Fragmento
del libro “La Misión
de tu Alma”, de Evan St. Lifer y Linda Brady. Extraído
de la segunda parte: Viaje a la misión de tu alma
DE LA PERSONA QUE ERES A LA PERSONA QUE QUIERES SER
Tener
un conocimiento básico y práctico de nuestra alma y nuestra personalidad, y ser
concientes de su voluntad dinámica espiritual, nos ayuda a alinearlas de tal
modo que podamos experimentar la sensación de estar viviendo la misión de
nuestra alma. Se accede a la personalidad mediante el intelecto, las
sensaciones y los sentimientos. Al alma, en cambio, se accede mediante la
intuición.
Dice
Gary Zukav, en “El lugar del alma”: Cuando
la personalidad está plenamente al servicio de la energía del alma, estamos
ante una auténtica cesión de poder. Este es el objetivo del proceso de
evolución y nuestra razón de ser. Cada experiencia que tenemos y tendremos en la Tierra fomenta la
alineación de la personalidad con el alma.
Cuando
nuestra alma y nuestra personalidad estén alineadas, podremos finalmente
dedicarnos a nuestra misión del alma, la
tarea de nuestra vida. Experimentaremos un nivel sin parangón de
satisfacción y finalidad que desembocará en una paz interior esencial. En “El
lugar del alma”, Zukav analiza la relación entre la personalidad y el alma: Cuando una personalidad alcanza su pleno
equilibrio, no podemos ver dónde termina la personalidad y comienza el alma.
Estamos ante un ser humano íntegro.
La
misión del alma es siempre aquello que, según nosotros mismos, no podemos
hacer. Es nuestro camino de crecimiento, la finalidad singular y distintiva que
representa nuestra realización. La misión del alma se convierte en un viaje
hacia nuestro potencial máximo para transformarnos en algo que nunca hemos
sido; es algo diametralmente opuesto a nuestra zona de comodidad.
LOS NODOS LUNARES
El
proceso de los nodos norte y sur es básico para aprender y vivir la misión del
alma. Por medio de los nodos norte y sur salen a la luz palabras y símbolos que
serán utilizados para salvar la distancia que media entre las vidas pasadas y
la vida presente. No es necesario creer en la reencarnación ni en la existencia
de vidas anteriores para beneficiarse de este proceso, pero si se cree que la
vida tiene algún propósito y sentido, resultará más fácil captar el significado
de este concepto.
Los
nodos son puntos del cielo donde la
Luna intercepta la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Los nodos norte y sur están, en consecuencia representados por dos signos del
zodíaco que se oponen diametralmente entre sí en el cosmos. Si el nodo norte está
en Cancer, el nodo sur estará en Capricornio, y así sucesivamente.
El
nodo sur, al que denominaremos Pauta
Anímica, encarna al tipo de persona que se es cuando se muestran los viejos
y previsibles hábitos y comportamientos. Representa los pensamientos,
sentimientos y creencias más familiares. Este nodo indica las vidas pasadas que
se necesita recordar, las deudas kármicas que hay que pagar y las relaciones
que apoyarán la propia visión. (Una deuda
kármica es una cuestión sin resolver que arrastramos de una vida anterior). El
nodo sur muestra nuestras “asignaturas pendientes”, problemas sin resolver que
nos provocan frustración y sufrimiento en esta vida.
Martin Schulman, autor de la serie de libros titulada “Astrología Kármica”, describe la Pauta Anímica (el nodo sur)
como: […] simbólica del pasado del hombre. [El nodo sur] no simboliza una
encarnación, sino [más bien] una combinación de los acontecimientos, ideas,
actitudes y pensamientos de cada encarnación, cuyos efectos irresueltos
acumulados han creado la vida actual. Para algunos el nodo sur puede ser
limitador, mientras que para aquellos que tienen unos cimientos en el pasado
sólidos y amplios, puede ser simplemente el factor que conduce la vida actual
hacia su cumplimiento y su realización.
Hay
que evolucionar, hay que dejar atrás los hábitos y tendencias confirmados por la Pauta Anímica para alcanzar las
posibilidades señaladas por el nodo norte, al que denominaremos Potencial Anímico. En términos más
sencillos, podríamos decir que la Pauta
Anímica representa nuestro pasado, mientras que el Potencial
Anímico es nuestro futuro, la misión del alma.
