miércoles, 21 de febrero de 2018

La Interpretación y el Consejo


Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del Horóscopo, de Tracy Marks.

La interpretación es la principal actividad a la que la mayoría de los astrólogos se dedica y que muchos de ellos equiparan con el asesoramiento astrológico. Sin embargo, los consejeros y los psicoterapeutas consideran que la interpretación es solo una de las habilidades que ellos usan con sus consultantes; se la debe utilizar adecuadamente a fin de que sea eficaz. La interpretación sola no produce percepción ni cambio.  A fin de que una interpretación cause un impacto significativo, el consultante debe estar emocionalmente receptivo y psicológicamente dispuesto a aplicar esa percepción, desarrollar lo que personalmente asocie con ésta y permitir que ejerza influencia sobre actitudes y comportamientos subsiguientes.

Steven Levy, en su libro titulado Principles of Interpretation, y Fred Pine en Developmental Theory and Clinical Process tratan los usos de la interpretación en el asesoramiento y la importancia de evaluar su impacto sobre el consultante. Como Pine y Levy lo demuestran, sea lo que fuere que usted proponga, es probable que una persona filtre la interpretación que usted le dé, a través de su propio proceso psicológico y, a menudo, distorsione su significado y le añada sus propias evaluaciones. Es probable que escuche la interpretación que usted le dé como un juicio o como una condena que amenaza su autoestima, o la desvaloriza y humilla. Puede sentir que esa interpretación la despoja o desilusiona, porque lo que esa persona quiere es apoyo emocional, no conocimientos intelectuales. Es probable que use esa interpretación como un modo de racionalizar las cosas, que le permita persistir en sus viejas conductas eludiendo nuevas actitudes y acciones, y especialmente seguir intelectualizando las cosas en vez de experimentarlas y ser responsable de sus propios sentimientos.

Por otra parte, es posible que un consultante reciba positivamente la interpretación que usted le dé porque usted le presta atención y, en consecuencia, le complace. Si se trata de una persona que “se queda con lo que usted le dice”, es probable que la interpretación que usted le dé sea como un regalo que deberá aceptar sin rodeos, a veces sin “elaborarlo” ni asimilarlo. La interpretación puede ser una satisfactoria confirmación de cómo su consultante percibe la realidad y puede experimentarse como aceptación y, por lo tanto, permitirle que sea quien es, o puede despertar dentro del consultante un nuevo modo de ver la realidad y una percepción ampliada de sus posibilidades.

Si lo que a usted le interesa es ayudar realmente a su consultante en vez de limitarse a prodigarle información sin prestar atención a si él es capaz de aplicarla, entonces es probable que usted quiera prepararse para prestar atención a lo que su consultante hace con su interpretación, y ayudarlo a asimilarla constructivamente. 

¿Su consultante convierte su interpretación en un juicio? ¿La usa para racionalizar su situación en la vida y para evitar emprender la acción? ¿O deja que esa interpretación lo predisponga para una percepción más honda que lo ayude a actuar con más eficacia?

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