domingo, 31 de enero de 2010

LOS PLANETAS EN LA CARTA NATAL


SOL
Entre los principales elementos que constituyen una carta natal se encuentran los signos zodiacales, los planetas y las casas.

Los planetas simbolizan las diversas dimensiones de la naturaleza humana. Se clasifican en personales (Sol, Luna, Mercurio, Venus y Marte), sociales (Jupiter y Saturno) y transpersonales (Urano, Neptuno y Plutón). Cabe aclarar que, en Astrología, el Sol y la Luna son llamados planetas o luminarias. La interpretación de los planetas asociada a los mitos resulta sumamente enriquecidora.

Para comprender qué representa el Sol en una carta natal pensemos cuántas veces al conocer a alguien queremos saber de qué signo es. Astrológicamente, la pregunta correcta sería ¿en qué signo zodiacal se encuentra el Sol en el momento del nacimiento de una persona? Por ejemplo, alguien nacido el 28 de marzo tendrá el Sol en el signo de Aries y esa persona dirá “Soy de Aries”.

La palabra “soy” nos conduce al significado del Sol en la carta natal. Cuando decimos “soy” estamos hablando de nuestra identidad conciente, de nuestra esencia. Podemos decir que el Sol representa nuestro sentido de la individualidad, lo que nos impulsa a ser lo que somos, nuestra manera de expresarnos. También simboliza la conciencia y la forma en que creamos.

Los horóscopos difundidos en diarios, revistas y medios en general están basados en el signo del Sol o signo solar: no toman en cuenta el contexto que ofrece la carta natal evaluada como una totalidad. Estos horóscopos masifican la información, oficiando de entretenimiento a quienes los leen y distorsionando el verdadero sentido de la Astrología, que es un complejo lenguaje simbólico. A partir de esta parcializada difusión nacen generalizaciones como “los de Aries son impacientes” o “los de Libra son indecisos” o “siempre me llevo mal con los de Escorpio”, “no me banco a los de Capricornio”, por mencionar sólo algunas de las más comunes.

De acuerdo al día y mes del nacimiento, el Sol se ubicará en cualquiera de los doce signos zodiacales. Una clave para trabajar concientemente el Sol buscando promover el desarrollo personal es conocer las cualidades más luminosas que representa según la casa, el signo y los aspectos que surgen de su posición en la carta natal, orientando la acción personal mediante elecciones que cultiven lo mejor de estas cualidades. Este es un camino que va en el sentido de la autorrealización, objetivo simbolizado por el Sol en la carta natal.

Para concluír, el Sol en la carta natal simboliza nuestro sentimiento de quiénes somos y, en tal sentido, también es un indicador de la vocación o de la profesión libremente elegida. Cuando la profesión coincide con la verdadera vocación conduce a la plenitud. En un nivel psicológico, el Sol simboliza la imagen que tenemos de lo masculino y del padre. En un nivel físico, el Sol se asocia con la vitalidad. En lo mitológico, Apolo es una deidad solar.

LUNA 
La Luna simboliza el Yo emocional, es decir, nuestra manera de reaccionar emocionalmente y de hallar seguridad emocional; el carácter de nuestro niño interior; nuestro nivel de estabilidad emocional. En otro orden, representa la imaginación, el inconciente, el pasado, las reacciones instintivas.

Según la posición que ocupa en la carta natal, la Luna indicará de qué manera sentimos la vida y el modo en que reaccionamos frente a las circunstancias, representando un modo inconciente y primario de reaccionar.

Retomando el concepto de la Luna como símbolo del carácter de nuestro niño interior, su posición en la carta natal por signo, casa y aspectos, describirá nuestras reacciones infantiles, aquellas que se plasmaron en la primera infancia, aproximadamente hasta los cuatro o cinco años; esas reacciones que se presentan luego cuando ya somos adultos cada vez que nos sentimos amenazados en nuestra seguridad.

Analizando la posición de la Luna también descubriremos pautas sobre nuestra capacidad de desarrollar empatía, autosatisfacción y tranquilidad emocional así como también soledad, aislamiento, insatisfacción emocional e inseguridad.

Para concluir, la Luna representa la imagen que un individuo tiene de lo femenino en sus aspectos nutricios y maternales, siendo por lo tanto representativa de la imagen internalizada de la propia madre. En lo mitológico, Isis es una deidad lunar, madre arquetípica también denominada “gran diosa madre” y “diosa de la maternidad y el nacimiento”.