Cada
uno de nosotros lleva ciertas tendencias y cuestiones específicas de una vida a
la siguiente por la simple razón de que están sin resolver. Una vez aprendidas
las lecciones que el alma necesita aprender, no tendremos por qué arrastrar ese
“equipaje kármico” a la siguiente encarnación. El Potencial Anímico ofrece un mapa de
carreteras lleno de palabras y conceptos que ayudarán a comprender quiénes
necesitamos ser para realizar la misión del alma. El Potencial Anímico podría
definirse básicamente como “lo que más miedo nos da”, aquello que pone al
descubierto sentimientos de inseguridad o miedo porque intenta introducirnos en
un terreno nuevo y desconocido. Todos nos vemos atraídos hacia nuestro
Potencial Anímico, tal como una mariposa nocturna se ve atraída hacia la luz, y
sin embargo, al mismo tiempo, nos aterroriza acercarnos a él.
Una
vez aceptado, el Potencial Anímico proporciona un camino claro hacia una vida
de profundo gozo, llena de sentido y coherencia. Schulman define el Potencial
Anímico (nodo norte) como: […] el símbolo del futuro, una nueva
experiencia aún no probada. Para la persona, este es el nuevo ciclo que anhela,
y conlleva todas las aprensiones a lo desconocido y las experiencias nunca
probadas. No obstante, esta posición nodal tiene un encanto magnético y
extraño, pues empuja al alma hacia su futuro crecimiento. […] Simboliza el
ámbito más elevado de expresión que alcanzaremos en la vida actual, y por lo
tanto debe interpretarse como el conjunto de las cualidades superiores del
signo y la casa en que está emplazado.
La
mejor manera de comenzar a aprender cosas acerca del viaje del alma es conocer
nuestra Pauta Anímica. Al igual que nuestro signo solar, el signo de nuestra
Pauta Anímica está determinado por la fecha de nacimiento, y proporciona
información relativa a nuestras vidas pasadas al tiempo que enseña cómo hemos
manifestado en esta vida ciertas tendencias de nuestra vida anterior. Por el
contrario, el Potencial Anímico representa la misión del alma y simboliza el
futuro. Proporciona una comprensión consciente de aquellas cuestiones de
nuestra vida que hasta ahora han permanecido latentes. Al enfrentarnos a
algunas cuestiones vitales por medio de la Pauta Anímica , y eliminando los
hábitos y comportamientos negativos que han impedido perseguir nuestros sueños
y objetivos, podemos concentrarnos en el camino que conduce al Potencial
Anímico, para así vivir la clase de vida que es el objetivo del alma.
POR QUÉ ES ESPIRITUALMENTE TERAPEUTICO ABANDONAR VIEJOS HABITOS
“Adquirir un hábito es
empezar a dejar de ser”. Miguel de Unamuno
Nuestra alma se encuentra en un
camino de crecimiento perpetuo. Por eso necesita que evolucionemos hacia un
orden superior y aprendamos lecciones de un modo acumulativo, de una vida a la
siguiente. Nuestra alma desea que vivamos nuevas experiencias. Permanecer
estancados en una Pauta Anímica vieja y conocida nos impide evolucionar.
Nuestras circunstancias vitales pueden parecernos familiares en este momento,
pero nuestra Pauta Anímica finalmente nos sacará de ahí creando una experiencia
desagradable o una sacudida en nuestra vida.
Cuando estamos satisfechos con las
cosas tal como son, la mayoría de nosotros no hacemos cambios radicales en
nuestra vida. Sólo cambiamos si tenemos que enfrentarnos a un problema, sobre
todo si este problema nos lo hemos creado nosotros mismos por medio de nuestra
Pauta Anímica. En algún momento de nuestra vida, nuestra alma nos dice “Ya es
hora de que hagas algo diferente”. Pero abandonar nuestra Pauta Anímica por la
misión de nuestra alma es, en el mejor de los casos, incómodo y, en el peor,
sencillamente aterrador.
A diferencia de nuestra
personalidad, el alma no juzga, no evalúa las experiencias clasificándolas como
positivas o negativas: lo que le
interesa es si son nuevas o viejas. El
alma quiere exponernos al descubrimiento, ofreciéndonos sin cesar nuevas
experiencias y comprensiones intuitivas que nos conducirán hacia la próxima
encarnación.
