Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del
Horóscopo, de Tracy Marks.
La interpretación es la principal actividad a la que
la mayoría de los astrólogos se dedica y que muchos de ellos equiparan con el
asesoramiento astrológico. Sin embargo, los consejeros y los psicoterapeutas
consideran que la interpretación es solo una de las habilidades que ellos usan
con sus consultantes; se la debe utilizar adecuadamente a fin de que sea
eficaz. La interpretación sola no
produce percepción ni cambio. A fin de que una interpretación cause un
impacto significativo, el consultante debe estar emocionalmente receptivo y
psicológicamente dispuesto a aplicar esa percepción, desarrollar lo que
personalmente asocie con ésta y permitir que ejerza influencia sobre actitudes
y comportamientos subsiguientes.
Steven Levy, en su libro titulado Principles of Interpretation, y Fred Pine en Developmental Theory and Clinical Process tratan los usos de la
interpretación en el asesoramiento y la importancia de evaluar su impacto sobre
el consultante. Como Pine y Levy lo demuestran, sea lo que fuere que usted
proponga, es probable que una persona filtre la interpretación que usted le dé,
a través de su propio proceso psicológico y, a menudo, distorsione su
significado y le añada sus propias evaluaciones. Es probable que escuche la
interpretación que usted le dé como un juicio o como una condena que amenaza su
autoestima, o la desvaloriza y humilla. Puede sentir que esa interpretación la
despoja o desilusiona, porque lo que esa persona quiere es apoyo emocional, no
conocimientos intelectuales. Es probable que use esa interpretación como un
modo de racionalizar las cosas, que le permita persistir en sus viejas
conductas eludiendo nuevas actitudes y acciones, y especialmente seguir intelectualizando
las cosas en vez de experimentarlas y ser responsable de sus propios
sentimientos.
Por otra parte, es posible que un consultante reciba
positivamente la interpretación que usted le dé porque usted le presta atención
y, en consecuencia, le complace. Si se trata de una persona que “se queda con
lo que usted le dice”, es probable que la interpretación que usted le dé sea
como un regalo que deberá aceptar sin rodeos, a veces sin “elaborarlo” ni
asimilarlo. La interpretación puede ser una satisfactoria confirmación de cómo
su consultante percibe la realidad y puede experimentarse como aceptación y,
por lo tanto, permitirle que sea quien es, o puede despertar dentro del
consultante un nuevo modo de ver la realidad y una percepción ampliada de sus
posibilidades.
Si lo que a usted le interesa es ayudar realmente a su
consultante en vez de limitarse a prodigarle información sin prestar atención a
si él es capaz de aplicarla, entonces es probable que usted quiera prepararse
para prestar atención a lo que su consultante hace con su interpretación, y
ayudarlo a asimilarla constructivamente.
¿Su consultante convierte su
interpretación en un juicio? ¿La usa para racionalizar su situación en la vida
y para evitar emprender la acción? ¿O deja que esa interpretación lo
predisponga para una percepción más honda que lo ayude a actuar con más
eficacia?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario