jueves, 8 de marzo de 2018

El Discernimiento

Fragmento del capitulo "Prepararse para las posibilidades", extraído del libro "Ser Generosos", de Lucinda Vardey y John Dalla Costa.

Cuanto más seriamente uno abraza la generosidad como una actitud o acercamiento a la vida, más deliberativo debe uno volverse acerca de dónde invertir el esfuerzo creativo y el compromiso generativo. El discernimiento es una forma de evaluación y juicio personal mediante el cual uno mira más allá de los factores normales de toma de decisión para considerar motivos más auténticos e implicancias más significativas.

Por ejemplo, mientras uno elige qué hacer, uno discierne el porqué, los principios subyacentes y las creencias que se expresan no simplemente en las propias acciones sino también, de forma más reveladora, en los propios hábitos.

Con discernimiento también discriminamos, de modo que nos abrimos a la verdad de una situación más que meramente evaluar sus hechos o su realidad aparente. De muchas formas, las decisiones se toman sobre las cosas exteriores, mientras que el discernimiento revela más acerca de los motivos interiores. A menudo, las decisiones incluyen sopesar y contrastar los méritos relativos de las opciones. Uno discierne al buscar una comprensión más rica de los criterios evaluativos y honestos del corazón.

La generosidad puede derrocharse muy fácilmente o ser abusada si se la practica solo en reacción a lo que se nos pida. El discernimiento es central para la capacidad de establecer prioridades. Esto significa no elegir entre lo bueno y lo malo, lo cual es todavía bastante directo, sino más bien ayudar a que uno diferencie entre aquellas elecciones más difíciles que incluyen un bien mayor o menor o entre un mal mayor o menor.

Practicar el discernimiento como virtud requiere desarrollar y confiar en la propia intuición, de modo de saber cuál es la manera correcta de ser, la cosa correcta para hacer (o no hacer). La intuición, en cambio, es la inteligencia visceral disponible para todos nosotros, que reacciona ante una situación antes que las ideas o los pensamientos impongan sus razones.  

El discernimiento se necesita no solo para la comprensión de uno mismo sino también para apreciar lo que el mundo necesita más y para dirigir efectivamente el talento particular, las habilidades y el tiempo propios. El discernimiento conecta en el momento las acciones a los principios y deseos básicos de uno. Nos induce a ser creativos, a sumergirnos en las posibilidades expansivas de la generosidad.

No hay comentarios.: