martes, 27 de febrero de 2018

Una historia para reflexionar sobre el Cambio

Extraída del libro "Ser Generosos", de Lucinda Vardey y John Dalla Costa. 

Había una vez una mujer profesional, nunca se había casado, le gustaba su independencia. Ahora era muy mayor; había sobrevivido a la mayoría de sus amistades y nunca había pensado que llegaría a los ochenta y cinco años. Le dolían mucho las rodillas y tenía una tos recurrente que le molestaba. No podía salir sin su andador y ahora había llegado el invierno, no sería inteligente de su parte...

Un vecino le sugirió que se mudara a una residencia para ancianos con una vista hermosa, algo que ella podía pagar. Se podría llevar la mayor parte de sus muebles, incluso comprar algunas cosas nuevas quizá, y había siempre un médico de guardia con solo tocar un timbre. También le prepararían todas las comidas.

Sería lo mejor, pensó. Sin embargo, a medida que se aproximaba la fecha, perdió el valor. Mejor quedarse en la vieja casa; la mudanza sería demasiado para ella. No podía, no a su edad. No quería molestar a los vecinos, pero hacer las compras era casi imposible. ¿Les molestaría buscarle algunas pocas cosas en el supermercado la próxima vez? No se preocupen por mí, diría.

Continuó viviendo así, sin cambiar. Luego de un tiempo, se cayó en la bañadera, se quebró la cadera y la mandaron a un geriátrico. Todo se hizo tan a las apuradas, que no tuvo tiempo de elegir las cosas que quería llevar con ella. Una amiga vendió todo, incluso los muebles, a un intermediario. Ahora se sentía más sin techo que nunca...

El cambio sobreviene ya sea que nos acomodemos a él o no. Aunque resulte difícil, las posibilidades más creativas se realizan, a menudo, adoptando el cambio en lugar de resistiéndose a él.

El cambio puede ser la puerta de entrada para que llegue la generosidad, porque es, en sì mismo, un acto generoso. Proteger las cosas como son es lo contrario de la generosidad, porque a menudo implica tener miedo y querer aferrarse, lo que puede lastimar y nunca proporciona cura. Cambiar, siguiendo lo que se conoce como verdadero, incluso sin la seguridad o las garantías, es comprometerse a una regeneración personal  que, a su vez, genera otras posibilidades.

Invariablemente, el cambio no es bienvenido al principio. Somos criaturas de hábitos, pero el cambio es generoso porque insiste en que algo mejor es posible. Y con el cambio personal, también enriquecemos y liberamos a aquellos más cercanos a nosotros, la comunidad en la que vivimos, la compañía en la que trabajamos, nuestros amigos y los miembros de nuestra familia.

Nuestra valentía para cambiar siempre permite a los otros ser valientes para cambiar.

El discernimiento para perseguir lo que importa más les permite a los otros también apreciar la verdad por sí mismos. Ser nosotros generosos al cambiar, les da la libertad a los otros para cambiar también y regenerar sus vidas.

lunes, 26 de febrero de 2018

El Pensamiento Mágico

Fragmento del capítulo "Refugiarse de los hechos", extraído del libro "Las cinco cosas que no podemos cambiar", de David Richo.

Ante los hechos de la vida, podríamos refugiarnos en pensamientos supersticiosos o rituales mágicos de seguridad que ideamos para protegernos de lo que temerosamente creemos que es un mundo espeluznante, impredecible y punitivo. 

Esto es el pensamiento mágico, usar nuestros deseos o miedos para explicar lo que está sucediendo o puede suceder. Procede de nuestro sentido primitivo del miedo y sus ilusiones consiguientes. Confundimos una conexión temida o deseada con una real. 

Estos son algunos ejemplos de pensamiento mágico:

La realidad se volverá o permanecerá lo mismo que mi imagen mental de ella.

Surgirán fuerzas peligrosas si no me ciño a reglas o rituales muy precisos.

Siempre ha habido algo que no está bien en mí y no puedo conocerlo o arreglarlo, aunque todos los demás son conscientes de ello.

Me he sentido culpable desde una edad temprana y aún no he sido totalmente castigado.

Nos pasa lo que nos merecemos.

Estoy eternamente en deuda. Siempre le debo algo a Dios o tengo que seguir pagando por algo que he hecho y que sigue estando irremediablemente mal.

Si no hubiera sido por eso que ha sucedido, o si sucediera algo especial, ahora todo estaría perfectamente bien.

Es muy raro que se satisfagan las necesidades, así que debo trabajar duro y considerarme afortunado si encuentro algo de satisfacción.

Tengo que aprovechar esta oportunidad ahora mismo o perdérmela. No hay tiempo para una pausa consciente.

Si la gente me conociera tal y como soy, no me amaría o querría.

"El que las hace, las paga"". Eso es un deseo del ego frustrado y vengativo, no una certeza kármica.

Si no lo controlo, todo se desbaratará.

El ámbito espiritual no existe, ya que no puede ser confirmado con métodos científicos, es decir, no puede ser controlado. (A menudo, descreer es una cuestión de control).

Si hablo abiertamente de un problema, se volverá aún más serio y peligroso. Si nunca lo menciono, desaparecerá.

La felicidad no durará si la disfruto demasiado. La exuberancia total es peligrosa.

A la prosperidad le seguirá una catástrofe: "A todo mercado en alza le acecha un mercado a la baja", y viceversa.

Llegará un momento en la historia en el que no habrá violencia o maldad y la sombra humana desaparecerá.

Los aliados del pensamiento mágico son los buenos deseos. Por ejemplo, espero que todo sea mejor en el futuro, aunque no estoy haciendo nada para que eso suceda. Creo que la economía mejorará muy pronto. Semejantes autoengaños están basados en los buenos deseos, no en la realidad. Una vez que somos adultos, no nos satisface nada más que la verdad de lo que es real, no importa lo deslucida o desagradable que sea.

domingo, 25 de febrero de 2018

Recoger Información Personal por medio de los Sueños

Fragmentos extraídos del libro "La Misión de tu Alma", de Linda Brady

Analizar los sueños puede ser una experiencia iluminadora que nos ofrece un profundo nivel de comprensión, siempre y cuando sepamos interpretar los símbolos que nos brinda nuestro inconsciente. Son muy abundantes las teorías y los libros acerca de los sueños, pero mi punto de vista es sencillo: al igual que Jung, creo que en nuestros sueños todo es un reflejo de nosotros mismos. También creo que existe una correlación entre la simbología onírica y los símbolos astrológicos. El empleo de ambos nos proporciona una cantidad inmensa de datos importantes. Antes de ver cómo funciona este análisis, nos detendremos a estudiar algunas estructuras simbólicas.

