Extraído del libro
“Pide y se te dará”, de Esther y Jerry Hicks
Cabe decir que cada emoción emite una
frecuencia vibratoria distinta, pero sería más exacto decir: Tus emociones son indicadores de tu frecuencia
vibratoria.
Cuando tengas en cuenta que tus emociones
indican tu grado de alineación con la
Fuente de Energía y, que cuanto mejor te sientes más
favorecerás tu alineación con las cosas que deseas, comprenderás sin mayores
problemas cómo debes responder a tus emociones.
Te alineas con quien eres cuando te centras en
los pensamientos que te permiten conocer tu auténtica naturaleza. Y la
sensación que te producen esos pensamientos constituye la emoción última de la
conexión. Tomando la analogía con el indicador de combustible de un vehículo, ese
estado de alineación equivale a un depósito lleno.
Dicho de otro modo, imagina un indicador o una
escala graduada que indica tu mayor disposición (depósito lleno) a permitir tu
alineación con la Fuente
de Energía y tu menor disposición o resistencia (depósito vacío) a alinearte
con Ella.
Podemos describir así tu escala de emociones:
- Alegría/Conocimiento/Poder
Personal/Libertad/Amor/Gratitud
- Pasión
- Entusiasmo/Ilusión/Felicidad
- Expectativas
Positivas/Creencia
- Optimismo
- Esperanza
- Satisfacción
- Aburrimiento
- Pesimismo
- Frustración/Irritación/Impaciencia
- Agobio
- Decepción
- Dudas
- Inquietud
- Culpabilidad
- Desánimo
- Ira
- Odio/Rabia
- Celos
- Inseguridad/Remordimientos/Falta
de autoestima
- Temor/Desconsuelo/Depresión/Desesperación/Impotencia
Puesto que a menudo se utilizan las mismas
palabras para describir cosas distintas o se utilizan distintas palabras para
describir las mismas cosas, estas palabras para etiquetar tus emociones no se
ajustan exactamente a cada persona que sienta determinada emoción.
Es más, el hecho de etiquetar las emociones con
palabras puede confundirte y distraerte del auténtico propósito de tu Guía
Emocional.
Lo importante es que
trates conscientemente de mejorar la forma en que te sientes. La palabra que
describa lo que sientes es lo de menos.
UN EJEMPLO DE CÓMO ASCENDER CONSCIENTEMENTE EN LA
ESCALA DE TU GUIA EMOCIONAL
En tu experiencia ha ocurrido algo que hace que
te sientas fatal. Nada te satisface, nada te parece bien, tienes la sensación
de que te asfixias y cada pensamiento es tan doloroso como el anterior. La
mejor palabra que describe tu estado emocional más frecuente, para ti, es
“depresión”.
Si pudieras tomar la iniciativa, posiblemente
te sentirías mejor; si pudieras eliminar de tu mente lo que te preocupa y
centrarte en tu trabajo, te sentirías mejor. Podrías centrarte en muchos
pensamientos que te librarían de la depresión.
Ahora bien, en estos momentos, desde el punto
de vista vibratorio, no tienes acceso a buena parte de ellos. Pero si estás
decidido a dar con un pensamiento, cualquier pensamiento, que te haga sentir
mejor y eres consciente de la sensación que te producirá ese pensamiento,
puedes empezar a ascender de inmediato por la escala de tu Guía Emocional.
Se trata de un sistema que consiste en
centrarte en un pensamiento, cualquier pensamiento, y valorar de manera consciente si ese nuevo pensamiento te proporciona
una sensación de alivio del malestar que padecías anteriormente. Así pues,
piensas y sientes y piensas y sientes con un único propósito: experimentar
siquiera un pequeño alivio.
Pongamos que alguien te ha dicho algo que te ha
enojado o que alguien no ha cumplido su palabra. Cuando te centras en este
desagradable tema, pese a la ira que te invade cuando te centras en este
pensamiento, ya no te cuesta respirar. La sensación de claustrofobia ha
remitido y te sientes mejor.
Ahora bien, el paso crucial consiste en
utilizar de manera eficaz tu Guía Emocional: detenerte y reconocer
conscientemente que el pensamiento de ira que has elegido hace que te sientas
mejor que la asfixiante depresión que ha sustituído.
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