contemporáneas e individuales, sino que existen en el mismo plano como analogías…




… Cuando hablamos de imágenes arquetípicas no sólo nos referimos a imágenes oníricas o a imágenes mitológicas o literarias. En realidad nos referimos a un modo de responder a nuestra vida cotidiana con nuestra imaginación, en vez de hacerlo sólo de modo pragmático o lógico. Estamos hablando de una forma de ser en el mundo que está abierta a muchas dimensiones de significado, abierta a resonancias, ecos y conexiones asociativas y sincrónicas, no sólo causales. Estamos hablando del descubrimiento de un mundo que se muestra lleno de significación -de signos, símbolos, metáforas, imágenes-…


… Que una imagen sea arquetípica o no depende principalmente de la actitud de la conciencia que observa, de nuestra respuesta a la imagen, más que de ninguna cualidad inherente. También creo que hay ciertas circunstancias de la vida humana, como el nacimiento de un primer niño o la aparición de un arco iris tras una tormenta, que parecen evocar o desencadenar este tipo de respuesta. Hay situaciones en las que es difícil responder de modo racional o pragmático, situaciones que nos conmueven en toda nuestra condición de seres humanos. Aunque a menudo se afirma que las imágenes arquetípicas se forman en respuesta a experiencias típicas y recurrentes y a aspectos de la experiencia humana habituales, importantes y relativamente constantes, Hillman le da la vuelta a esta teoría: las imágenes que merecen nuestra renovada atención son arquetípicas. La repetición no forma parte de lo que crea la imagen sino de lo que ella engendra.
Cuando nos centramos en la imagen arquetípica, vemos claramente que no hay una distinción tajante entre lo personal y lo colectivo, pues la imagen arquetípica señala la articulación donde se encuentran lo interior y lo exterior, lo personal y lo colectivo. Representa la interacción dinámica y continua entre lo consciente y lo inconsciente, lo personal y lo colectivo. Jacobi sugiere que las imágenes arquetípicas están en un continuo que va de lo más particularizado a lo más general: «Cuanto más personal y actual es un problema, más intrincada, detallada y claramente definida es la figura arquetípica con la que se expresa; cuanto más impersonal y universal es la situación, más simple o borroso será el arquetipo»…


… Estas imágenes son sentidas como numinosas, mágicas, fascinantes, demoníacas o divinas. Parecen tener una fuente trascendente y autónoma más allá de la conciencia individual, más allá de nosotros. Aquí hay un aspecto peligroso: la inflación o el sentirnos poseídos, el peligro de creer que estas imágenes son sagradas y por tanto inviolables, inmutables, dotadas de una aprobación cósmica.
Todas las imágenes arquetípicas parecen evocar ambivalencia en nosotros. A la vez nos atraen y nos repelen; tienen aspectos oscuros, temibles y destructivos así como un lado benigno y creativo. A menudo intentamos rechazar este hecho para recalcar únicamente su aspecto creativo, o para moralizar y dividir el arquetipo en partes buenas y malas -la madre positiva y la madre negativa, por ejemplo- y así perdemos parte de la energía dinámica intrínseca a estas imágenes…


… Lo valioso de las imágenes arquetípicas, como lo valioso de los mitos, no es la resolución de problemas sino el «imaginar, cuestionar, profundizar». Las imágenes arquetípicas nos liberan de identificarnos con nuestros éxitos y fracasos como tales y de contemplar nuestras vidas como vulgares o triviales. La finalidad de prestar atención a estas imágenes es despertarnos a un sentido de nuestras posibilidades latentes todavía no realizadas, salvarnos de nuestra sensación de aislamiento y falta de sentido. Abrir nuestras vidas para renovarlas y rehacerlas…

lunes, 14 de julio de 2008

Astrología Esotérica


Recomiendo especialmente reflexionar en estas enseñanzas de Alice Bailey, extraídas del libro "Astrología Esotérica" (Tratado sobre los Siete Rayos, Tomo III, páginas 24 a 26, Edit. Fundación Lucis):



"Deben ser consideradas también las siguientes actitudes y posiciones, adoptadas por el astrólogo esotérico:


1.- Las influencias planetarias indican la tendencia de las circunstancias externas de la vida. Cuando se interpretan correctamente tanto para el hombre común como para el no evolucionado, pueden señalar y lo hacen, el destino y el futuro de la personalidad, pero condicionan y controlan totalmente al hombre que no ha tenido experiencia consciente del alma. En cuanto el hombre llega a ser consciente de su propia alma y se esfuerza por controlar su “sendero de la vida”, las influencias de los planetas de por sí se debilitan definitivamente y van aminorando; el horóscopo de la personalidad es indeciso y muchas veces inexacto: la fuerza que fluye a través de los planetas y no la fuerza de los planetas rige y controla. Entonces el hombre llega a ser receptivo a las energías más elevadas y sutiles del sistema solar y de las doce constelaciones regentes.


2.- El signo del Sol –como se lo denomina- indica la naturaleza física, mental y espiritual del hombre. Contiene el secreto del rayo de la personalidad y de la respuesta o no del hombre al Alma, el verdadero hombre. Indica también la integración ya lograda y la actual etapa de desarrollo de las cualidades del alma, del equipo actualmente disponible, de la cualidad de la vida presente y las posibles relaciones grupales inmediatas. Desde el ángulo de la Sabiduría Eterna, indica sólo esto y nada más, constituyendo lo opuesto de la usual posición astrológica. Expongo esto porque la humanidad ha evolucionado bastante como para que, dentro del menor tiempo posible, la astrología del alma sea una posibilidad constituyendo, desde muchos puntos de vista, lo opuesto al procedimiento normal. Esto es prudente, necesario y también inevitable. Los astrólogos se dividirán eventualmente en dos tipos: los astrólogos exotéricos, que se ocuparán de los horóscopos de la personalidad, y los astrólogos esotéricos, que se ocuparán de los propósitos del alma.


3.- El signo Ascendente indica las posibilidades más remotas, la meta espiritual y el propósito de la encarnación inmediata y de las sucesivas. Este signo se ocupa de la lucha que libra el hombre espiritual para “continuar” desde la etapa alcanzada, de modo que cuando la energía de la vida se haya agotado temporariamente y tenga lugar “la muerte de la personalidad”, se encuentre “más próximo al centro de su vida, más cerca del centro de su grupo y se aproxime al centro de la Vida divina”, según lo expresa la Sabiduría Eterna.


La frase “muerte de la personalidad” tiene dos significados definidos:


a.- Puede significar la muerte del cuerpo físico, que inevitablemente es seguida por dos etapas, la de la muerte del vehículo emocional y la subsiguiente disipación de la temporaria y siempre cambiante forma, asumida durante la encarnación por la cuota asignada de energía mental.


b.- La subjetiva y mística “muerte de la personalidad”. Esta frase indica la transferencia del foco de distribución de energía, desde la personalidad (un centro definido de fuerza) al alma (otro centro definido de fuerza).


Comprendo que estos conceptos no están de acuerdo con los postulados de la astrología usual. Sin embargo, la astrología no perdería tiempo si experimentara estas ideas durante un tiempo y los astrólogos descubrirían algunos problemas más interesantes y atrayentes y, quizás, llegarían a una exactitud desconocida en la actualidad.


Probablemente sería de utilidad que me extendiera sobre este punto.


En conexión con el signo del Sol, con el signo Ascendente y el efecto de la forma mental relacionada con la Luna, la posición de la astrología esotérica es:


1.- El signo del Sol: indica el problema actual del hombre; fija el paso o ritmo establecido de su vida personal; se relaciona con la cualidad, temperamento y tendencias de la vida, que tratan de expresarse durante esta particular encarnación y sugiere el aspecto rajásico o activo del hombre nonato. Fundamentalmente, las fuerzas de este signo indican la línea de menor resistencia.


2.- El Ascendente o signo naciente: indica la vida futura y el inmediato propósito del alma para esta encarnación. Mantiene el secreto del futuro y presenta la fuerza que, correctamente empleada, conducirá al hombre al éxito. Representa el aspecto sátvico o armónico de la vida, y puede producir correctas relaciones entre el alma y la personalidad en una encarnación dada, señalando así el camino para reconocer la fuerza del alma.