Las casas son un símbolo onírico muy común. Aparecen divididas en varias plantas: el sótano puede representar lo que nos resulta desconocido -nuestro inconsciente-; el primer piso puede ser nuestro yo o nuestra personalidad, y el desván, nuestro lado espiritual. Las casas también pueden interpretarse como una oportunidad de situar el sueño en un contexto temporal: las casas viejas suelen simbolizar recuerdos del pasado, al igual que las casas que en el sueño percibimos como nuestras pero que en realidad no son de nuestra propiedad. Las diversas partes de una casa y su entorno también son importantes y se corresponden con características astrológicas concretas. La siguiente lista te dará una idea de la correspondencia entre las partes de una casa y los signos del zodiaco:

Aries: la entrada, el recibidor, una antesala, una sala de recepción.
Tauro: el jardín, los muebles.
Géminis: el pasillo, el teléfono, el garaje.
Cáncer: la cocina, la sala de estar, los grifos del agua.
Leo: la habitación de los niños, el cuarto de juegos, el cuarto de la televisión.
Virgo: el cuarto de baño, la ducha, el lavadero.
Libra: los objetos artísticos o decorativos, el salón.
Escorpio: el sistema séptico, el inodoro.
Sagitario: el balcón, la terraza, la biblioteca, el desván.
Capricornio: el comedor, el tejado, el despacho.
Acuario: la instalación y los aparatos eléctricos, ordenadores.
Piscis: el sistema de tuberías.

A continuación se mencionan algunos ejemplos del tipo de información que podemos extraer de nuestros sueños:

  • Capacidades que tuvimos en vidas pasadas.
  • Detalles acerca de nuestra sombra.
  • Información sobre las personalidades de nuestras vidas pasadas.
  • Acontecimientos kármicos que nos han modelado.
  • Explicaciones acerca de nuestros miedos y fobias actuales.
  • Aspectos de la misión de nuestra alma.
  • Vías para comunicarnos con nuestra alma.
  • Cómo hemos sido víctimas.
  • Cómo hemos abusado de otras personas.
  • Relaciones de nuestras vidas pasadas.
  • El significado de nuestros contratos del alma.

Los Símbolos y el Inconsciente

Texto extraído del libro "La Misión de tu Alma", de Linda Brady 

Por medio de la parte inconsciente de nuestra mente, el alma nos proporciona respuestas a todas las cuestiones de la vida, nos inunda de cientos de símbolos. En La estructura y la dinámica de la psique, Jung define el inconsciente como: "Todo lo que sé, pero en lo cual no pienso en este momento; todo aquello de lo que una vez fui consciente, pero que ahora he olvidado; todo lo percibido por mis sentidos, pero que mi mente consciente no ha registrado; todo lo que involuntariamente y sin prestarle atención siento, pienso, recuerdo, deseo y hago; todas las cosas futuras que están formándose en mí y alguna vez haré conscientes; todo esto es el contenido del inconsciente". A la definición de Jung añadiría yo que el inconsciente contiene recuerdos no solo de esta vida sino también de otras. Nuestra mente inconsciente proyecta toda la sabiduría adquirida en encarnaciones previas mediante el lenguaje de los símbolos.

La parte inconsciente de nuestra personalidad, o "sombra", contiene muchos de los rasgos y características que conscientemente rechazamos y, en consecuencia, reprimimos. Por temor a los recuerdos oscuros indecorosos que podríamos desenterrar, y a los estragos que podrían causar, muchos tenemos miedo de nuestro inconsciente. No obstante, lo cierto es precisamente lo contrario: lo que puede hacernos daño es lo que no sabemos.

Tu inconsciente puede ser tu mejor amigo, un almacén de información que deseas hacer consciente. Lo difícil es cómo acceder a esa información, porque nuestro inconsciente no tiene una vía de comunicación directa con nuestra mente consciente, lo cual significa que solo podemos explorarlo de un modo indirecto. Además, mientras nuestra mente consciente nos proporciona una información más literal, el lenguaje del inconsciente es en su mayor parte simbólico. Así pues, para buscar la vasta información del inconsciente, debemos utilizar procesos entre los que se incluyen la astrología, la interpretación de los sueños y diversas formas de simbología.

sábado, 24 de febrero de 2018

La Sesión Astrológica

Extraído del libro El Arte de la Interpretación del Horóscopo, de Tracy Marks. 
(Sugerencias para el desarrollo de una entrevista)

1.- Tenga presente, en todo momento, las metas originales de la consulta.

2.- Prepárese para abandonar o modificar esas metas, si surgen necesidades más apremiantes.

3.- Vigile con atención lo que su consultante exprese a través de su físico o de sus emociones, especialmente cualquier señal de incomodidad o molestia, y dé una respuesta acorde. Observe lo que está ocurriendo en ese lugar y en ese momento, o sacrificará la eficacia emocional de la consulta.

4.- Procure que el debate a fondo de unos pocos problemas de mayor importancia se equilibre con la información que usted dé, la cual podrá ser tratada en forma más completa cuando el consultante escuche la grabación.

5.- Respete las creencias de su consultante. Por ejemplo, no dé por sentado que porque tiene planetas en casa 12 y a usted le interesan las vidas pasadas, concentrarse en ellas sea el mejor método para interpretar los planetas de la casa 12 del consultante, porque es probable que éste ni siquiera crea en la reencarnación.

6.- Advierta que cuando los problemas y sentimientos inmediatos de su consultante son apremiantes, usted tal vez necesite concentrarse en ellos y modificar sus planes de interpretar todos los factores clave que usted anotó en su carta, de antemano. Una breve vislumbre de los tránsitos que aparecen puede ser de utilidad durante su período de preparación, aunque usted no se proponga mencionar los tránsitos durante la consulta.

7.- Haga preguntas, a fin de verificar cómo su consultante expresa ciertas facetas propias y cómo la información que usted le da le concierne específicamente. Esto no solo ayudará al consultante a integrar el material sino que también usted aprenderá.

8.- Luego de brindar la interpretación, dé a su consultante la oportunidad de reelaborarla y hacer preguntas. La información sin un tiempo de asimilación es inútil y carece de impacto emocional.

9.- Pregúntele a su consultante qué es lo que prefiere, cuando haya dudas sobre continuar a fondo con un enfoque especial (tanto suyo como de su consultante) o sobre modificar ese enfoque, a fin de poder abarcar más material. Deje que sea su consultante quien elija cómo podrá usar mejor el tiempo del que dispone.

10.- Al final de la consulta, resuma los puntos clave y reserve de 5 a 10 minutos para preguntas y respuestas rápidas y últimas. Tal vez usted desee pedirle a su consultante que le dé un resumen de lo que obtuvo de esa consulta y, en especial, qué le resultó útil en el trabajo que efectuaron juntos. A esta altura, usted también podría mencionar que está dispuesto a continuar con las sesiones o recomendar a su consultante psicoterapeutas o profesionales de la salud, si usted cree que acudiendo a ellos, su consultante se beneficiará o si éste se lo pide. Es aconsejable contar con una lista de aquellos a los que se puede recurrir.

jueves, 22 de febrero de 2018

Los Problemas del Astrólogo que oficia de Consejero


Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del Horóscopo, de Tracy Marks

Llevar a cabo una sesión astrológica es una tarea exigente, no solo en función del conocimiento necesario para interpretar y sintetizar una carta sino también debido a que existe una responsabilidad interpersonal. Al carecer de instrucción rigurosa y constante sobre temas psicológicos, y sobre aptitudes y elementos éticos propios del asesoramiento, muchos astrólogos permiten que sus necesidades y problemas conscientes e inconscientes se entrometan con el consultante. Nadie que profesionalmente aconseje, ya sea un psicoterapeuta, un asistente social o un consejero de salud mental, es completamente capaz de vencer esas tendencias; todos somos humanos y todos nosotros estamos bajo la influencia de nuestros “puntos ciegos”, compulsiones, complejos y problemas emocionales del pasado que quedaron sin resolver. Sin embargo, a fin de ser lo más responsables y útiles que podamos, debemos desarrollar valentía para enfrentarnos con nosotros mismos, para evaluar con exactitud nuestras limitaciones y dedicarnos a vencer a las que son una clara interferencia en nuestros objetivos y responsabilidades.

Las siguientes preguntas, presentadas de otra forma y consideradas de manera pormenorizada en Astrología del Autodescubrimiento, tienen como finalidad servir de pautas que le ayuden a identificar y aclarar algunos problemas que puedan ser una interferencia en su competencia y constructividad como consejero astrológico. Aunque usted tan solo comience a interpretar cartas y prepare para sus amigos unos intentos de breves interpretaciones, es probable que quiera responder a estas preguntas y aclarar las actitudes y  los comportamientos que corrientemente influyen sobre usted. Son mayoría los astrólogos que, tras su primer año de consultas, desarrollan métodos habituales de interpretación y asesoramiento que son difíciles de modificar. Cuanto más consciente sea usted de su estilo y de su procedimiento cuando empieza, y cuanto más intencionalmente desarrolle sus objetivos, es más probable que usted adopte un estilo de asesoramiento e interpretación que le sirva durante muchos años.

1.- ¿Se siente superior a su consultante, en virtud de lo que usted sabe y entiende, y/o en virtud de su estilo de vida? ¿Se expresa como un sabelotodo, como un gurú que tiene todas las respuestas, usando la carta como una autoridad que enmascara su propia necesidad de poder y autoridad, y su propia irrespetuosidad o desvalorización en lo que atañe a los conocimientos, necesidades, sentimientos y experiencias de vida de su consultante?

2.- Debido a que usted ansía ser necesario y que se lo considere valioso por la ayuda que presta, ¿estimula usted la dependencia en sus consultantes? ¿Prefiere que confíen en el consejo que usted les da en vez de volverse hacia sí mismos y confiar en su propia guía? Debido a que usted ansía complacer a los demás, ¿da a sus consultantes y amigos lo que éstos aparentemente quieren, en lugar de lo que ellos tal vez necesiten realmente?

3.- ¿El deseo de llamar la atención lo induce a que sea usted quien lo diga todo durante una sesión? ¿Lo que usted hace es exhibir su pericia en vez de sintonizarse con las necesidades de la otra persona y de evaluar continuamente si usted está respondiendo a aquéllas? ¿Es capaz de mantener una ilusión acerca de su considerable capacidad de ayuda escuchando solamente su propia voz, respaldándose en la autoridad de arquetipos astrológicos en vez de obtener antecedentes y mostrarse deseoso de internarse en las realidades del mundo de su consultante?

4.- ¿Su propósito es comunicar la verdad como usted la concibe e inmiscuir así su propia filosofía en sus consultantes? ¿Disfraza sus ideas y valores como si fueran autoridad astrológica?

5.- ¿Su propia impotencia, su propia dependencia de la guía planetaria y su propia falta de confianza en sus propios recursos con independencia del conocimiento astrológico lo inducen a inhabilitar a sus consultantes, comunicando actitudes deterministas en lugar de alentar y poner en movimiento la voluntad y la confianza de ellos en sí mismos? ¿Sus negatividades y su temor respecto de ciertos planetas y signos influyen sobre su interpretación y tienen como resultado que usted formula pronunciamientos que podrían convertirse en profecías que, de por sí, serían destructivas?

6.- ¿Le falta a usted percibir de manera real sus emociones, diferenciándolas de un conocimiento intelectual, y esto lo induce a proyectar sus propios conflictos sobre sus clientes, de modo que durante la sesión usted se topa con su propia sombra en vez de encontrarse con la persona real que está frente a usted?

7.- ¿Está usted, en el plano emocional, desconectado de sus propios sentimientos y de los sentimientos de los demás, y en consecuencia se siente inclinado a sobrevalorar su mente y a intelectualizar? ¿Es incapaz de dar conocimiento de una manera que se conecte con la emoción, o que facilite una percepción entrañable que sea capaz de traducirse en acción?

8.- ¿Usted habla en una jerga astrológica que su consultante no puede entender, usando un lenguaje de autoridad mística para crear la ilusión de que está comunicando verdades elevadas cuando en realidad lo que usted está diciendo es de poca importancia? ¿Habla con generalizaciones vagas y sin fundamento, evitando abordar los problemas concretos, reales, y del aquí y ahora, con los que su consultante está lidiando?

9.- ¿Usted es una víctima de la compulsión informativa y se siente impulsado a alimentar su mente y las mentes de los demás, sin tener en cuenta las capacidades de asimilación, integración y aplicación a la vida cotidiana? ¿Le interesa más revelar cuánto es lo que usted sabe y cubrir todas las facetas de la carta en vez de interesarse realmente en usar la astrología para ayudar a su consultante?

Son mayoría los astrólogos profesionales culpables, al menos ocasionalmente, de haber incurrido en varios de estos hechos inadecuados, debido a la dinámica de sus personalidades y a sus conflictos sin resolver. Cuanto más valientemente quiera usted encarar y poner en movimiento sus recursos para mejorarse en aquellos campos en los que usted es deficiente, es más probable que incremente el respeto para consigo mismo, y la confianza y eficacia como consejero astrológico.

miércoles, 21 de febrero de 2018

La Interpretación y el Consejo


Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del Horóscopo, de Tracy Marks.

La interpretación es la principal actividad a la que la mayoría de los astrólogos se dedica y que muchos de ellos equiparan con el asesoramiento astrológico. Sin embargo, los consejeros y los psicoterapeutas consideran que la interpretación es solo una de las habilidades que ellos usan con sus consultantes; se la debe utilizar adecuadamente a fin de que sea eficaz. La interpretación sola no produce percepción ni cambio.  A fin de que una interpretación cause un impacto significativo, el consultante debe estar emocionalmente receptivo y psicológicamente dispuesto a aplicar esa percepción, desarrollar lo que personalmente asocie con ésta y permitir que ejerza influencia sobre actitudes y comportamientos subsiguientes.

