Texto extraído del libro El Arte de la Interpretación del
Horóscopo, de Tracy Marks.
Antes de que tratemos los usos constructivos de la
interpretación, consideremos de manera más completa los inconvenientes de
atenernos demasiado a ella cuando prestemos nuestro asesoramiento astrológico y
cuando la usamos inadecuadamente. En primer lugar, es probable que, como
astrólogos, nos relacionemos menos con el consultante que con la carta, sin
considerar la capacidad de éste para usar la interpretación. En segundo lugar,
es posible que usemos la interpretación para demostrar nuestra superioridad o
poder, o fomentar nuestros egos, y también podemos ocultar con ella nuestra
hostilidad y nuestras propias opiniones. En tercer lugar, la interpretación
puede crear distancia, impidiendo el compromiso y el contacto emocionales con
los que tienen lugar el impacto y la intuición reales. En cuarto lugar, la
interpretación puede usarse indefinidamente para intelectualizar los problemas
de aquí y ahora, en vez de encararlos activa y emocionalmente.
La interpretación puede ser un medio para ayudar a un
consultante a evitar que asuma su responsabilidad y se empeñe en patrones de
conducta que sean constructivos.
Sin embargo, existen otros inconvenientes. Como
astrólogos que nos respaldamos en la supuesta autoridad de la carta natal, es
probable que saquemos conclusiones con demasiado apresuramiento, brindando una
interpretación tras otra, como si fueran una verdad evangélica, abrumando y
desvalorizando al consultante al no permitirle que participe en estas autodefiniciones
o que las confirme. Cuando nos atenemos demasiado a la interpretación, es
probable que actuemos así porque partimos de estas ilusiones: 1.- solo el
conocimiento intelectual produce crecimiento y cambio, y 2.- la información que
nosotros damos es la que produce crecimiento y cambio.
Es necesario examinar estas suposiciones a la luz de
las teorías psicológicas que se concentran sobre los nexos necesarios entre
perceptividad, receptividad emocional y buena disposición psicológica para
utilizar activamente un conocimiento. También es importante considerar el
profundo impacto de un conocimiento que obtenemos desde dentro de nosotros
mismos, en contraste con una interpretación intelectual que otra persona nos
brinda. La interpretación de otra persona puede inducir en nosotros una
percepción, pero la interpretación sola es ineficaz si el momento oportuno no
es adecuadamente elegido. Es probable que los consultantes se resistan a una
interpretación o a demasiadas interpretaciones cuando están muy inquietos,
cuando no son satisfechas sus necesidades emocionales y cuando en el orden
emocional están pasando por una crisis o un problema particularmente profundos.
En estos casos, necesitamos limitar la cantidad de interpretaciones que
brindemos, escoger cuidadosamente nuestras palabras y prestar atención a la
capacidad de nuestro consultante para asimilar y usar la interpretación a fin
de que sea él quien obtenga por sí mismo una interpretación que le sea útil.
La interpretación es realmente valiosa cuando la damos
aceptando el estado psicológico del consultante y mostrándole que uno es
sensible a sus inquietudes. La interpretación puede ayudar al consultante para
que convierta en conceptos, aclare y, en consecuencia, a su debido tiempo
domine aquellos sentimientos y modalidades de conducta que en él son vagos e
indefinidos. Mediante un incremento de los dominios del ego sobre los del id o
inconsciente, una persona llega a ser más consciente de sí y, por lo tanto, más
capaz de dirigir sus acciones cuando opta por esto. la interpretación puede
ayudar a los consultantes a que se den cuenta de cuándo están actuando sobre la
base de suposiciones anticuadas o inadecuadas, o de patrones de conducta que,
cuando se los comprende, son más fáciles de abandonar.
Las interpretaciones también pueden ayudar a los
consultantes a definir y reorganizar la percepción que ellos tienen acerca de
sí mismos y de la realidad que los rodea, y a sentirse más sólidos y capaces.
Algunas interpretaciones ayudan a los consultantes a que estén al tanto de
otras perspectivas, actitudes, opciones y acciones, de modo que el alcance de
sus comportamientos aumente y se amplíen las posibilidades que se les
presenten. Todo esto depende, en gran medida, de si una interpretación se
expresa de manera negativa o positiva, con el propósito de comunicar “esto es
lo que usted es”, como si fuéramos entes inmóviles y cristalizados,
determinados completamente por factores condicionantes y astrológicos del
pasado, o de si una interpretación comunica “esto es lo que usted ha sido… y
esto es lo que usted podrá ser”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario