Fragmentos
extraídos del libro “La medicina del alma”, de Eric Rolf
La comida (los alimentos) son metáforas
emocionales.
Nosotros comemos, básicamente, por motivos
emocionales.
Los hijos vienen a criar a los padres
espiritualmente.
Los padres verdaderos son los abuelos.
Las enfermedades de los niños son un reflejo de
aspectos en los padres.
El amor es para dar.
No existe el dar y el recibir. Sólo el dar
activo y el dar pasivo.
La vida externa, el mundo material, tiene más
sentido como metáfora que como algo “real”.
El idioma creativo interior se compone de todas
las palabras, imágenes, olores, sonidos u otros símbolos que tienen algún
sentido para ti.
La vida responde a tus preguntas a través de tu
idioma creativo interior.
Esa información metafórica siempre está
correcta. La cosa es cómo está correcta, ¿mental, física o emocionalmente?
La risa siempre es nueva.
La risa calma y tranquiliza la mente.
En el momento en que reímos entramos en el
estado de alpha.
El ego puede resistir cualquier desafío menos
la risa.
El humor y la risa son espirituales y
sanadores.
La vida tiene mucho humor negro.
El miedo es fuerza creativa en estado bruto.
Enfrentar o huir no son las únicas herramientas
para relacionarse con el miedo.
El miedo no es malo, pero hay que transmutarlo.
Hay que encontrar el miedo en el cuerpo para
empezar a transmutarlo.
La atención consciente es el elemento
catalizador, alquímico, de esa transmutación a través de la respiración
consciente.
El miedo viene del futuro. No hay miedo en el
presente.
Las cosas en tu pasado no te pasaron a ti. Tú
eres realmente nuevo. Tu pasado es sólo una información que tú posees.
Hay marcos de percepción que llamo las
enfermedades originales.
Hay doce enfermedades originales y corresponden
a la metáfora de los cuatro elementos.
Las enfermedades originales no son
enfermedades. Son más como campos de cultivo donde pueden crecer una o más
enfermedades.
Las doce enfermedades originales son:
- Elemento Fuego: la seriedad, la culpabilidad,
el controlar.
- Elemento
Aire: el apego, el juzgar, el pensar.
- Elemento Tierra: La resistenci al cambio, la
soledad, el materialismo.
- Elemento Agua: la depresión,
lástima/importancia personal, la inconsciencia.
El alma no enferma, pero sí hay que
alimentarla. Entre los alimentos del alma se incluyen los siguientes:
- Respiración consciente.
- Meditación.
- Oración.
- Creatividad consciente.
- Humor y risa.
- Movimiento corporal consciente.
- Espacios claros y limpios.
- Consciencia de metáforas.
- Usar y arriesgar la intuición.
- Actos de poder, de intento.
- Beber y usar agua pura.
- Sonido, música y canto.
- Viajar por el mundo.
- Atender a lo que la vida te pone delante.
- Aceptar desafíos y tomar riesgos, sobre todo
arriesgar el ego.
- Dar conscientemente, ser generosos.
- Elegir, comprometerse y tomar acción.
- Atreverse y arriesgarse.
Antes de nacer elegimos una serie de cualidades
que vamos a desarrollar en esta vida. Estas cualidades son distintas para cada
persona y para su desarrollo elegimos aquellas circunstancias que las vayan a
apoyar, es decir, elegimos los padres, la fecha de nacimiento, el lugar y una
serie de escenarios donde empezará a desarrollarse nuestra vida.
A partir de ahí empieza la función.
La vida es un arte y nosotros somos los
artistas, los creadores, sin necesidad de sombras de culpabilidad. La vida no
hay que ganarla, la vida es el premio. Todo lo que te trae la vida te está
apoyando para desarrollar las cualidades que has elegido. Tus padres, el lugar
del nacimiento y el resto de circunstancias de tu vida que te parece que te han
sido impuestas, te pueden dar una pista acerca de las cualidades que has elegido
desarrollar.
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