Steven Levy, en su libro titulado Principles of Interpretation, y Fred Pine en Developmental Theory and Clinical Process tratan los usos de la interpretación en el asesoramiento y la importancia de evaluar su impacto sobre el consultante. Como Pine y Levy lo demuestran, sea lo que fuere que usted proponga, es probable que una persona filtre la interpretación que usted le dé, a través de su propio proceso psicológico y, a menudo, distorsione su significado y le añada sus propias evaluaciones. Es probable que escuche la interpretación que usted le dé como un juicio o como una condena que amenaza su autoestima, o la desvaloriza y humilla. Puede sentir que esa interpretación la despoja o desilusiona, porque lo que esa persona quiere es apoyo emocional, no conocimientos intelectuales. Es probable que use esa interpretación como un modo de racionalizar las cosas, que le permita persistir en sus viejas conductas eludiendo nuevas actitudes y acciones, y especialmente seguir intelectualizando las cosas en vez de experimentarlas y ser responsable de sus propios sentimientos.

Por otra parte, es posible que un consultante reciba positivamente la interpretación que usted le dé porque usted le presta atención y, en consecuencia, le complace. Si se trata de una persona que “se queda con lo que usted le dice”, es probable que la interpretación que usted le dé sea como un regalo que deberá aceptar sin rodeos, a veces sin “elaborarlo” ni asimilarlo. La interpretación puede ser una satisfactoria confirmación de cómo su consultante percibe la realidad y puede experimentarse como aceptación y, por lo tanto, permitirle que sea quien es, o puede despertar dentro del consultante un nuevo modo de ver la realidad y una percepción ampliada de sus posibilidades.

Si lo que a usted le interesa es ayudar realmente a su consultante en vez de limitarse a prodigarle información sin prestar atención a si él es capaz de aplicarla, entonces es probable que usted quiera prepararse para prestar atención a lo que su consultante hace con su interpretación, y ayudarlo a asimilarla constructivamente. 

¿Su consultante convierte su interpretación en un juicio? ¿La usa para racionalizar su situación en la vida y para evitar emprender la acción? ¿O deja que esa interpretación lo predisponga para una percepción más honda que lo ayude a actuar con más eficacia?

lunes, 19 de febrero de 2018

Reflexiones


Extraído de “The Practice of Astrology”, de Dane Rudhyar

¿El astrólogo cristalizará y concentrará el temor mediante sus pronósticos, y extenderá la confusión y el desorden en sus clientes, o será capaz de dar, a quien consciente o subconscientemente anhela que lo guíen e introduzcan en un nuevo reino de orden, la fe en que este nuevo reino existe y puede ser alcanzado?

sábado, 17 de febrero de 2018

Las Cualidades de un Astrólogo Eficaz

Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del Horóscopo, de Tracy Marks

¿Qué cualidades y características necesitamos poseer y qué formas específicas de comportamiento nos permitirían, como astrólogos, comunicar mejor estos objetivos?

Un astrólogo eficaz…

1.- Es capaz de percibir y responder a las necesidades reales e inmediatas del consultante, y no meramente a sus propios preconceptos intelectuales.

2.- Se relaciona primero con el consultante y, en segundo lugar, con la carta. La carta es un medio que conduce hacia un fin, no es el fin mismo.

3.- Comunica aceptación y respeto por las necesidades y sensibilidades del consultante, al igual que esperanza y aliento.

4.- Habla clara y concretamente, en un lenguaje que el consultante puede entender. Es capaz de traducir símbolos astrológicos en conceptos y ejemplos específicos que el consultante podría utilizar en la situación de vida por la cual atraviesa.

5.- Ayuda a descubrir y a crear claridad y orden en medio del caos, auxiliando al consultante para que se concentre más bien en los problemas clave en lugar de enfrascarse en preocupaciones periféricas, y ayudándolo a aclarar los problemas que existen y los conocimientos y acciones alternativos de los que puede disponer.

6.- Comunica una filosofía constructiva que dé significado al sufrimiento y brinde un principio organizativo frente a la incertidumbre y la confusión. Esa filosofía implica la perspectiva de largo plazo, que es resultado de conocer los patrones y ciclos astrológicos. Asimismo, debe observar los problemas inmediatos usando unas lentes que le permitan percibir el patrón astrológico en su totalidad.

7.- Permite que sean las necesidades del consultante las que predominen sobre sus propias necesidades y, por lo tanto, deja que el sitio de control resida en el consultante. Tal actitud exige respeto hacia lo que el consultante siente en el momento y hacia su capacidad para comprender e integrar el material ofrecido, a fin de no sobrecargarlo con más información de la que pueda asimilar. Esa actitud alienta también al consultante para que también elija por sí y emprenda la acción, en vez de indicar que es el astrólogo quien tiene todas las respuestas y todo el poder. El interés y el respeto hacia las necesidades  y los sentimientos del consultante, exigen también que el astrólogo haga preguntas, obtenga información, proporcione antecedentes y apoyo y además establezca un diálogo real en lugar de servir como mero comunicador de información.

¿En qué se parecen o en qué difieren las cualidades y acciones de las de un consejero que no es astrólogo?

No existe una respuesta simple, porque los sistemas de asesoramiento y los estilos personales de los consejeros varían considerablemente. Sin embargo, ciertas cualidades predominan en un consejero eficaz que no es astrólogo, las cuales tal vez solo sean secundarias para un astrólogo. Habitualmente, un consejero aplica al máximo sus aptitudes empáticas y se interesa más por facilitarle al consultante que comprenda y exprese sus sentimientos, en lugar de comunicarle lo que el consejero cree sobre un reconocido sistema de pensamiento. Aquél alienta la expresión, escucha cuidadosa y perceptivamente, y refleja lo que él entiende sobre lo que el consultante comunicó. En vez de dirigir la sesión de acuerdo con su propio ordenamiento, permite que sea el consultante quien determine el movimiento, la estructura y el propósito de la sesión. Son mayoría los consejeros que, durante una sesión, hablan menos del veinte por ciento de ésta; ubicándose en un segundo plano, brindan el ambiente y la seguridad para que un consultante se exprese y descubra en su interior sus propios sentimientos, modos de ser, necesidades y alternativas.

Son mayoría los consultantes que acuden a un consejero o a un psicoterapeuta (que trabaja intensa y psicodinámicamente) y que establecen una estrecha relación basada en sesiones semanales, durante un lapso que va de los tres meses a los diez años. Los consejeros no esperan que se produzcan cambios ni percepciones significativas después de solo una o dos sesiones. Los astrólogos noveles que esperan causar un impacto dramático sobre las situaciones de vida de sus consultantes, tal vez necesiten desarrollar respeto por el proceso lento e intenso mediante el cual se produce el cambio real.

La interpretación astrológica no es un asesoramiento en el verdadero sentido de la palabra. Hasta dónde usted desea desarrollar y utilizar sus específicas capacidades de asesoramiento, como el hecho de que usted escuche, reflexione y facilite aptitudes, es una cuestión de elección individual. Sin embargo, a fin de que la sesión astrológica que usted propone sea para quien lo consulta, más que un “viaje por el interior de la mente” y cause un impacto constructivo, fuerte y concentrado como para poner en movimiento nuevas actitudes y acciones, usted necesitará aprender a usar, como mínimo, unas rudimentarias habilidades para comunicarse y asesorar. 

Una evaluación de sus propias capacidades –sobre la base de su percepción personal y de sus conocimientos astrológicos- puede ayudarlo a establecer cuáles son sus debilidades y, por lo tanto, las capacidades que desea desarrollar. ¿Es usted una persona de fuego y aire, con falta de agua, que tiende a ignorar el reino de los sentimientos y que inintencionalmente pisotea la sensibilidad de una persona de Piscis o de Cancer? ¿Tiende usted –como lo confirma su Mercurio en oposición a Neptuno- a comunicarse con generalidades vagas, esotéricas e indirectas, y necesita aprender a concretar y fundamentar su modo de pensar tomando decisiones que sean prácticas? Un astrólogo eficaz, como un consejero eficaz, es flexible y capaz de variar su estilo y sus comunicaciones, de acuerdo con el temperamento y las necesidades de cada consultante.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Los Objetivos del Astrólogo

Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del Horóscopo, de Tracy Marks

Somos mayoría quienes, como estudiantes de Astrología y como astrólogos, compartimos la mayor parte de los siguientes objetivos:

1.- Deseamos ayudar a nuestro consultante para que aclare y encare realistamente la imagen que tiene de sí mismo, lo cual implica una evaluación exacta de sus fuerzas y posibilidades, al igual que de sus zonas débiles y conflictivas.

2.- Deseamos permitir que nuestro consultante se acepte cada vez más, aprecie su propia individualidad y singularidad, y en consecuencia sea capaz de contemplar conceptualmente sus dificultades de una manera más afirmativa.

3.- Deseamos confirmar y, por lo tanto, dar apoyo a cómo nuestro consultante se percibe y percibe la realidad, especialmente en la medida en que la interpretación astrológica confirma estas percepciones y traduce en un lenguaje claramente definido las que pueden haber sido vagas insinuaciones.

4.- Deseamos ayudar a nuestro consultante a desarrollar una filosofía de la vida que sea más viable, o una creencia que tenga sentido para él, dé significado a su sufrimiento, brinde un propósito y proporcione una guía para vivir con más eficacia. Desarrollar esa creencia, junto con la perspectiva general que la astrología suministra, puede implicar un desafío a suposiciones falsas, anticuadas o destructivas, y a creencias transmitidas por los padres y por la sociedad.

5.- Deseamos dar apoyo a nuestro consultante en su intento por adquirir conocimientos y escoger vías de acción que le ayuden a progresar y vencer las principales dificultades de la vida. A medida que gane más objetividad y claridad en relación con sus conflictos, se torna más capaz de superarlos.

6.- Al usar especialmente los tránsitos y las progresiones, deseamos brindar a nuestro consultante un conocimiento de los ciclos y una gran perspectiva sobre sus modos de ser, desafíos y oportunidades, para que no solo llegue a ser paciente y ordenado sino también para que sea dueño de un sentido de la oportunidad respecto de la acción.

¿Cómo encararemos probablemente estos objetivos o, por lo menos, cómo plantaremos las semillas con las que estos objetivos podrán empezar a echar raíces en una consulta astrológica? Desarrollar esa pericia es, ciertamente, una cuestión de conocimiento y práctica, al igual que de intención clara. Tener estos objetivos en nuestro interior y recordarlos continuamente, puede permitirnos hablar y actuar de una manera que condiga con ellos. Sin embargo, es probable que también necesitemos traducirlos en términos más concretos. 

lunes, 12 de febrero de 2018

Principios de Interpretación

Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del Horóscopo, de Tracy Marks

1.- Podemos expresar positiva o negativamente a nuestros planetas. El hecho de que sean energías destructivas que se ciernan sobre nuestra felicidad y nuestra evolución, o energías constructivas que fomenten nuestra felicidad y nuestra evolución no depende de su ubicación en nuestras cartas natales, sino de nuestra buena disposición para desarrollar un conocimiento de nosotros mismos y para efectuar el esfuerzo necesario con el fin de transformar una energía negativa en una positiva.

Nuestras cartas no son estáticas ni cerradas. Podemos dirigir nuestras energías planetarias, en vez de ser dirigidos por ellas. Podemos transformarlas desarrollando en nosotros mismos un centro: mediante meditación, observación de nosotros mismos y conocimientos astrológicos - psicológicos, y actuando desde ese centro, con plena conciencia de todas las facetas de nuestra personalidad. Aquellas personas cuyos planetas equilibran o estimulan nuestros planetas y sus tránsitos y progresiones de un modo que necesitamos, podrán también crear dentro de nosotros nuestras posibilidades y ayudarnos a desarrollar las posibilidades de nuestras cartas.

2.- Un aspecto entre dos planetas es una senda de energía. Ya se trate de una conjunción o de una oposición, de una cuadratura, o de un trígono, puede operar ventajosamente en nuestras vidas. Las cuadraturas y las oposiciones presentan más problemas que los trígonos o los sextiles, pero también proporcionan el combustible alquímico, la motivación necesaria para que los transformemos. Un intento consciente para expresar una combinación de planetas involucrados en un aspecto en cuadratura u oposición podrá, a su debido tiempo, vencer los conflictos que ese aspecto pueda generar. Sin embargo, no deberemos rehuir la experiencia de las manifestaciones negativas propias de un aspecto y deberemos  aprender de ellas, a fin de trascender las manifestaciones negativas y experimentar las positivas.

3.- Creamos nuestras propias realidades según sean nuestras creencias y expectativas. Si esperamos que un planeta sea maléfico, lo será. Pero esperar que sea benéfico no basta; también debemos usarlo beneficiosamente.

domingo, 11 de febrero de 2018

El Envejecimiento

Extraído del libro “La vida en transición”, de Servet Hasan.

(Texto sugerido para meditar durante el segundo retorno de Saturno)

En el envejecimiento se da una inmersión para la cual, en realidad, nunca somos capaces de prepararnos. Pero lo que podemos hacer es protegernos con los conocimientos adquiridos y enfrentarnos sin miedo a lo que venga después. Podemos ignorar las canas, las várices y la merma de los sentidos, y utilizar lo que el espíritu nos da a cambio: una vida que emerge de las cenizas de nuestros desafíos, como una resplandeciente ave fénix. Una mayor sabiduría que ve más allá de sus viejos límites se asienta dulcemente en nosotros. Y de nuevo podemos empezar de una forma distinta.

Envejecer nos enseña a desprendernos de todas las cosas a las que nos aferramos desde hace mucho tiempo. Ya no te queda nada de que desapegarte, y ya no estás intentando adquirir o controlar nada más. Ya no negamos la cara oscura de nuestra personalidad, porque ya no tiene sentido. Podemos desapegarnos completamente de los colegas de profesión con quienes nos identificábamos y de las expectativas de los demás. Alcanzamos un nivel distinto de totalidad que nos permite volvernos tan desapegados como un niño y hacer lo que nos plazca.

La vejez sucede en nuestro interior, no en nuestro exterior.

Piensa en esto: si no supieras la edad que tienes, ¿cuántos años tendrías?

