viernes, 11 de marzo de 2011

El ingreso de Urano en Aries


Anoche comentaba con una amiga aficionada a la astrología: "El 11 de marzo Urano ingresa en Aries" y mirábamos qué contactos hacía en nuestras cartas natales. Tengo el Sol en 3 grados de Aries, por lo que ya estoy vivenciando los efectos de la conjunción. Si bien en 2010 Urano ya había ingresado en Aries, luego retrogradó y volvió a los últimos grados de Piscis pero, a partir de ahora, permanecerá en Aries durante los próximos siete años.

Vivo en la ciudad de Buenos Aires (Argentina). Hoy, 11 de marzo, me despierto a media mañana y enciendo la TV: hay un terremoto en Japón. Es un sismo de una magnitud de 8.9 grados en la escala de Richter.

Escucho hablar a expertos por el noticiero, entre ellos, a Rodolfo del Valle, doctor en Geología . Explica que un terremoto de 6 grados tiene un efecto igual al de la bomba atómica arrojada en Hiroshima y que, por cada grado más que tenga el sismo, es 31 veces mayor el poder de la energía liberada por el mismo.

Por otra parte, el tsunami que se produce a partir del terremoto, ha hecho que entren en estado de alerta todos los países de la costa del pacífico de Sudamerica, incluyendo a USA y Canadá.

Pasadas las 10 AM – hora de Buenos Aires – el tsunami ha llegado a Hawaii, aunque presenta olas de pocos metros de altura.

Un poco más tarde y por el mismo noticiero, escucho que el conductor habla con un argentino que vive en Japón y le hace esta pregunta: "¿Cómo se manifiesta la solidaridad entre la gente ante esta situación? ¿Es solidario el pueblo japonés?"

El argentino responde: "No... en realidad no son muy solidarios porque aquí es el estado el que se ocupa de satisfacer todas las necesidades".

Me llama la atención este comentario y reflexiono: este pueblo es símbolo de una conciencia infantil dependiente de una figura paterna representada, en este caso, por el estado.  Para este pueblo esta sería una oportunidad de quebrar la dependencia de esta figura paterna sustituta representada por el estado y comenzar a crecer en conciencia, creando vínculos interdependientes y solidarios a través de una actitud fraterna que debería despertar ante la situación del desastre producido.

Para quienes participamos a la distancia, también podría ser una oportunidad de revisar nuestras propias actitudes dependientes de las figuras paternas reales o simbólicas a las que permanecemos atados emocionalmente ¿no creen?

Sigo mirando el noticiero… las imágenes son contundentes y estremecedoras: los efectos del agua arrasando todo a su paso, un tren lleno de pasajeros ha desaparecido, un barco ha sido tragado por un embudo de agua… ni siquiera tiene sentido enumerar la cantidad de desaparecidos que hay...

Pero hay algo más sobrecogedor en estas imágenes que veo en mi TV y son las caras de la gente: en una oficina aparece un grupo de empleados rodeados de papeles y tecnología de todo tipo, tamaño y color. Y ¿qué creen ustedes que hacen cuando todo empieza a temblar y cae la mampostería sobre sus cabezas? Sujetan los aparatos, las computadoras, los escritorios, los expedientes y las sillas. Ni siquiera se miran a las caras: cada uno está solo, no ve a los otros. Están conectados a los objetos... pero ¿están conectados a los otros? ¿están conectados a sí mismos o se han perdido?

El argentino que vive en Japón dice que, curiosamente, sigue funcionando Internet y hay señal en los celulares, mientras el alerta del noticiero interrumpe para anunciar que han decretado el estado de emergencia nuclear porque se incendia la central de Fukushima.

Sigue informando el periodista del noticiero que Japon era hasta hace poco la segunda potencia económica mundial. Ahora ocupa el tercer puesto pues ha sido desplazada por China. El PBI por habitante es de U$S.34.000 por año. Uno diría ¡qué bien viven! ¡Son un verdadero ejemplo para el mundo!

