martes, 6 de febrero de 2018

Eclipses

En los años que llevo dedicada a la consultoría astrológica centrada en el desarrollo de la conciencia, vengo utilizando la integración de diversas de sus técnicas para optimizar la interpretación de una carta natal.

A la hora de construír la biografía del nativo, el empleo de los eclipses de sol – además de la evaluación de los ciclos planetarios - es de un inmenso valor, especialmente si se consideran los que aspectan por conjunción al Sol, la Luna, los ángulos y al regente del Ascendente. Pueden utilizar también – en segunda instancia - los aspectos de cuadratura y oposición. En todos los casos, trabajando con un orbe de cinco grados.

Identificarlos permite crear una estructura biográfica, tomando en cuenta la fecha en que se producen a partir del momento del nacimiento, su repetición en ciclos de 19 años a lo largo de la vida y los ciclos de edad en que se manifiestan (septenios).

El libro “Interpretación de los eclipses”, de Robert Jansky, es una contribución para iniciarse en el tema. Sin embargo, en mi experiencia de investigación, no me ha resultado un aporte relevante.

Recién cuando me dediqué a investigar en mi propia biografía, construyendo la estructura de la que hablo más arriba en este post, pude apreciar el valor y la intensidad con que los eclipses “escriben” nuestra historia.

Si se toman el trabajo de buscar sus propios eclipses de sol, verán que las épocas en las que se produjeron han marcado un antes y un después en sus vidas, mediante un cambio de dirección. Dicho en otras palabras, simbolizan  una puerta que se abre a una nueva etapa en la vida, acompañada de una nueva conciencia. O también podemos decir que son de naturaleza plutoniana.

Los eclipses de Luna, en cambio, poseen otra interpretación. En lo personal, no los utilizo para la evaluación de la biografía. Sí, quizás, para eventos puntuales.

Para iniciar esta aventura con esta magnífica herramienta, sugiero tomar los eclipses de sol del 21 de agosto de 2017, en 28° de Leo (repetición de los producidos en 1980 y 1999) y del 15 de febrero de 2018, en 27° de Acuario (repetición de los producidos en 1961, 1980 y 1999). Observen qué sucedió en sus vidas en esos momentos y encuentren el lazo que los une con el momento presente.

Otro ejemplo para investigar es el eclipse de sol en 18° de Leo, de fecha 11 de agosto, producido en los años 1942, 1961, 1980, 1999 y que se repetirá en 2018.

Una vez que se haya identificado si, en la carta natal, hacen aspectos por conjunción al Sol, la Luna, los ángulos o el regente del Ascendente, y en caso de no ser así, si aspectan a algún otro planeta y en qué casas impactan, se podrá encontrar el hilo conductor de las etapas de la vida en que se han producido, relacionándolas entre sí para descubrir el común denominador que las vincula y el aprendizaje que conlleva, de ciclo en ciclo. Como dije anteriormente, se pueden tomar los aspectos de cuadratura y oposición, pero el de conjunción es el más potente en sus efectos.

El criterio aplicado para trabajar con los eclipses de sol que describo en este post, puede diferir con el de otros astrólogos. El mismo responde a mi investigación personal, tanto en mi propia biografía como en la de los consultantes que he atendido en los últimos once años.

A investigar! Vale la pena!

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