Escucha la edad que tu guía interior te dice que tienes. Esa es tu edad real. El hermoso rostro que se ha arrugado sigue siendo un rostro hermoso. Sigues siendo la misma persona. El pelo gris sigue siendo tu pelo. Todo eso forma parte de una vida que se despliega. En lugar de rechazar los cambios, ámalos.

Solo hay una diferencia entre la juventud y la madurez. ¿Cuál es? La juventud mira hacia delante, siempre hacia algo mejor. En la madurez, miramos hacia atrás, siempre hacia algo peor. ¿Qué sucede cuando alcanzamos la edad madura? A la mayoría se nos ha enseñado que ya no podemos mirar hacia delante para crecer más, que lo único que podemos esperar es “sobrevivir” lo mejor que podamos antes de caer en la expiral descendente de la vejez.

La Fuente de la Juventud siempre está delante de nosotros, si seguimos moviéndonos hacia un mañana mejor. Tu cuerpo se está formando constantemente y la perfección sigue siendo notable, mental y físicamente, cada día. Cada minuto que vives es un minuto de concepción y renacimiento. Incluso el invierno puede convertirse en tu primavera, si lo permites. Contempla los gloriosos colores de una puesta de sol al finalizar el día, el modo en que el sol pinta el cielo mientras se mueve trazando un arco por el horizonte para desaparecer luego. Cuando nuestro estado físico mengua, nuestro estado espiritual emerge con mayor fuerza.

Creo firmemente que todos somos seres eternos. Si tú también lo crees, nadie es más joven o más viejo que los demás. Por lo tanto, te queda esperar la muerte u ocuparte de volver a nacer.

viernes, 9 de febrero de 2018

Los distintos grados de la escala de tu Guía Emocional

Extraído del libro “Pide y se te dará”, de Esther y Jerry Hicks

Cabe decir que cada emoción emite una frecuencia vibratoria distinta, pero sería más exacto decir: Tus emociones son indicadores de tu frecuencia vibratoria.

Cuando tengas en cuenta que tus emociones indican tu grado de alineación con la Fuente de Energía y, que cuanto mejor te sientes más favorecerás tu alineación con las cosas que deseas, comprenderás sin mayores problemas cómo debes responder a tus emociones.

Te alineas con quien eres cuando te centras en los pensamientos que te permiten conocer tu auténtica naturaleza. Y la sensación que te producen esos pensamientos constituye la emoción última de la conexión. Tomando la analogía con el indicador de combustible de un vehículo, ese estado de alineación equivale a un depósito lleno.

Dicho de otro modo, imagina un indicador o una escala graduada que indica tu mayor disposición (depósito lleno) a permitir tu alineación con la Fuente de Energía y tu menor disposición o resistencia (depósito vacío) a alinearte con Ella.

Podemos describir así tu escala de emociones:

  1. Alegría/Conocimiento/Poder Personal/Libertad/Amor/Gratitud
  2. Pasión
  3. Entusiasmo/Ilusión/Felicidad
  4. Expectativas Positivas/Creencia
  5. Optimismo
  6. Esperanza
  7. Satisfacción
  8. Aburrimiento
  9. Pesimismo
  10. Frustración/Irritación/Impaciencia
  11. Agobio
  12. Decepción
  13. Dudas
  14. Inquietud
  15. Culpabilidad
  16. Desánimo
  17. Ira
  18. Odio/Rabia
  19. Celos
  20. Inseguridad/Remordimientos/Falta de autoestima
  21. Temor/Desconsuelo/Depresión/Desesperación/Impotencia
Puesto que a menudo se utilizan las mismas palabras para describir cosas distintas o se utilizan distintas palabras para describir las mismas cosas, estas palabras para etiquetar tus emociones no se ajustan exactamente a cada persona que sienta determinada emoción.

Es más, el hecho de etiquetar las emociones con palabras puede confundirte y distraerte del auténtico propósito de tu Guía Emocional.

Lo importante es que trates conscientemente de mejorar la forma en que te sientes. La palabra que describa lo que sientes es lo de menos.

UN EJEMPLO DE CÓMO ASCENDER CONSCIENTEMENTE EN LA ESCALA DE TU GUIA EMOCIONAL

En tu experiencia ha ocurrido algo que hace que te sientas fatal. Nada te satisface, nada te parece bien, tienes la sensación de que te asfixias y cada pensamiento es tan doloroso como el anterior. La mejor palabra que describe tu estado emocional más frecuente, para ti, es “depresión”.

Si pudieras tomar la iniciativa, posiblemente te sentirías mejor; si pudieras eliminar de tu mente lo que te preocupa y centrarte en tu trabajo, te sentirías mejor. Podrías centrarte en muchos pensamientos que te librarían de la depresión.

Ahora bien, en estos momentos, desde el punto de vista vibratorio, no tienes acceso a buena parte de ellos. Pero si estás decidido a dar con un pensamiento, cualquier pensamiento, que te haga sentir mejor y eres consciente de la sensación que te producirá ese pensamiento, puedes empezar a ascender de inmediato por la escala de tu Guía Emocional.

Se trata de un sistema que consiste en centrarte en un pensamiento, cualquier pensamiento, y valorar de manera consciente si ese nuevo pensamiento te proporciona una sensación de alivio del malestar que padecías anteriormente. Así pues, piensas y sientes y piensas y sientes con un único propósito: experimentar siquiera un pequeño alivio.

Pongamos que alguien te ha dicho algo que te ha enojado o que alguien no ha cumplido su palabra. Cuando te centras en este desagradable tema, pese a la ira que te invade cuando te centras en este pensamiento, ya no te cuesta respirar. La sensación de claustrofobia ha remitido y te sientes mejor.

Ahora bien, el paso crucial consiste en utilizar de manera eficaz tu Guía Emocional: detenerte y reconocer conscientemente que el pensamiento de ira que has elegido hace que te sientas mejor que la asfixiante depresión que ha sustituído.

En el reconocimietno consciente de que tu vibración ha mejorado, tu sentimiento de impotencia disminuye y comienzas a ascender en la escala de tu Guía Emocional, para conectarte de nuevo con la persona que eres.

miércoles, 7 de febrero de 2018

Reflexiones

Extraído del libro “La vida en transición”, de Servet Hasan 

En un momento dado sabrás que estás mejorando porque las preguntas que te haces cambiarán.

En lugar de preguntarte por qué te está sucediendo algo, descubrirás que empiezas a preguntarte qué deberías hacer a continuación, o podrías preguntarte cómo podrías crecer a partir de esta experiencia.

En cualquier caso, lo que has hecho es aceptar el giro que te propone la vida, y ahora puedes buscar de manera activa el camino adecuado que te llevará a la vida que quieres.

La manera en que se manifieste en el plano exterior no es relevante. Internamente, el mecanismo de tu guía interior te está llevando de una conciencia a otra, la que te hará salir adelante.

martes, 6 de febrero de 2018

Eclipses

En los años que llevo dedicada a la consultoría astrológica centrada en el desarrollo de la conciencia, vengo utilizando la integración de diversas de sus técnicas para optimizar la interpretación de una carta natal.

