martes, 19 de agosto de 2008

El Sol y la Luna




Cuando las tinieblas cubrían la Tierra, una muchacha era visitada por la noche por alguien cuya identidad no podía descubrir. Determinó averiguar quién podría ser. Mezcló un poco de hollín con aceite y se pintó el pecho con ello.
La próxima vez descubrió, horrorizada, que su hermano tenía un círculo negro de hollín en torno a la boca. Lo reprendió y él lo negó. El padre y la madre se enfadaron mucho y regañaron a ambos con tanta severidad que el hijo huyó de su presencia.
La hija tomó un tizón del fuego y lo persiguió. El corrió hacia el Cielo para escapar de ella, pero ella voló en pos de él. El hombre se transformó en la Luna, y la muchacha que llevaba la antorcha se convirtió en el Sol. Las chispas que saltaron del tizón se convirtieron en las Estrellas.
El Sol continuamente persigue a la Luna, que se oculta en la oscuridad para evitar ser descubierta.
Cuando se produce un eclipse, se cree que ambos se encuentran.




Mito esquimal sobre el origen del Sol, la Luna y las Estrellas, extraído de:
http://agalma.wordpress.com/2007/05/23/el-sol-y-la-luna-mito-esquimal-sobre-el-origen-del-sol-la-luna-y-las-estrellas

martes, 5 de agosto de 2008

Las Casas Astrológicas


Complementando la nota "La Carta Natal y su Interpretación", publicada en este blog el 17 de Julio de 2007, hablaré ahora sobre las casas astrológicas, que constituyen un sistema simbólico descriptivo de los ámbitos en los que se desarrollan todas las experiencias de la vida humana. La entrada a las casas se conoce con el nombre de “cúspide”.

Dada la complejidad del tema, sólo citaré algunos de los significados principales atribuídos a las mismas. Otros significados no incluídos en esta nota se deducirán de los mencionados:

Casa Uno: la imagen que proyectamos, es decir, el yo externo –a diferencia del yo esencial, que se halla representado por el signo solar-, la apariencia física, la manera personal de iniciar un proceso. La cúspide de la casa uno se denomina Ascendente.


Casa Dos: la manera de materializar y conservar; los recursos externos como ser: dinero, posesiones y bienes. Los recursos internos como ser: dones, talentos y habilidades.

Casa Tres: la dinámica mental con la que nos desenvolvemos en lo cotidiano; los primeros estudios; la comunicación oral y escrita; los viajes cortos; hermanos y vecinos.

Casa Cuatro: las raíces y las bases emocionales del ser; la familia de origen y los años de la infancia; los ancestros; el pasado; el sentimiento de pertenencia; el final de la vida. Tradicionalmente, en esta casa estaría simbolizada la madre. La cúspide de la casa cuatro se denomina Fondo de Cielo.

Casa Cinco: la autoexpresión y la capacidad creadora; el sentimiento de ser únicos; el principio de placer; los hijos (biológicos y simbólicos); el amor y el romance; los juegos de azar; especulaciones e inversiones.

Casa Seis: los hábitos de vida que conducirán a la conservación de la salud o a la pérdida de la misma; las rutinas diarias; el trabajo; subordinación y servicio.

Casa Siete: la capacidad de hacer encuentro y, por lo tanto, las uniones y separaciones; la capacidad de compartir y cooperar; las uniones legales, como ser sociedades comerciales y matrimonio; juicios. La cúspide de casa siete se denomina Descendente.

Casa Ocho: los recursos de los otros (herencias, legados, créditos, etc.), la capacidad de regeneración y reorientación; las experiencias simbolizadas por el arquetipo de muerte y renacimiento; la intimidad y la sexualidad; temas vinculados con el poder y el control.

Casa Nueve: la capacidad de encontrar sentido y propósito, de comprender; la cosmovisión y el sistema de creencias –filosóficas, religiosas, morales, etc.-; los estudios superiores; las experiencias que conducen a la expansión de la conciencia; la sabiduría; la vocación; los viajes al exterior.

Casa Diez: la profesión u ocupación con la que contribuímos a la sociedad y ocupamos un lugar en el mundo; la posición social y la reputación; la relación con figuras de autoridad; la experiencia de autorrealización. Tradicionalmente, en esta casa estaría simbolizado el padre. La cúspide de casa diez se denomina Medio Cielo.

Casa Once: la conciencia grupal y el concepto de comunidad; las aspiraciones y proyectos; las amistades y el círculo social; la participación en instituciones abiertas –clubes, fundaciones, partidos políticos, etc.-.

Casa Doce: las dimensiones trascendentales de la vida; la espiritualidad; los lenguajes simbólicos y el arte; la vivencia de unidad de la vida; el inconciente; las instituciones cerradas y lugares de retiro o aislamiento como ser hospitales, prisiones, conventos, etc.; experiencias de disolución del ego; adicciones y conductas autodestructivas; introspección, meditación, servicio y devoción.

En lo referente a las casas cuatro y diez, a las que tradicionalmente se asigna la madre y el padre respectivamente, en la práctica puede no ser así. En mi experiencia, las figuras paternas pueden estar incluídas en cualquiera de las dos casas, sin reglas fijas, por lo que se debe indagar en la entrevista astrológica, para determinar cuál es la figura que corresponde a cada una.

Como se puede observar, las casas contemplan las dimensiones internas y externas de la existencia humana, ofreciendo la posibilidad de interpretar la carta natal en diferentes niveles: biológico, socio-cultural, individual y transpersonal.