MERCURIO
Mercurio en la carta natal representa la palabra hablada y escrita, la manera de poner orden, las habilidades de aprendizaje de un individuo. También su relación mental con el mundo exterior, su inteligencia, los contactos que establece con el mundo a través del conocimiento; la crítica, la lógica, el cálculo; su capacidad de adaptación.

En los ciclos de la vida, Mercurio se asocia con la etapa de la adolescencia.

Otros de sus significados son: los intercambios comerciales, los intermediarios, los hermanos, los medios de comunicación así como los de transporte y los viajes cortos.

La posición de este planeta en la carta natal -por signo, casa y aspectos- permite observar el tipo de intereses intelectuales de un individuo; su espíritu de inquietud y de movimiento, como también su gusto por los viajes y desplazamientos en general.

Resumiendo, diremos que Mercurio está principalmente asociado a las funciones de oir, escuchar, hablar, escribir, razonar, asociar, deducir, aprender, ordenar, comunicar, hacerse entender, transmitir, discutir, negociar.

La mitología considera a Mercurio (o Hermes para los griegos) como el mensajero de los dioses, el veloz transmisor de la voluntad divina, siendo frecuentemente representado con alas en los pies, por lo que facilita la comunicación con lo espiritual. También se lo relaciona con el dios de los comerciantes, gracias a su habilidad para hablar y negociar.

VENUS
Para iniciarnos en la comprensión de las dimensiones de la naturaleza humana simbolizadas por Venus, citaré un pensamiento de James Hillman -psicólogo arquetipal, discípulo de Carl G. Jung-: “El Alma nace en la belleza y se alimenta de la belleza, necesita a la belleza para su vida”.

En Astrología, Venus representa los principios de belleza, armonía y placer.

Tradicionalmente, se considera a Venus como planeta regente de los signos de Tauro y Libra.

En la mitología griega, Afrodita es la diosa del amor, la lujuria, la belleza y la sexualidad. Su equivalente en la mitología romana es Venus. Aunque a menudo se alude a ella en la cultura moderna como «la diosa del amor», es importante señalar que se refiere específicamente a Eros (atracción física o sexual).

En un plano más concreto o mundano de interpretación, Venus también representa la relación de un individuo con la comodidad y el confort; con el dinero, los bienes y posesiones materiales en general.

Resumiendo, la posición de este planeta en la carta natal -por signo, casa y aspectos- permite interpretar la escala de valores tanto materiales como estéticos y/o artísticos del individuo; su inclinación hacia la vincularidad, la manera en que ama, comparte y coopera, su tendencia a complacer y agradar al otro, su disposición a conciliar cuando existe conflicto; y, finalmente, nos remite a sus cualidades de afectividad, receptividad, amabilidad, sensualidad y delicadeza como también a su estilo de seducción.

MARTE
Para ingresar en la comprensión de una de las dimensiones de la naturaleza humana simbolizadas por Marte, citaré una reflexión de Osho: “En principio no hay mucha diferencia entre una persona cobarde y una valiente. La única diferencia es que el cobarde escucha sus miedos y se deja llevar por ellos, mientras que la persona valiente los aparta y continúa su camino. La persona valiente se adentra en lo desconocido a pesar de todos los miedos. La palabra coraje proviene de la raíz “cor” que quiere decir corazón, por lo tanto, ser valiente significa vivir con corazón. Los cobardes viven con la cabeza; están atemorizados, se rodean de la seguridad de la razón. El camino del corazón es el camino del coraje.”

En Astrología, Marte es símbolo de lo masculino. Representa los principios de coraje y determinación; la sana agresión, considerada como la capacidad que posee el individuo para hacerse valer. También simboliza los instintos básicos. En el individuo Marte se encuentra asociado al deseo, al entusiasmo, la decisión, la acción, la competencia, el dinamismo -entre otras significaciones- como también las que surgen de la distorsión de las mismas, por ejemplo, ira, impaciencia, irritabilidad, temeridad, rivalidad.

Se atribuye a Marte la regencia del signo de Aries y, conjuntamente con Plutón, la de Escorpio.

En la mitología romana Marte era considerado el dios de la guerra. (Su equivalente en la mitología griega es Ares). El arquetipo del guerrero tiene afinidad con la naturaleza de Marte.

Resumiendo, la posición de Marte en la carta natal -por signo, casa y aspectos- permitirá interpretar la capacidad de acción y de autoafirmación del individuo, entendiendo autoafirmación como la actitud de saber qué desea y salir a buscarlo para obtenerlo. También aportará información en lo referente al deseo sexual; sobre la independencia y la iniciativa que conducen al logro; y, finalmente, respecto a la capacidad de asumir el riesgo y el desafío así como su modo de conquistar y desenvolverse en situaciones de mando.