A la hora de construír la biografía del nativo, el empleo de los eclipses de sol – además de la evaluación de los ciclos planetarios - es de un inmenso valor, especialmente si se consideran los que aspectan por conjunción al Sol, la Luna, los ángulos y al regente del Ascendente. Pueden utilizar también – en segunda instancia - los aspectos de cuadratura y oposición. En todos los casos, trabajando con un orbe de cinco grados.

Identificarlos permite crear una estructura biográfica, tomando en cuenta la fecha en que se producen a partir del momento del nacimiento, su repetición en ciclos de 19 años a lo largo de la vida y los ciclos de edad en que se manifiestan (septenios).

El libro “Interpretación de los eclipses”, de Robert Jansky, es una contribución para iniciarse en el tema. Sin embargo, en mi experiencia de investigación, no me ha resultado un aporte relevante.

Recién cuando me dediqué a investigar en mi propia biografía, construyendo la estructura de la que hablo más arriba en este post, pude apreciar el valor y la intensidad con que los eclipses “escriben” nuestra historia.

Si se toman el trabajo de buscar sus propios eclipses de sol, verán que las épocas en las que se produjeron han marcado un antes y un después en sus vidas, mediante un cambio de dirección. Dicho en otras palabras, simbolizan  una puerta que se abre a una nueva etapa en la vida, acompañada de una nueva conciencia. O también podemos decir que son de naturaleza plutoniana.

Los eclipses de Luna, en cambio, poseen otra interpretación. En lo personal, no los utilizo para la evaluación de la biografía. Sí, quizás, para eventos puntuales.

Para iniciar esta aventura con esta magnífica herramienta, sugiero tomar los eclipses de sol del 21 de agosto de 2017, en 28° de Leo (repetición de los producidos en 1980 y 1999) y del 15 de febrero de 2018, en 27° de Acuario (repetición de los producidos en 1961, 1980 y 1999). Observen qué sucedió en sus vidas en esos momentos y encuentren el lazo que los une con el momento presente.

Otro ejemplo para investigar es el eclipse de sol en 18° de Leo, de fecha 11 de agosto, producido en los años 1942, 1961, 1980, 1999 y que se repetirá en 2018.

Una vez que se haya identificado si, en la carta natal, hacen aspectos por conjunción al Sol, la Luna, los ángulos o el regente del Ascendente, y en caso de no ser así, si aspectan a algún otro planeta y en qué casas impactan, se podrá encontrar el hilo conductor de las etapas de la vida en que se han producido, relacionándolas entre sí para descubrir el común denominador que las vincula y el aprendizaje que conlleva, de ciclo en ciclo. Como dije anteriormente, se pueden tomar los aspectos de cuadratura y oposición, pero el de conjunción es el más potente en sus efectos.

El criterio aplicado para trabajar con los eclipses de sol que describo en este post, puede diferir con el de otros astrólogos. El mismo responde a mi investigación personal, tanto en mi propia biografía como en la de los consultantes que he atendido en los últimos once años.

A investigar! Vale la pena!

domingo, 4 de febrero de 2018

Tránsito de Urano en Tauro (I)

En el mes de mayo de 2018, se producirá el ingreso de Urano en el signo de Tauro.

Pensemos en conjunto, para ir desentrañando los posibles significados a la hora de interpretar este tránsito.

La última vez que Urano transitó por el signo de Tauro fue entre los años 1935 a 1942 y ahora lo hará entre los años 2018 a 2026.  Para fechas de los tránsitos ver post "Tránsitos de Urano en Tauro (2018 a 2026)  

Asociamos a Tauro – signo fijo de tierra, regido por Venus - con el mundo material, físico, con lo económico y la valoración, el manejo del dinero, la relación con la tierra y sus recursos, el cuerpo físico y los sentidos, la seguridad material, entre otros significados.

Cuando consideramos al Zodíaco como un proceso que se despliega en doce fases, Tauro simboliza la fase 2 del proceso, por lo que representa un espacio/tiempo en donde la energía es lenta, se detiene y hace cuerpo, o sea que nos habla de la fase de todo proceso en donde se manifiesta o materializa algo que comenzó en la fase 1, simbolizada en el Zodíaco por el signo de Aries. 

Asociamos a Urano – como regente de Acuario, signo fijo de aire- con una energía que se presenta de modo inesperado y arrollador, produciendo un quiebre para innovar lo establecido, lo familiar, descartando todo aquello que ha entrado en proceso de repetición; también lo relacionamos con la irrupción de lo creativo, con el mundo de la informática, lo digital, lo electrónico; con los valores de igualdad, fraternidad y libertad, es decir, con una mirada socializadora de lo material y lo colectivo.

Comencemos a relacionar: Urano, con su “metodología” de sorpresa y quiebre para despertar y producir cambios, ingresa a un signo cuya energía es antagónica a esta “metodología”.

Una pregunta que surge es ¿cómo aceptará la naturaleza de lo taurino en nosotros la entrada de la energía uraniana? 

A menos que la carta natal, en su totalidad, muestre factores que permitan inferir que el nativo tiene una relación de aceptación del cambio y apertura a la innovación por medio de la llegada de lo inesperado y la pérdida de lo familiar, seguramente se producirá una reacción de resistencia. Tal vez esa reacción incluya rechazo, negación o desprecio de lo nuevo que pretende ingresar a la vida, porque Urano viene dispuesto a tirar abajo todo lo que se resiste al cambio. Otra reacción posible es la de querer controlar por miedo a la pérdida de la seguridad (aunque la seguridad sea un espejismo).

Si pensamos el tema en cuanto a Tauro como representante de la economía a nivel colectivo, es muy probable que siga avanzando el uso del dinero electrónico, de las transacciones por Internet, de las monedas virtuales, en síntesis, la desaparición del dinero físico como lo conocemos y utilizamos en el presente. Esto ya se está constatando a nivel mundial.

Respecto de los valores, es muy probable que Urano tienda a socializar el uso de los recursos materiales, tal vez mediante una distribución de los mismos más inclusiva, que podría verse en expansión en los años que dure el tránsito.

En cuanto a la acción del tránsito en cada carta natal, deberá tenerse en cuenta la totalidad de las energías de la carta, ya que algunas personas se sienten más “afines” a la energía de Urano que otras.

Por ejemplo: una carta con el Sol en Tauro, la Luna en Acuario, Ascendente en Cancer y Urano en casa 1, tal vez aceptará con mayor adaptabilidad la inestabilidad que provoque este tránsito porque la irrupción de lo uraniano en su vida es frecuente, mientras que una carta  con el Sol en Capricornio, la Luna en Tauro, Ascendente en Virgo y Urano en casa 2, tal vez responda con mayor resistencia al tránsito, al no poseer energías que naturalmente la inclinen a ser adaptable al accionar y a las propuestas de Urano para su vida.

Lectores: estas palabras son tan solo una aproximación, para ir despertando la capacidad de reflexionar sobre el tema. Tenemos varios años por delante para observar las manifestaciones de Urano en Tauro.