POR QUÉ NOS DA MIEDO EL CAMBIO
La principal razón por la cual
tememos el cambio es que, conciente o inconcientemente, lo consideramos
equivalente a la muerte. Nuestra mortalidad es la gran transformación, pero la
mayoría la ve como un final más que como un nuevo comienzo.
Quienes tienen miedo al cambio
suelen decir que se sienten como si hubieran perdido contacto con su centro
espiritual; sin embargo, estar en contacto con nuestra energía espiritual forma
parte del viaje de nuestra alma hacia el descubrimiento, el cambio y la
novedad. Si no nos permitimos continuar este viaje, nos estancamos. Un viaje
implica movimiento, y aquellos que se niegan a actuar viven paralizados por su
miedo al cambio, por su temor a encontrarse en un territorio que les
desconocido.
Para seguir a nuestro Potencial
Anímico necesitamos confiar en nuestra alma, darle un voto de confianza. Muchos
de nosotros, cuando éramos pequeños, tuvimos miedo antes de zambullirnos por
primera vez en la piscina: hoy observamos ese mismo temos en nuestros hijos
cuando comienzan a nadar. Esta misma aprensión nos impide aprovechar nuevas y
prometedoras oportunidades comerciales, hacer cambios profesionales radicales o
cultivar relaciones satisfactorias y llenas desentido. Nada podía reducir
nuestro miedo a tirarnos de cabeza al agua salvo la primera zambullida real.
Nuestro Potencial Anímico no es una cuestión de saber, sino de confiar en
nuestra alma. Ella siempre tiene razón.
Tres razones por las que tememos o
detestamos el cambio:
a) La mayoría de nosotros
lo equipara a la muerte.
b) Nos enseñaron que es
mejor dejar las cosas como están.
c) No es un proceso
lógico, sino emocional.
LA PAUTA ANÍMICA: VIEJAS PREDILECCIONES
Cuatro cosas que debemos saber sobre la Pauta Anímica:
- Proporciona el punto de partida espiritual y dice
dónde hemos estado y qué hemos sido antes, alertando sobre nuestras
tendencias perjudiciales.
- Identifica lo que para nosotros es seguro, previsible
y familiar.
- Si no somos concientes de nuestra Pauta Anímica,
tenderemos a crear relaciones conflictivas basadas en ella.
- Si no analizamos nuestra Pauta Anímica, en algún
momento emergerá en forma de una seria crisis.
EL POTENCIAL ANÍMICO: LO QUE PODEMOS LLEGAR A SER
Cuatro
cosas que debemos saber sobre el Potencial Anímico:
- En un plano espiritual, el Potencial Anímico
representa la luz al final del túnel.
- Proporciona información acerca del tipo de energía,
las características y los rasgos que nuestra alma quiere que pongamos de
manifiesto.
- Representa una “expansión” de la ambición, pues nos
incita a hacer cosas que normalmente no nos hacen sentir cómodos o
seguros, pero que nos brindarán satisfacción una vez que logremos superar
la ansiedad y “dar el salto”.
- El Potencial Anímico no es un objetivo a alcanzar, un producto final estático, sino el viaje que el alma desea que emprendamos, un proceso dinámico constante.
Cuando nos enfrentamos a factores
desconocidos – por ejemplo, cómo realizar la misión de nuestra alma- todos nos
planteamos una serie de preguntas prácticas, a saber: ¿Cómo reorganizar mi vida
para hacer lo que no he hecho hasta ahora? ¿Cómo establecer prioridades? ¿Qué
compromisos concretos tendré que hacer para llevar mi proyecto a buen término?
¿A qué ámbitos debería aplicar los reiterados esfuerzos para hacer realidad la
misión de mi alma? ¿Qué responsabilidades tengo que asumir para realizar mi
Potencial Anímico? Las respuestas a todas estas preguntas podrán ser halladas
en el signo del zodíaco en que está emplazado Saturno.
3 comentarios:
Excelente! Muchas gracias
Genial!!!!
Hola Ana maria! me gustó mucho la entrada a tu blog y me permto compartirlo en mi blog de astrologia tambien citando la fuente de inicio que bien describes. Gracias por este maravilloso servicio.
Saludos,desde Venezuela.
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