sábado, 17 de febrero de 2018

Las Cualidades de un Astrólogo Eficaz

Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del Horóscopo, de Tracy Marks

¿Qué cualidades y características necesitamos poseer y qué formas específicas de comportamiento nos permitirían, como astrólogos, comunicar mejor estos objetivos?

Un astrólogo eficaz…

1.- Es capaz de percibir y responder a las necesidades reales e inmediatas del consultante, y no meramente a sus propios preconceptos intelectuales.

2.- Se relaciona primero con el consultante y, en segundo lugar, con la carta. La carta es un medio que conduce hacia un fin, no es el fin mismo.

3.- Comunica aceptación y respeto por las necesidades y sensibilidades del consultante, al igual que esperanza y aliento.

4.- Habla clara y concretamente, en un lenguaje que el consultante puede entender. Es capaz de traducir símbolos astrológicos en conceptos y ejemplos específicos que el consultante podría utilizar en la situación de vida por la cual atraviesa.

5.- Ayuda a descubrir y a crear claridad y orden en medio del caos, auxiliando al consultante para que se concentre más bien en los problemas clave en lugar de enfrascarse en preocupaciones periféricas, y ayudándolo a aclarar los problemas que existen y los conocimientos y acciones alternativos de los que puede disponer.

6.- Comunica una filosofía constructiva que dé significado al sufrimiento y brinde un principio organizativo frente a la incertidumbre y la confusión. Esa filosofía implica la perspectiva de largo plazo, que es resultado de conocer los patrones y ciclos astrológicos. Asimismo, debe observar los problemas inmediatos usando unas lentes que le permitan percibir el patrón astrológico en su totalidad.

7.- Permite que sean las necesidades del consultante las que predominen sobre sus propias necesidades y, por lo tanto, deja que el sitio de control resida en el consultante. Tal actitud exige respeto hacia lo que el consultante siente en el momento y hacia su capacidad para comprender e integrar el material ofrecido, a fin de no sobrecargarlo con más información de la que pueda asimilar. Esa actitud alienta también al consultante para que también elija por sí y emprenda la acción, en vez de indicar que es el astrólogo quien tiene todas las respuestas y todo el poder. El interés y el respeto hacia las necesidades  y los sentimientos del consultante, exigen también que el astrólogo haga preguntas, obtenga información, proporcione antecedentes y apoyo y además establezca un diálogo real en lugar de servir como mero comunicador de información.

¿En qué se parecen o en qué difieren las cualidades y acciones de las de un consejero que no es astrólogo?

No existe una respuesta simple, porque los sistemas de asesoramiento y los estilos personales de los consejeros varían considerablemente. Sin embargo, ciertas cualidades predominan en un consejero eficaz que no es astrólogo, las cuales tal vez solo sean secundarias para un astrólogo. Habitualmente, un consejero aplica al máximo sus aptitudes empáticas y se interesa más por facilitarle al consultante que comprenda y exprese sus sentimientos, en lugar de comunicarle lo que el consejero cree sobre un reconocido sistema de pensamiento. Aquél alienta la expresión, escucha cuidadosa y perceptivamente, y refleja lo que él entiende sobre lo que el consultante comunicó. En vez de dirigir la sesión de acuerdo con su propio ordenamiento, permite que sea el consultante quien determine el movimiento, la estructura y el propósito de la sesión. Son mayoría los consejeros que, durante una sesión, hablan menos del veinte por ciento de ésta; ubicándose en un segundo plano, brindan el ambiente y la seguridad para que un consultante se exprese y descubra en su interior sus propios sentimientos, modos de ser, necesidades y alternativas.

Son mayoría los consultantes que acuden a un consejero o a un psicoterapeuta (que trabaja intensa y psicodinámicamente) y que establecen una estrecha relación basada en sesiones semanales, durante un lapso que va de los tres meses a los diez años. Los consejeros no esperan que se produzcan cambios ni percepciones significativas después de solo una o dos sesiones. Los astrólogos noveles que esperan causar un impacto dramático sobre las situaciones de vida de sus consultantes, tal vez necesiten desarrollar respeto por el proceso lento e intenso mediante el cual se produce el cambio real.

La interpretación astrológica no es un asesoramiento en el verdadero sentido de la palabra. Hasta dónde usted desea desarrollar y utilizar sus específicas capacidades de asesoramiento, como el hecho de que usted escuche, reflexione y facilite aptitudes, es una cuestión de elección individual. Sin embargo, a fin de que la sesión astrológica que usted propone sea para quien lo consulta, más que un “viaje por el interior de la mente” y cause un impacto constructivo, fuerte y concentrado como para poner en movimiento nuevas actitudes y acciones, usted necesitará aprender a usar, como mínimo, unas rudimentarias habilidades para comunicarse y asesorar. 

Una evaluación de sus propias capacidades –sobre la base de su percepción personal y de sus conocimientos astrológicos- puede ayudarlo a establecer cuáles son sus debilidades y, por lo tanto, las capacidades que desea desarrollar. ¿Es usted una persona de fuego y aire, con falta de agua, que tiende a ignorar el reino de los sentimientos y que inintencionalmente pisotea la sensibilidad de una persona de Piscis o de Cancer? ¿Tiende usted –como lo confirma su Mercurio en oposición a Neptuno- a comunicarse con generalidades vagas, esotéricas e indirectas, y necesita aprender a concretar y fundamentar su modo de pensar tomando decisiones que sean prácticas? Un astrólogo eficaz, como un consejero eficaz, es flexible y capaz de variar su estilo y sus comunicaciones, de acuerdo con el temperamento y las necesidades de cada consultante.

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