JUPITER
Jupiter representa el principio de expansión. Asociamos a este principio la búsqueda de sentido, de propósito, de sabiduría y comprensión. También representa la fe y la confianza en algo superior, sin que este concepto de “superior” se restrinja exclusivamente a creencias religiosas. Por el contrario, las creencias que simboliza Jupiter pueden ser de diferente origen: religiosas, filosóficas, éticas o morales. Finalmente diremos que simboliza el sentimiento de certeza, la conciencia de abundancia y prosperidad como también la tendencia al exceso, a la exageración y a la desmesura.

Se atribuye a Jupiter la regencia del signo de Sagitario y, conjuntamente con Neptuno, la de Piscis.

En lo mitológico, Jupiter es idéntico al Zeus de la mitología griega. Zeus era el hijo más joven de Cronos y Rhea, regente supremo del Olimpo y del Panteón de dioses. Su función era mantener la ley, la justicia y la moral. Algunos arquetipos asociados a Jupiter son: el religioso, el filósofo, el aventurero, el guía, el gurú, el benefactor.

La posición de Jupiter en la carta natal -por signo, casa y aspectos- permitirá interpretar cómo es el individuo en lo que respecta a cualidades como alegría, optimismo y confianza, benevolencia y generosidad; revelará su capacidad de comprender, resignificar y dar sentido, de razonar filosóficamente; su vocación y aspiraciones, su gusto por el deporte, la aventura y la cultura.

En un nivel más mundano, Jupiter en la carta natal se relaciona con la riqueza, el juego, las inversiones y los negocios.

Aún en nuestros días, la astrología tradicional suele referirse a Jupiter como “el benéfico mayor” concepto que prácticamente hoy ya no es tenido en cuenta por quienes ejercen la Astrología considerándola como una herramienta de desarrollo personal.

SATURNO
Saturno representa un principio de contracción y el aprendizaje de la responsabilidad personal en un contexto de orden y de solidez. También simboliza las dificultades, contrariedades, impedimentos, obligaciones, deberes; la resistencia, la disciplina, la realización, la austeridad. Todos estos principios tienden al desarrollo del individuo mediante la construcción de lo propio, proceso en el cual se cosechará a sí mismo.
Hablar de Saturno en la carta natal es hablar de la capacidad de maduración de un individuo gracias al paso del tiempo, la forma en que gestiona y organiza el tiempo.

Se atribuye a Saturno la regencia del signo de Capricornio y, conjuntamente con Urano, la de Acuario.

En la mitología griega, Cronos era el hijo de Urano y Gea. El dirigió a sus hermanos y hermanas, los Titanes, en una revuelta contra su padre y se convirtió en el rey de los dioses. Se casó con Rea con quien tuvo seis hijos, pero Cronos tenía el mal hábito de comerse a sus hijos recién nacidos, para evitar que un día lo destronarán como rey de los dioses. Finalmente, con el nacimiento de su último hijo – Zeuz - Rea lo engañó y lo hizo comerse una piedra. Zeus entonces derrotó a su padre, con la ayuda de sus hermanos y hermanas. En mitología romada Cronos adoptó el nombre de Saturno.

La posición de Saturno en la carta natal -por signo, casa y aspectos- permitirá interpretar cómo el individuo construye lo propio, cómo madura y se relaciona con el tiempo, las dificultades e impedimentos, con los límites, la autoridad y las leyes.

La astrología tradicional suele considerar a Saturno “el maléfico mayor”, concepto que prácticamente hoy ya no es tenido en cuenta por quienes ejercen la Astrología considerándola como una herramienta de desarrollo personal.

URANO
Urano es el primero de los tres planetas trans-saturninos, también llamados transpersonales (los otros son Neptuno y Plutón).

Considerado planeta generacional, Urano simboliza las tendencias colectivas de cambio, revolución y reforma. La ruptura con la tradición y la transgresión del orden establecido. Se halla asociado a los ideales de libertad, igualdad y fraternidad. Recordemos que fue descubierto en 1781 y que no era tenido en cuenta por la Astrología antigua, que reconocía los planetas sólo hasta Saturno.

Urano representa nuestra necesidad de sentirnos libres de toda atadura. Simboliza la intuición, la capacidad inventiva y creativa del individuo. Su manifestación más luminosa en el plano humano indicará un individuo interesado en cuestiones humanitarias y espirituales, que valoriza la conciencia grupal mientras que su expresión más sombría mostrará los aspectos de rebeldía y subversión identificando a un individuo marginal que posee una conducta excéntrica y/o extremista.

