Fragmento
perteneciente al Capítulo 4 del libro “Dinámica y análisis de los aspectos”, de
Bil Tierney.
EL GRAN
TRIGONO DE FUEGO
Con el Gran Trígono de Fuego, el poder creativo e
inspiracional del trígono se hace más evidente ya que el elemento fuego es
vital, auto expresivo, y espontáneo en la acción. Busca la experiencia a través
de la exhibición directa de su potencial. La visión se verá enfatizada, pero
también el sentido de poder e importancia personal, que se manifestarán como
egotismo y excesivo orgullo. Los demás lo consideran una persona afortunada
porque es capaz de entregarse con toda su alma a actividades excitantes y
temerarias con poco temor, inseguridad o frustración. Será una persona de
acción, constantemente en movimiento, incapaz de quedarse quieta ni un minuto.
Posee una vena aventurera y un atrayente aire de inocencia, lo que le permite
correr riesgos y aventurarse sin tomar precauciones. No es una persona
calculadora, prefiere actuar según los impulsos del momento y libremente, pues
sus acciones sólo le atañen a él, y considera que posee privilegios
individuales. Lucha por ser independiente y autónomo; espera expresarse siempre
sin interferencias de los demás. Sólo exige que el medio ambiente le suministre
lo que necesita sin demoras ni resistencia. La fe en sí mismo y su sentido de
estar protegido de todo peligro está tan fijada en su interior que estará
dispuesto y ansioso por intentarlo todo, sin preocuparse por las desventajas, y
seguro de alcanzar sus metas y objetivos. La humildad no es una de sus
virtudes. Una vez que se compromete con un objetivo, será valiente, confiado,
entusiasta y tendrá fuerza interior. Inconscientemente, exigirá mucha atención,
lealtad, e incluso servicio de parte de los demás (el fuego es el elemento de
la realeza), mientras él permanece emocionalmente distante o incluso
despreocupado de las necesidades personales de los demás, especialmente si las
expresan de manera sutil o, indirecta. No quiero decir que alguien con el Gran
Trígono de Fuego sea frío e insensible, dado que el fuego es cálido y generoso
(en especial Leo). Simplemente sugiero que primero se debe atraer su atención y
alejarla de sus intereses personales por un momento, entonces será capaz de
poner toda su abundante energía en ayudar al bienestar del otro. No sucede
instintivamente, como ocurre con el agua. Si este tipo de individuo responde personalmente
a las necesidades de otro, éste deberá demostrarle abiertamente su sincero
aprecio por sus esfuerzos. Florece con los cumplidos. El Gran Trígono operando
a través de este energético elemento da una enorme vitalidad (que se
manifestará como vigor físico o gran resistencia a los gérmenes más que como
brío, ya que los trígonos no se expresan abiertamente). El individuo tiende a
ser afortunado con sus impulsos momentáneos pero necesita aplicar los frenos a
su ilimitado impulso de disfrutar al máximo de la vida. Sin un descanso
adecuado, acabará muy pronto con sus energías, además de consumir la vida de
otros. He observado que un énfasis muy fuerte en el elemento fuego se
manifiesta a veces como un interés único en la propia persona, y por lo tanto el
individuo es incapaz de actuar socialmente, en esas ocasiones es distante y
reservado en vez de ser vivaz y alegre como uno hubiese esperado. En vez de
vivir una existencia dedicada exclusivamente a sí mismo, es aconsejable que
alguien con este Gran Trígono busque activamente papeles de liderazgo en la
vida o uno que le exija un alto grado de energías físicas o creativas. Los
desafíos que producen una interacción dinámica mantienen a este trígono productivo
en vez de pasivo.
EL GRAN
TRIGONO DE TIERRA
Con el Gran Trígono de Tierra, el poder tranquilo,
confortable, y atractivo del trígono se realza. La tierra, al igual que el
trígono, busca preservar el statu quo de las condiciones existentes que le
brindan seguridad. Tanto el elemento como el aspecto no responden bien a los
cambios drásticos y críticos de la vida. El individuo que posee este Gran
Trígono sentirá un profundo sentido de seguridad interior y estabilidad en el
mundo físico. Debido al poderoso magnetismo de esta configuración, será ayudado
con facilidad en el nivel material, tendrá muchísimas oportunidades de recibir
un apoyo tangible y una posición mundana si lo desea. En este aspecto, el Gran
Trígono de Tierra es el que brinda más ventajas físicas.
La capacidad de atraer, acumular, y manejar hábilmente
los recursos está muy desarrollada. Pero el impulso para aventurarse en el
mundo externo y esforzarse agresivamente para obtener tales recursos a menudo falta.
En la carta de una persona menos ambiciosa, este Gran Trígono expresará una
influencia muy indulgente y materialista que mantiene al individuo firmemente
arraigado y centrado en el limitado mundo de la materia (lo que no resulta
conveniente a la larga para el crecimiento interior). Entre los rasgos
constructivos de un Gran Trígono de Tierra bien administrado encontramos: la
resistencia y la perseverancia, que permiten al individuo concentrar su
atención de manera constante sobre objetivos concretos sin distracciones o
cambio de rumbo. Una vez comprometido con una meta, trabajará dura y largamente
para lograr lo que desea. Tiene éxito porque sabe consolidar hábilmente su
vasta reserva de energía y tranquilamente trabaja con ahínco en el proyecto
hasta que alcanza los resultados que busca. Sin embargo, a diferencia del mero
énfasis en el elemento tierra, la dinámica del Gran Trígono sugiere que la
persona es inspirada, perceptiva, y visionaria. El individuo poseerá una enorme
habilidad organizativa y un gran sentido práctico, ya que los trígonos de
tierra permiten visualizar estructuras y formas perfectas o ideales. El sentido
común será notorio. La vastedad de recursos creativos es uno de los rasgos
sobresalientes de este Gran Trígono.
Las personas que poseen un Gran Trígono de Tierra
son los grandes constructores de la vida, aquellos que perciben mejor su propio
poder y fuerza creativa cuando pueden dar testimonio, a través de logros
materiales duraderos o metas mundanas. Dado que la necesidad de seguridad y el
sentido de los valores están tan enraizados en su conciencia, rara vez corren
riesgos, y casi nunca se aventuran en la vida a la manera temeraria y segura de
los poseedores del Gran Trígono de Fuego. En cambio, tienden a deliberar ya
evaluar astutamente las condiciones antes de realizar ningún movimiento
importante. Usualmente, su elección del momento es siempre correcta. A pesar de
ello, tanta tierra produce un temperamento convencional y conservador que suele
carecer de imaginación y olfato. Aunque la fuerza interior y la determinación
del individuo sean aterradoras para los demás, generalmente le falta carisma.
Negativamente, el individuo estará tan aferrado a la rutina y al sistema que
resistirá los cambios en la vida, a veces puede quedar atrapado en una
situación que le resulta cómoda porque sostiene sus puntos débiles, aunque su
vida sea superficial y mundana. La búsqueda de gratificación sensorial puede
superar el cuestionamiento de percepciones más profundas. El trabajo y la
productividad son a menudo sobrevaluados a expensas del desarrollo interno, aun
cuando estas personas gravitan usualmente hacia posiciones de administración
organizativa en las que delegan el trabajo en otros (ya que los poseedores de
Trígonos no son aptos para trabajar de manera extenuante). Es aconsejable que
quien posea un Gran Trígono de este tipo busque activamente ambiciones
materiales que le permitan una utilización creativa de los recursos prácticos
para evitar que esas energías se congestionen, y se estanquen.
Continuará…