En verdad, y para hablar desde una posición realista, no es posible anticipar ni conjeturar ahora qué modos de expresión adoptará la energía de Urano en Tauro.  Sabemos que una misma energía puede adoptar múltiples formas de expresión, dependiendo del nivel de conciencia de cada individuo. También sabemos que Urano es un planeta transpersonal, por lo que no es posible que un ser humano pretenda o espere “manejar” esa energía en forma personal.

La recomendación para afrontar los tránsitos de Urano (y de los otros planetas transpersonales) es soltar el control y abrirse al fluir de la experiencia. 

Son representantes de llamados a evolucionar, que van más allá de la voluntad del individuo. Este solo puede responder adaptándose a la nueva realidad que nos “invitan” a construir, previa destrucción de la realidad anterior, que ya no sirve a nuestra evolución.

El resto, es una invitación a ir observando las manifestaciones de las energías en la vida diaria, tanto individual como colectiva, para ver de qué modo se presentan y cómo nos vamos adaptando a ellas.

Seguiremos reflexionando sobre este tema. Esto recién comienza!

sábado, 3 de febrero de 2018

Reflexiones acerca del destino

Si alguna vez las circunstancias de la vida te impulsaron a replantearte tus ideas acerca del destino, te invito a leer esta reflexión.

Abro el fuego con este pensamiento de Rainer Maria Rilke: “No penséis que hay más en el destino de lo que puede caber en la infancia”. Novalis sintetiza su concepción acerca del destino en esta conmovedora sutileza: “Destino y Alma son dos nombres para el mismo principio”. Shakespeare, con criterio práctico, afirma: “En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser”. Finalmente, Eugenio Carutti dice: “Destino es lo que no conozco de mí mismo”.

Comencemos por observar que el diccionario define al individuo como “indiviso; único entre los de su misma especie”. Pero en lugar de quedarnos con esta definición, descubramos qué es un individuo con la ayuda de esta imagen: “todo individuo es un juego de luces y sombras, moviéndose constantemente entre contrastes y matices”.

De las ideas vertidas en el inicio de esta nota, tomaré la siguiente: “Destino es lo que no conozco de mí mismo”. De aquí se infiere que circunstancias y personas que llegan a mi vida, aún pareciendo ajenas a mi naturaleza, forman parte de mi energía y, por lo tanto, cumplen la función de mostrarme aspectos de mí misma que desconozco y que sólo haré concientes de esa manera.

Observemos también la frecuencia con que se utiliza la palabra destino como sinónimo de predestinación, la palabra predestinación como sinónimo de fatalidad y la fatalidad como algo inexorable ante lo cual nuestra libertad personal se reduce a la aceptación o la resistencia.

Ciertas circunstancias o vínculos parecen ser “atraídos” a nuestra vida, misteriosa e inesperadamente, sin la intervención de nuestro deseo o de nuestra voluntad. Esto podría ser explicado mediante la regencia de leyes universales como ésta: “lo semejante atrae lo semejante”.

Supongamos ahora que todo lo que llamamos realidad “afuera” representara sólo una excusa para que se manifestara “el adentro”. ¿Cuál sería la línea que separa la realidad de la ilusión? ¿O tendría que decir “mi ilusión”? Y, finalmente, ¿cuál es la realidad? ¿lo de “adentro” o lo de “afuera”?

Aquí tenemos otra ley universal que puede facilitar la comprensión: “así como es afuera, es adentro; así como es arriba, es abajo”.


Volvamos ahora a la imagen diseñada para descubrir – no definir - qué es un individuo. En ella utilizo deliberadamente la palabra “juego”.

¿Qué sugiere un juego?

Existen juegos con reglas y juegos sin reglas, pero todos los juegos responden a leyes que los ordenan. Sostenidos por la estructura del orden generado por esas leyes, algunos juegos permiten una mayor espontaneidad que otros mientras que algunos ofrecen más alternativas para combinar que otros.

Las leyes son un puente hacia el orden y, a la vez, contienen las claves para alcanzarlo. El orden está inexorablemente asociado a la libertad. Yo puedo no seguir las reglas, pero siempre estaré bajo el imperio de las leyes. Mientras respete las leyes, encontraré un camino hacia el orden. Entonces, conoceré la libertad.

Es vital darse cuenta de que todo proceso se desarrolla con fluidez cuando sigue un orden.

El límite también busca el orden, pero cuando el individuo convierte al límite en una limitación, implanta la restricción en los procesos de su vida. Es entonces cuando los impedimentos, las dificultades o las demoras se presentan ante él y los define como destino o fatalidad, sin diferenciar un concepto del otro. Pero no ve que, con frecuencia, califica de fatalidad lo que él mismo ha convertido en fatalidad. Finalmente lo convierte en inevitable, irreversible, se rinde, se victimiza y pierde el contacto con lo primordial: el juego.

Ahora veamos la expresión completa: “todo individuo es un juego de luces y sombras, en constante movimiento, contrastes y matices”.

En la vida encontramos múltiples metáforas de juegos de luz y sombra:

Imaginemos un eclipse… un astro ocultando al otro, generando contrastes y matices en movimiento de la luz hacia la sombra y de la sombra hacia la luz … Vayamos ahora a nuestra dimensión emocional y revivamos algún momento en que nuestro deseo haya sido amordazado por el miedo, hundiéndose en la sombra hasta resurgir y volver a ocupar su lugar en la luz, empujando hacia las sombras al miedo … Evoquemos nuestra melodía preferida y veamos que la música posee movimiento, contrastes y matices en donde luces y sombras juegan, provocando infinidad de contrastes y matices que sensibilizan nuestra alma…

Individuo, juego, movimiento, contrastes, matices, luces y sombras... ¿Son los componentes de la vida toda? Sí, lo son. ¿Ellos también nos constituyen? Porque nosotros somos parte de la vida, con seguridad que sí.

¿Qué es, entonces, lo inexorable?

Quizás sea lo que construye el individuo con las respuestas que ofrece a la vida, desde la inflexibilidad y la no aceptación de que todo está en un permanente fluir cuando respeta el orden... Quizás sea lo que genera cuando se rinde, porque al hacerlo se queda quieto...

Tal vez lo inexorable sea la ausencia de movimiento, contrastes y matices... O la ausencia de juego... O el individuo paralizado, casi muerto, despues de haber asesinado a la vida con la rigidez de su actitud...

Si el individuo pudiera percibirse y sentirse como un juego de luces y sombras, moviéndose constantemente entre contrastes y matices, ¿cómo podría construír inflexibilidad, inercia o muerte y además esforzarse por persistir en ellas?

Los caminos de la vida están señalizados. Las sincronicidades son esas “ señales de vialidad interior ” que forman parte de la maravillosa manera en que el Universo se comunica con nosotros, también jugando, desde su infinita e inagotable gama de contrastes y matices.

Después de todo, quizás el destino sea la causa y, al mismo tiempo, el efecto de la mejor apuesta que podemos hacer en el juego de la vida: la de llegar a ser quienes somos.

Desafiantes, por haber sido desafiados a vivir y por haber tenido el coraje de responder al llamado … siempre jugando...