En situaciones de la vida cotidiana, reconocemos la energía de Urano en lo repentino e imprevisto: la clave aquí es adaptarse al cambio.

Urano rige al signo de Acuario conjuntamente con Saturno, el regente tradicional de dicho signo.

En la mitología griega, Urano era el dios de los cielos y estaba casado con Gaia, diosa de la tierra. Urano era el padre de los titanes, los cíclopes y de los gigantes de cien manos. Los titanes, guiados por su soberano, Cronos, destronaron y mutilaron a Urano, y de la sangre que cayó sobre la tierra surgieron las tres Erinias o Furias.

La posición de Urano en la carta natal - por signo, casa y aspectos - permitirá interpretar cómo el individuo transgrede y/o quiebra el orden establecido, tanto en su propia vida como en un intento de modificar el entorno. Encontramos este planeta destacado en cartas de reformadores sociales y de toda persona que viva según sus propias leyes, aunque para hacerlo deba romper constantemente los condicionamientos y mandatos familiares, sociales y culturales. Con Urano, la búsqueda primordial es llegar a ser uno mismo, desafiando al individuo a la integración de la polaridad seguridad / libertad.

NEPTUNO
Neptuno es el segundo de los tres planetas trans-saturninos, también llamados transpersonales (los otros son Urano y Plutón).

Fue descubierto en 1846. No era tenido en cuenta por la Astrología antigua, que reconocía los planetas sólo hasta Saturno.

Neptuno alude a los principios de espiritualidad, devoción y trascendencia. Se asocia a la función psíquica de la intuición. Los lenguajes simbólicos y las artes sin palabras, la música y la imagen. En otro orden, simboliza lo ilusorio, el caos y la confusión, la fantasía, el mundo de los sueños. Se lo relaciona tanto con el inconsciente colectivo como con el inconsciente personal.

Es el regente moderno del signo de Piscis conjuntamente con Jupiter, su regente tradicional.

En la mitología griega, Neptuno era adorado por los romanos como el dios de las aguas, y lo identificaban con el dios griego Poseidón. En principio era un dios del elemento líquido, pero más tarde se le atribuyó influencia sobre el mar y fue venerado por marineros y navegantes.

La posición de Neptuno en la carta natal - por signo, casa y aspectos - permitirá interpretar cómo el individuo se contacta con las dimensiones sutiles de la existencia, su inclinación al misticismo, la medida de su espiritualidad e idealismo; su sensibilidad y creatividad artística; comprensión intuitiva; capacidad de servicio; la presencia de cualidades como abnegación, sacrificio y renuncia (que posibilitarán la disolución del ego en algo mayor que lo personal). A veces es indicador de la existencia de facultades psíquicas paranormales, por ejemplo, clarividencia.

En sus expresiones más sombrías Neptuno puede indicar la presencia de adicciones, desequilibrios psíquicos como también tendencia a la evasión, pérdida de los límites, especulación, engaño y decepción.

PLUTON
Plutón es el último de los tres planetas trans-saturninos, también llamados transpersonales (los otros son Urano y Neptuno).

Descubierto en 1930, no era tenido en cuenta por la Astrología antigua, que reconocía los planetas sólo hasta Saturno. Es el regente moderno del signo de Escorpio, conjuntamente con Marte, su regente tradicional.

Plutón hace referencia a cuestiones vinculadas con el poder, incluyendo el poder de regeneración y la capacidad para los cambios radicales asociados con los ciclos de muerte y renacimiento de todo individuo y/o proceso vital.

En la carta natal la posición de Plutón simboliza los principios de destrucción, limpieza y renovación, reorientación, repolarización y regeneración, en los que están implícitas las potencialidades de sanación. Se lo asocia con las pulsiones, la sexualidad y las conductas compulsivas; también con las pérdidas, con la capacidad de soltar, desprenderse y dejar ir, inexorablemente necesarias para todo cierre de ciclo: por esto representa también nuestra actitud frente a la muerte.

Los mitos de Hades –mitología griega- y Plutón – mitología romana- otorgan elementos para comprender la simbología de este planeta.

En sus expresiones más sombrías, Plutón alude a cuestiones de manipulación, dominio y control, por lo que se asocia con pasiones tales como celos, envidia, odio y, en consecuencia, todas las acciones que se derivan de las mismas.

Como cierre de esta nota, cabe destacar que, en el plano humano, la expresión de aquello que cada planeta simboliza siempre dependerá del libre albedrío y la conciencia de cada uno. Los planetas jamás condicionan: no existen más condicionamientos que los que cada individuo acepta, valida y sostiene a través de sus decisiones y acciones.