Sin embargo, lo único que conoce el pueblo japonés es la disciplina a través del trabajo y el cumplimiento de las obligaciones: una figura que podríamos simbolizar astrológicamente en Capricornio/Saturno. La figura del estado cubriendo todas las necesidades también se simboliza en Capricornio/Saturno, una figura paterna que cuida y provee. El pueblo es obediente pero obedecer no es hacerse cargo ¿o sí?

Realmente ¿viven bien? ¿O sólo tienen una “envidiable” situación económica? El orden en el que viven y que les es impuesto por su cultura y educación ¿realmente los hace seres libres? ¿De qué les sirve ahora frente a las fuerzas de los cuatro elementos de la naturaleza? Despojados de lo material ¿se darán cuenta de lo que les falta,tanto en crecimiento emocional como humano? Son todas preguntas que me hago frente a lo que veo...

El ingreso de Urano en Aries da comienzo a un nuevo ciclo zodiacal de Urano que durará 84 años. Se produce a las 0.54 GMT del 12 de marzo (a las 21.54 hs del 11 de marzo hora de Buenos Aires). Es decir, durante los próximos 84 años habrá una oportunidad de expresar de un modo diferente lo que simboliza el planeta. Quizás a partir de ahora, podamos trabajar concientemente lo que representa Urano para que pueda ser encarnado por una mayor cantidad de seres humanos. Quizás en este nuevo ciclo, lo que simboliza Urano esté más cerca de la conciencia como para poder ser expresado mediante acciones y decisiones que modifiquen la historia de la humanidad. Y eso empieza en cada ser humano.

¿En qué dirección? En aquella que señala que es hora de crecer y dejar de depender de figuras de autoridad externas, despertando la autoridad interna y movilizando la solidaridad y la conciencia de red, es decir, la conciencia grupal. Es hora de salir del aislamiento y mirar al de al lado. Es hora de ser quienes somos, pero en conjunto.

No olvidemos que, en este momento, Plutón transita los 7 grados de Capricornio y Saturno está retrogradando en los 15 grados de Libra, además del ingreso de Urano al signo de Aries. Todos signos cardinales, que simbolizan apertura a nuevos modos de accionar. Pero esta apertura debe producirse primero en cada una de nuestras conciencias para que luego podamos plasmar una nueva realidad trabajando en conjunto.

Recordemos los terremotos en Haití y en Chile, por mencionar sólo dos de los más devastadores. No ha pasado tanto tiempo y nuevamente algo similar nos sacude a todos. Sí, a todos, porque no vale decir que a mí no me toca porque vivo en Buenos Aires.

Para quienes tienen conocimientos de astrología, estén atentos a las posiciones que estos tránsitos ocupan en sus cartas natales y qué energías movilizan. Así tendrán idea de los aprendizajes que deben realizar en estos momentos en que la evolución nos obliga a crecer en humanidad y como humanidad.

Para quienes no poseen conocimientos de astrología, la primera recomendación es no entrar en pánico. Sólo observen la realidad, tratando de abrirse y sensibilizarse a partir de lo que contemplan. Será suficiente que conserven una disposición receptiva ante lo que vean y no piensen que a ustedes no les va a tocar. No sean indiferentes y estén conectados con lo que sucede pero, sobre todo, estén conectados con ustedes mismos.

Y cuando digo que observen la realidad, no me refiero sólo a lo que sucede en el día de hoy en Japón. Recapitulen y vean los cambios sociales, políticos, económicos, en fin, en todos los ámbitos que hacen a la realidad humana. Allí encontrarán las pautas para afrontar los cambios que hay que materializar.

La acción que simbolizan los tránsitos planetarios de estos tiempos está a la vista de todos aquellos que tengan ojos para ver y oídos para escuchar. Entonces veamos y escuchemos. Después, podremos decidir cómo queremos vivir nuestra vida y construir, a partir de estas decisiones, nuestra realidad.

Para más información sobre Urano, leer: Los Planetas en la Carta Natal