3.- La Luna: este tipo de fuerza (procedente de ciertos planetas y no de la Luna) indica el pasado. En consecuencia, resume las limitaciones y los obstáculos presentes. Rige el cuerpo físico y muestra dónde se halla la prisión del alma."

sábado, 5 de julio de 2008

Planetas ubicados al final y al inicio de un signo

Frecuentemente se habla de los planetas que se encuentran ubicados al final y al comienzo de un signo zodiacal, y del modo de interpretarlos.

De todas las explicaciones halladas respecto a este tema, la que me parece más esclarecedora es la de Richard Idemon quien, en su libro “El hilo mágico”, dice lo siguiente:


Cuanto más próximo esté un planeta a los 29 grados 59 minutos, más inestable será, porque está a punto de cambiar de signo, modalidad, elemento, polaridad, en ciertos casos, también de orientación. Es como si el planeta, al darse cuenta de ello, retrocediera ante lo inevitable. Como el arcano del tarot El Loco, está tambaléandose hacia delante a riesgo de caerse al precipicio. Así que, con mucha frecuencia, aquí hay algo muy voluble.
Pero este planeta también puede ser brillantemente creativo, o sea que de ningún modo habrá que verlo como algo negativo. Y digamos de paso que esto también incluye en alguna medida al grado 28 –no vamos a trazar la línea justo en el 29- porque, como estamos empezando a cambiar, esta es una “zona de penumbra”.

En todo esto hay algo mágico y numinoso, y creo que tiene una naturaleza bastante neptuniana. Hay una amenaza de caos y un inminente cambio: Shiva se acerca, y algo se desestabiliza. Sentimos que la tierra nos tiembla bajo los pies.
Alrededor de los planetas que están al final de un signo pueden empezar a generarse complejos.

También el grado 0 es una posición de cambio e inestabilidad potencial, pero de un carácter diferente. Algo nuevo acaba de nacer y nosotros todavía no estamos demasiado seguros de cómo encararlo. En realidad el grado 0 es, en muchos sentidos, muy semejante a Marte.

O sea que el grado 0 y el 1 tienen esta dimensión, la de un nacimiento; en cierto sentido, es como el despertar de Aries. Y el grado 29 aporta el carácter neptuniano de la entropía, del volver a fundirse en el caos.

(Del libro de Richard Idemon “El Hilo Mágico” - Seminarios de Astrología Psicológica -, Capítulo 2, Páginas 80/81, Ediciones Urano).

jueves, 3 de julio de 2008

El desorden creador

El siguiente es un texto de Ilya Prigogine, Premio Nobel de Química en 1977. Su publicación ha sido posible gracias al Institut du managemet d’EDF et de GDF, por el que se ha obtenido el original en francés, y al propio llya Prigogine, quien ha autorizado la traducción y publicación del mismo.




Las opiniones sobre la noción de tiempo son, frecuentemente, variadas y contradictorias.Un físico dirá que ha sido introducida por Newton y que el problema que esa noción plantea ha sido globalmente resuelto. Los filósofos piensan de manera muy diferente: relacionan el tiempo con otras nociones, como el devenir y la irreversibilidad. Para ellos, el tiempo sigue siendo una interrogación fundamental. Me parece que esta divergencia de puntos de vista es la cesura más neta dentro de la tradición intelectual occidental. Por un lado, el pensamiento occidental ha dado nacimiento a la ciencia y, por consiguiente, al determinismo; por otro lado, este mismo pensamiento ha aportado el humanismo, que nos remite, más bien, hacia las ideas de responsabilidad y creatividad.


Filósofos como Bergson o Heidegger han planteado que el tiempo no incumbe a la física, sino a la metafísica. Para ellos, el tiempo pertenece claramente a un registro diferente, sobre el que la ciencia no tiene nada que decir. Pero estos pensadores disponían de menos herramientas teóricas de las que tenemos hoy.


Personalmente, considero que el tiempo brota de lo complejo. Un ladrillo del paleolítico y un ladrillo del siglo XIX son idénticos, pero las edificaciones de las que formaban parte no tienen nada en común: para ver aparecer el tiempo hay que tomar en consideración el todo.


El no-equilibrio, fuente de estructura


Los trabajos que he realizado hace una treintena de años han demostrado que el no-equilibrio es generador de tiempo, de irreversibilidad y construcción. Hasta entonces, durante el siglo XIX y gran parte del XX, los científicos se habían interesado, sobre todo, en los estados de equilibrio. Después han comenzado ha estudiar los estados cercanos al equilibrio. Así, han evidenciado el hecho de que, desde el momento en que se produce un pequeño alejamiento del equilibrio termodinámico, se observa la coexistencia de fenómenos de orden y fenómenos de desorden. No se puede, por tanto, identificar irreversibilidad y desorden.


El alejamiento del equilibrio nos reserva sorpresas. Nos damos cuenta de que no se puede prolongar lo que hemos aprendido en estado de equilibrio. Descubrimos nuevas situaciones, a veces más organizadas que cuando hay equilibrio: se trata de lo que yo llamo puntos de bifurcación, soluciones a ecuaciones no lineales. Una ecuación no lineal admite frecuentemente varias soluciones: el equilibrio o la proximidad al equilibrio constituye una solución de esa ecuación, pero no es la única solución.


Así, el no-equilibrio es creador de estructuras, llamadas disipativas porque sólo existen lejos del equilibrio y reclaman para sobrevivir una cierta disipación de energía y, por tanto, el mantenimiento de una interacción con el mundo exterior. Al igual que una ciudad que solamente existe en cuanto que funciona y mantiene intercambios con el exterior,la estructura disipativa desaparece cuando deja de ser "alimentada".


Ha sido muy sorprendente descubrir que, lejos del equilibrio, la materia tiene propiedades nuevas. También asombra la variedad de los comportamientos posibles. Las reacciones químicas oscilantes son una buena muestra de ello. Por ejemplo, el no-equilibrio conduce, entre otras cosas, a fenómenos ondulatorios, en los que lo maravilloso es que están gobernados por leyes extremadamente coherentes. Estas reacciones no son patrimonio exclusivo de la Química: la hidrodinámica o la óptica tienen sus propias particularidades.


En el equilibrio, la materia es ciega; lejos del equilibrio la materia ve.


Finalmente, las situaciones cercanas al equilibrio están caracterizadas por un mínimo de alguna cosa (energía, entropía, etc.), al que una reacción de pequeña amplitud las hace retornar si se alejan un poco de él. Lejos del equilibrio, no hay valores extremos. Las fluctuaciones ya no son amortiguadas. En consecuencia, las reaccíones observadas lejos del equilibrio se distinguen con más nitidez, y por tanto, son mucho más interesantes. En el equilibrio, la materia es ciega, mientras que lejos del equilibrio la materia capta correlaciones: la materia ve. Todo esto conduce a la paradójica conclusión de que el no-equilibrio es fuente de estructura.


El no-equilibrio es un interface entre ciencia pura y ciencia aplicada, aunque las aplicaciones de estas observaciones a la tecnología estén solamente en sus inicios. Actualmente, empieza a comprenderse que la vida es, probablemente, el resultado de una evolución que se dirige hacia sistemas cada vez más complejos. Es cierto que no se conoce exactamente el mecanismo que ha producido la primeras moléculas capaces de reproducirse. La naturaleza utiliza el no-equilibrio para sus estructuras más complejas. La vida tiene una tecnología admirable, que muy frecuentemente no llegamos a comprender.


Pensar en términos de probabilidades, no de trayectorias


El no-equilibrio no puede ser formalizado a través de ecuaciones deterministas. En efecto, las bifurcaciones son numerosas y, cuando se repiten las experiencias, el camino seguido no es siempre el mismo. Por tanto, el fenómeno es determinista entre las bifurcaciones, pero es totalmente aleatorio en las bifurcaciones. Entra en directa contradicción con las leyes de Newton o de Einstein, que niegan el indeterminismo. Evidentemente, esta contradicción me ha preocupado mucho. ¿Cómo superarla? La actual teoría dinámica nos ofrece herramientas particularmente interesantes al respecto. Contrariamente a lo que pensaba Newton, ahora se sabe que los sistemas dinámicos no son todos idénticos. Se distinguen dos tipos de sistemas: los sistemas estables y los sistemas inestables. Entre los sistemas inestables, hay un tipo particularmente interesante, asociado con el caos determinista. En el caos determinista, las leyes microscópicas son deterministas pero las trayectorias toman un aspecto aleatorio, que procede de la "sensibilidad a las condiciones iniciales": la más pequeña variación de las condiciones iniciales implica divergencias exponenciales. En un segundo tipo de sistemas , la inestabilidad llega a destruir las trayectorias (sistemas no integrables de Poincaré). Una partícula ya no tiene una trayectoria única, sino que son posibles diferentes trayectorias, cada una de ellas sujeta a una probabilidad.


Agruparemos estos sistemas bajo el nombre de caos. ¿Cómo tratar este mundo inestable? En vez de pensar en términos de trayectorias, conviene pensar en términos de probabilidades. Entonces, se hace posible realizar predicciones para grupos de sistemas. La teoría de caos es algo semejante a la mecánica cuántica. Es necesario estudiar en el ámbito estadístico las funciones propias del operador de evolución (hacer su análisis espectral correspondiente). En otros términos, la teoría del caos debe formularse a nivel estadístico, pero esto significa que la ley de la naturaleza toma un nuevo significado. En lugar de hablar de certidumbre, nos habla de posibilidad, de probabilidad.


La flecha del tiempo es, simultáneamente, el elemento común del universo y el factor de distinción entre lo estable y lo inestable, entre lo organizado y el caos.


Para ir más lejos en esta reflexión, es necesario extender los métodos de análisis de la física cuántica, especialmente saliendo del espacio euclediano (el espacio de Hilbert, en sentido funcional) en cuyo seno está definida. Afortunadamente, matemáticos franceses, ante todo Laurent Schwartz, han descrito una nueva matemática, que permite aprehender los fenómenos de caos y describirles en el ámbito estadístico.


Pero el caos no explica todo. La historia y la economía son inestables: presentan la apariencia del caos, pero no obedecen a leyes deterministas subyacentes. El simple proceso de la toma de decisión, esencial en la vida de una empresa, recurre a tantos factores desconocidos que sería ilusorio pensar que el curso de la historia puede modelizarse por medio de una teoría determinista.


El segundo tipo de sistemas inestables evocados más arriba es conocido bajo la denominación de sistemas de Poincaré. Los fenómenos de resonancia juegan en ellos un papel fundamental, pues el acoplamiento de dos fenómenos dinámicos da lugar a nuevos fenómenos dinámicos. Estos fenómenos pueden ser incorporados en la descripción estadística y pueden conducir a diferencias con las leyes de la mecánica clásica newtoniana o la mecánica cuántica. Estas diferencias se ponen de manifiesto en los sistemas en los que se producen colisiones persistentes, como los sistemas termodinámicos. La nueva teoría demuestra que se puede tender un puente entre dinámica y termodinámica, entre lo reversible y lo irreversible.


La inestabilidad no debe conducirnos al inmovilismo


Nos encontramos en un período "bisagra" de la ciencia. Hasta el presente, el pensamiento ponía el acento sobre la estabilidad y el equilibrio. Ya no es así. El propio Newton sospechó la inestabilidad del mundo, pero descartó la idea porque la encontró insoportable. Hoy, somos capaces de apartarnos de los prejuicios del pasado. Debemos integrar la idea de inestabilidad en nuestra representación del universo. La inestabilidad no debe conducir al inmovilismo. Al contrario, debemos estudiar las razones de esta inestabilidad, con el propósito de describir el mundo en su complejidad y comenzar a reflexionar sobre la manera de actuar en este mundo. Karl Popper decía que existe la física de los relojes y la física de las nubes. Después de haber estudiado la física de los relojes, ahora debemos estudiar la física de las nubes.


La física clásica estaba fundada sobre un dualismo: por un lado, el universo tratado como un autómata; por otro lado, el ser humano. Podemos reconciliar la descripción del universo con la creatividad humana. El tiempo ya no separa al ser humano del universo.